MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Sequía en Chihuahua y la miopía del Gobierno federal

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Todo parece indicar que la política de la actual presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, en cuanto al campo y la sequía se refiere, será la misma que la del expresidente Andrés Manuel López Obrador: el no querer mirar la realidad por la que atraviesan miles de productores, ganaderos, los jornaleros y sus familias, y el impacto económico que esto traerá a la nación, que, claro está, le pegará directamente al bolsillo de las familias mexicanas, es decir, al consumidor final.

La sequía sigue dejando estragos en Chihuahua, pero el Gobierno federal mantiene una postura indiferente ante la crisis que afecta a miles de familias y productores del estado.

La sequía no es un tema nuevo; la única diferencia es que, hasta julio de 2021, México contaba con el Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (Fonden), que fue creado en 1996 y comenzó operaciones en 1999 como un mecanismo presupuestario para apoyar de manera eficaz y oportuna la rehabilitación de la infraestructura federal y estatal por desastres naturales, así como a los damnificados.

Sin embargo, el entonces presidente López Obrador justificó la decisión de eliminarlo afirmando que el Fonden era un “barril sin fondo” del que se robaban los recursos y que no atendía realmente las emergencias del país ni a los damnificados.

Como ya es bien sabido, la anterior administración federal, también encabezada por Morena, se dedicó a desmantelar fideicomisos de toda índole, así como a instituciones que él consideraba fuentes de corrupción, dejando al país y a los mexicanos a su suerte.

Lo que realmente pasó es que, con la eliminación del Fonden, el gobierno se dio un balazo en el pie, pues los desastres naturales no obedecen las políticas morenistas, no están alineados a los caprichos de quienes hoy gobiernan; se presentan, destruyen y dejan a nuestra nación en crisis, y a un gobierno que ya no tiene fondos para hacer frente a las necesidades urgentes, como lo ocurrido en Acapulco con el huracán “Otis”.

La sequía, como ya mencioné, no es un tema nuevo; la región norte del país sigue atravesando por esta terrible situación. Chihuahua, Coahuila, Durango, Zacatecas, Nuevo León, Tamaulipas, entre otros, están sufriendo las consecuencias de no contar con un plan nacional de rescate, de apoyo a los productores, a las familias de los jornaleros, desencadenando una serie de eventos que, de no atenderse con responsabilidad, llevarán al campo a una crisis superior.

Esta realidad está a la vista de todos. No hay un solo día que los medios de comunicación no hablen del tema: los campos están secos, las presas sin agua, el ganado muriendo, las siembras sin producir, los jornaleros migrando a las ciudades en busca de otra fuente de empleo, los productores vendiendo lo poco que les queda, y el Gobierno federal y Morena, preocupados por las elecciones de 2027, viendo desde ahorita a qué familiares van a dejar como candidatos, haciendo gala del nepotismo que los ha caracterizado. Y de su plan hídrico, ya no se ha dicho nada.

Esas son las preocupaciones del actual gobierno; cierra los ojos ante las necesidades urgentes del país. ¿Dónde quedó su famoso lema de “primero los pobres”? Siempre hablando del bienestar, tanto así que a lo poco que hacen le ponen ese apellido: “bienestar”. ¿Pero bienestar para quiénes?

¿Dónde están los resultados del primer piso de la 4T? Jamás hubo un primer piso, y lo que llaman segundo piso está contrayéndose sobre los escombros que dejó el político tabasqueño.

Chihuahua, el estado grande de México, está sufriendo la sequía y la indiferencia del gobierno, ya no se diga de sus representantes federales afines a Morena, quienes de manera anticipada ya están haciendo campaña rumbo a las próximas elecciones. A ellos menos les preocupa lo que pasa en el estado; su ambición es otra.

Para contextualizar un poco más, en la más reciente actualización del monitoreo de sequía realizado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a nivel nacional, se confirmó que el estado enfrenta una situación crítica al mantener el 100 % del territorio afectado por la sequía, pero un 46.5 % del área presenta condiciones de sequía extrema, que es la segunda categoría más grave dentro del indicador oficial.

Analistas han confirmado que los próximos conflictos serán por el vital líquido. Ya en Chihuahua se presentaron varios enfrentamientos en 2021, dejando cuantiosos daños materiales y a una mujer sin vida a manos de elementos de la Guardia Nacional.

Esto es verdaderamente preocupante. Por eso indigna que a nuestra mandataria federal no le interese meter las manos en esta terrible situación.

Los que levantamos la voz no somos sus enemigos; somos ciudadanos conscientes que solo esperan resultados positivos de quienes hoy gobiernan, pero si no lo hacen, el pueblo tomará acciones como antaño.

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