Este 21 de marzo, el rubí de la Sierra Nororiental Poblana conmemora 40 años de desarrollo sostenido, como producto de la victoria en contra del cacicazgo de la región.
Huitzilan de Serdán es un pueblo enclavado en la Sierra Nororiental de Puebla, cuya altura de más de mil metros sobre el nivel del mar le permite producir el mejor café de la región. El semillero de talentos, como muchos lo conocen, se ha transformado sustancialmente.
Los habitantes de este pequeño municipio predominantemente indígena náhuatl, arroparon mayoritariamente el proyecto del Movimiento Antorchista desde 1984, luego de librar una batalla contra el cacicazgo de la región, quienes tenían a Huitzilan de Serdán sumido en la miseria, la ignorancia y la muerte. Desde entonces, la población ha elegido democráticamente a presidentes municipales —de su etnia y misma organización—, dando continuidad así a un proceso admirable de desarrollo que hoy cumple 40 años.
Gracias a las administraciones antorchistas, en 2015, el 96.4 % de las viviendas en Huitzilan contaba con agua entubada, el 82.4 % con drenaje y para 2020 el 97.8 % ya tenía electricidad.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 1970 Huitzilan tenía seis mil 197 habitantes y mil 482 viviendas, de las que solo 222 (15 %) tenían energía eléctrica y agua entubada; únicamente diez estaban conectadas al drenaje público. Para 1984 existía solo un kilómetro de calles empedradas y tenían dos tiendas de raya que, por supuesto, pertenecían a los caciques del pueblo.
Hoy existen más de cien negocios en el municipio; han entregado a los productores de café más de 500 mil plantas mejoradas genéticamente para renovar sus plantaciones; ahora es uno de los municipios de la Sierra Norte con más calles con concreto hidráulico: 90 % (de acuerdo con las últimas cifras); cuenta con un hospital que da servicio las 24 horas, una Unidad Básica de Rehabilitación (UBR) y con una ambulancia. Además de las 27 canchas que existen en el municipio, todas techadas.
También tiene una unidad deportiva única en la región, techada, con gradas y pista de atletismo, salas audiovisuales y de cómputo, gimnasio al aire libre y área de juegos; con espacios para la recreación como parques, cancha de futbol rápido con pasto sintético y un auditorio con capacidad para más de 7 mil personas. Y, por supuesto, acceso a una red de telefonía celular y de internet.
Los huitziltecos reconocen con gran sentimiento lo que representó la llegada de la organización a Huitzilan. Don Luis Santiago, por ejemplo:
“… antes estábamos mal; cuando estaban los UCIS estaba todo muy mal. Todo estaba difícil y mucha gente se había ido a otros pueblos, pero cuando llegó la organización, otra vez se reunieron y estamos bien; nadie nos está asustando, no estamos viviendo con miedo, sino que estamos con alegría (…) no era como ahora que estamos libres caminando, somos libres, vamos a donde sea. Antes no era así”.
Muchos otros recuerdan las palabras de aliento que el gran maestro Aquiles Córdova Morán les dio como motivación contra el gran suceso que estaba por llegar: la liberación de su pueblo. “Recuerdo que dijo: a Huitzilan lo vamos a cuidar, Huitzilan se va a transformar pero ustedes trabajen, así como vamos”, relató don Mariano Pasión, uno de los valientes indígenas que arribaron a tierras tecomatecas en busca de auxilio.
Huitzilan de Serdán, como el colibrí de las historias náhuatl, se convirtió en un mensajero de progreso, seguridad y bienestar. 40 años después de haber pagado una cuota de sangre muy alta por su libertad, es un municipio que cuenta con 15 mil 928 habitantes distribuidos en 3 mil 922 viviendas; pasó, de acuerdo con el Índice y grado de marginación del Consejo Nacional de Población (Conapo), de ser el séptimo municipio con mayor grado de marginación en 2010 a la posición 17 en 2015, y a la número 21 en 2020.
Gracias a las administraciones antorchistas, en 2015, el 96.4 % de las viviendas contaba con agua entubada, el 82.4 % con drenaje y para 2020 el 97.8 % ya tenía electricidad.
Además, no es conocido como semillero de talento porque sí, de sus filas han emanado grandes artistas, oradores, deportistas e intelectuales. Casos como el del atleta Everardo Moreno Cortés, quien se colocó entre los primeros lugares de la carrera nacional de montaña, con lo que obtuvo su pase al Mundial de Trail Running que se realizó en Chiangmi, Tailandia.
O como el de la maestra Berenice Bonilla, uno de los talentos natos que se formaron en el municipio de Huitzilan de Serdán, que gracias a la disciplina y esfuerzo constante que caracteriza a su gente, logró profesionalizarse en los Grupos Culturales Nacionales del Movimiento Antorchista para después regresar a los lugares más marginados y así llevar el arte a los hijos del pueblo trabajador. Sin duda alguna, Huitzilan es la cuna de hombres y mujeres humildes como ellos y como Manuel Hernández Pasión.
A pesar de que los campesinos ahora viven en mejores condiciones, los caciques, enemigos rabiosos de su progreso, no claudican, no arrojan finalmente sus intenciones de arrancarle las alas a miles de indígenas que, como los colibríes de su literatura, emprenden un vuelo firme hacia la libertad y el progreso.
El último ejemplo de esto fue el artero crimen político contra el líder antorchista y también exalcalde municipal, Manuel Hernández Pasión, asesinado el 10 de octubre de 2017. Manuel tenía como prioridad contar la historia de lucha de su pueblo, para que la juventud la conozca y dé la batalla para que no la repita; ello lo motivó a convertirse en una pluma en defensa del pueblo trabajador, además de que era un buen orador en español y en náhuatl.
Hoy, 40 años después del nuevo rumbo, Huitzilan de Serdán es el alba luminosa que alumbra el camino de sus semejantes y los sigue guiando hacia donde deberían llegar. Este aniversario significa un examen, un análisis, un recuento de todo lo que hemos logrado en estos 40 años y plantearnos nuevas metas.
Por ello, este 23 de marzo, los esperamos en el auditorio “Máximo de la Cruz Rivera”, para festejar y refrendar el curso de nuestro pueblo. Los esperamos en este evento, digno de celebrarse con máxima energía, pues 40 años de lucha, resultados y paz trascendental, no se ven en cualquier lugar. Gracias a la organización, Huitzilan creció y avanzó a pasos agigantados; han librado luchas importantes y acrecientan día con día su capacidad de sobreponerse a adversidades de mayor envergadura, y eso, sólo es posible bajo la dirección de Aquiles Córdova Morán y del Movimiento Antorchista, quienes con audacia y precisión sin igual, han guiado a los pueblos como Huitzilan, Tecomatlán, Chimalhuacán y otros hacia una transformación excepcional de su realidad material.
Este 40 aniversario en Huitzilan demuestra que Antorcha ha sido (y será) la única organización que se ha mantenido —por ya 50 años— firme en la lucha contra la pobreza en México y, por supuesto, victoriosa ante las metas que se ha planteado. Este aniversario es la muestra fehaciente, no sólo de que existimos, sino de que seguimos más vivos, más conscientes y más luchadores que nunca.
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