El concepto evolución tecnología es confluyente con el de la revolución tecnológica, puesto que solo durante los periodos de mayor innovación técnica se marca la diferencia del ritmo de desarrollo entre ambos y de la trascendencia que existe entre los conceptos genéricos de evolución y revolución. La tecnología nace con el primer instrumento que el hombre primitivo utilizó, y adquiere tal importancia que las distintas tecnologías de los materiales dan el nombre a diferentes épocas en la historia del hombre: edad de piedra, neolítico, edad de los metales, edad de la cibernética, etc.
Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, el ritmo de dichas innovaciones fue lento, sin embargo, a partir de la segunda guerra mundial, la humanidad ha experimentado un crecimiento exponencial en el uso y desarrollo de la tecnología. La expresión revolución tecnológica o revolución científico-técnica y las implicaciones económicas y sociales de la llamada tercera revolución industrial (desde la segunda mitad del siglo XVIII en adelante), aunque también se utiliza frecuentemente la expresión para referirse a las dos primeras grandes transformaciones que han merecido el nombre de revolución económica: la revolución neolítica y la revolución industrial de los siglos XVII y XIX.
Es sabido que las grandes revoluciones sociales en el mundo han traído consigo un verdadero desarrollo en la ciencia y la tecnología, es más, la estabilidad de los nuevos ordenes económico-sociales exigen de la ciencia y la tecnología un desarrollo urgente. De modo que para que esto sea posible, es preciso que se destinen grandes recursos a las escuelas, a los laboratorios de ciencias, se promueve el estudio como una condición sin la cual el nuevo orden no tendría el nuevo salto al que está destinado. La revolución industrial fue el resultado de la aparición del modelo económico que actualmente nos rige prácticamente en todo el mundo. La nueva clase ascendente exigía que la producción de mercancías fuera capaz de abarrotar todos los mercados del mundo, y esto solo era posible con la creación de nuevas máquinas más sofisticadas.
México no está ni cerca de entrar en un proceso de revolución (entiéndase la palabra como transformación profunda) como tanto lo pregona la 4T. Morena no es el partido que generará un cambio radical en todos los órdenes: ni económicos, ni sociales, ni tecnológicos, en nuestro país. Morena solo es un partido que fue electo al calor del descontento social, del malestar del pueblo ante tanta pobreza, ante tanta injusticia. Pues todos sus cuadros dirigentes son una masa compuesta por políticos salidos de otros partidos. No son verdaderos líderes del pueblo. Morena no es un semillero de líderes populares, sino un nido de políticos que toda su vida han vivido de la política.
Destaco esto, porque es más que evidente la forma en que se ha conducido el gobierno en el poder, otorgamiento a diestra y siniestra de contratos por asignación directa a grandes empresas, para realizar obras suntuosas, pero no hay una asignación considerable a la parte que hará de México un país en desarrollo, me refiero al abandono en que se encuentra la educación en nuestro país. En los últimos años, el gasto educativo tendría un crecimiento nulo en términos reales respecto al PEF 2020, y una caída de 1.3% real al compararlo con el gasto en educación ejercido en 2019. El recurso asignado a este rubro no es suficiente para mejorar la evaluación del sistema educativo del país. Entre los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México tiene el peor desempeño en el aprendizaje de ciencias, de lectura y de matemáticas. Se pueden enumerar cuatro temas que demuestran el rezago en el sistema educativo del país: malas condiciones de las escuelas, problemas en la capacitación de los maestros, un control de la disidencia sindical en las instituciones y la exclusión que padecen miles de jóvenes que no pudieron concluir sus estudios.
La educación y por consiguiente la formación de hombres y mujeres de ciencia al servicio de su pueblo, contribuirá de manera decidida a una verdadera transformación social que tanto está requiriendo nuestro país. Es indignante que nuestros mejores cerebros tengan que fugarse a otros países porque aquí no encuentren un trabajo honroso para el que se prepararon. El pueblo mexicano debemos exigir del gobierno de la 4T mayor atención en la educación de nuestros hijos.
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