Antes que nada -pero, sobre todo-, antes que la angustia, la zozobra y el enojo ante la injusticia de la pobreza, nos turben e incomoden el alma, quiero manifestar mi más sentido agradecimiento a mis escasos lectores, especialmente a mis queridos compañeros y compañeras, hermanos de batalla, aquellos que durante el año que recién termina, inmerecidamente arroparon con infinita paciencia y tolerancia a cada una de las líneas que, atrevido, osé escribir por absurdo que fuera. Afirmo que nunca ha sido otro mi deseo, en lo que depara el tiempo venidero, que una vida mejor, feliz y llena de justicia social para todos, sobre todo para los que con su vida y trabajo, hacen siempre posible la existencia de todo en lo que vivimos. ¡Feliz año para todos! Pero como la realidad, terca, inflexible e impertinente, no perdona, no nos queda de otra que el eterno batallar. Paso, pues, a dejar mi humilde opinión de hoy.
Casi al final del año que recién terminó, un contingente muy numeroso de campesinos, colonos, estudiantes, maestros, comerciantes, amas de casa, artistas, deportistas y más, muchísimos antorchistas más de todos los rincones del país, que, ante la combatividad de la muchedumbre no logré distinguir bien en más detalle, se apostaron en todo el derredor del Palacio Legislativo de la Ciudad de México, sede de uno de los tres Poderes de la Nación. El motivo: la aprobación del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF), donde la mayoría de los diputados, todos del Partido Morena, pretendían - y creo que aún pretenden -, dejar sin presupuesto a miles de obras de infraestructura social, propuestas por cientos de miles de mexicanos agrupados en el Movimiento Antorchista Nacional. El día 23 de diciembre por la noche, luego de tres días de plantón, el diputado Mario Delgado, Presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) se comprometió a dar una respuesta a las obras propuestas por los antorchistas, el día 8 de enero de 2019. No era exactamente lo que esperábamos, pero entendemos de razones; ante el diálogo con el diputado coordinador de la mayoría morenista del Congreso, actuamos de buena voluntad y retiramos el plantón. Seguramente regresaremos después del 8 de enero, pero, gracias a este plantón, quedará constancia de que no será por culpa nuestra.
Unos de los socorridos argumentos para negar las obras prioritarias que pedimos los antorchistas y otras organizaciones y partidos, apareció en un documento emitido por la Secretaría de Hacienda (SHCP) y circulado como Boletín 009 de fecha 12 de diciembre de 2018. En este documento se lee así: "El Paquete Económico 2019 refleja, en primer término, el compromiso absoluto con la disciplina fiscal y financiera, de manera que se garanticen la estabilidad macroeconómica y el fortalecimiento de las finanzas públicas." Más adelante dice también: " [...] descansa en la observación escrupulosa del principio de austeridad, base de la reorientación del gasto hacia programas con un alto impacto en el bienestar de los mexicanos y hacia la infraestructura para el desarrollo de largo plazo." Uno lee todo esto y no tiene menos que estar de acuerdo en eso de la "disciplina financiera", "fortalecimiento de las finanzas", "programas con alto impacto", pero sobre todo con eso de "bienestar de los mexicanos". Sin embargo, a fuerza de razonar un poco, tan sólo un poquito de lo que se lee y escucha en lo medios, la lógica más elemental del sentido común nos tiene que llevar a preguntarnos esto: ¿cómo le van a hacer, para garantizar "la estabilidad macroeconómica y el fortalecimiento de las finanzas públicas" del país, con tantísima inversión en Programas de Transferencia Monetaria (PTM), es decir; programas asistencialistas que, como bien sabemos, en el corto plazo significan sólo egresos sin ningún tipo de ingreso posible?
Para esclarecer un poco la pregunta, diré, que en el mismo documento que cito líneas arriba, se dice que el nuevo Gobierno tiene un listado de "Proyectos Prioritarios del Sector Central" que, según entiendo, son proyectos nacidos de un análisis muy serio, buscando la "estabilidad macroeconómica" de las finanzas del país y "hacia la infraestructura para el desarrollo de largo plazo". Pero, el documento no dice tal cosa. Veamos. De los dieciocho "Proyectos Prioritarios" que se propone el nuevo Gobierno, cuatro son para atender la infraestructura del país, como el caso del Tren Maya, aquí proponen gastar el 11% de la inversión; mientras que, son seis Proyectos de PTM donde gastarán el 73% del total que dice el documento de la SHCP. De estos últimos proyectos destacó el Programa Jóvenes Construyendo el Futuro, donde se dice que darán una beca de capacitación por 3 mil 600 pesos mensuales, es decir, 138 pesos diarios, a 2 millones 300 mil jóvenes que ni estudian ni trabajan, es decir jóvenes "ninis". El programa dice que el Gobierno pactó con más de 230 empresas mexicanas y extranjeras, para ocupar y poner a trabajar a estos jóvenes, a cambio de la beca prometida durante un año. Lo que ya no se dice por ningún lado, es, cómo le va a hacer el Gobierno de la Cuarta Transformación, para obligar a las más de 230 empresas, que regresen a las arcas públicas, los cerca de 100 mil millones de pesos que se invertirán en un año - más los frutos -, que le aportarán a cada una de ellas en mano de obra joven. ¿Es así como se consigue la "estabilidad macroeconómica" del país, dando a los empresarios 100 mil millones de pesos y no recibir nada a cambio? No te acabes México. ¡Feliz año señores empresarios!
Por eso es preocupante lo que pasará el 8 de enero, con las obras de infraestructura social propuestas por el Movimiento Antorchista ante el Congreso de la Unión. Los antorchistas de Colima solicitamos obras por más de 26 millones de pesos. ¡Urge la construcción de bachilleratos rurales de EMSAD y TBC!, ¡Urge construir más espacios deportivos y culturales para los pobres!, ¡Urge empleo temporal, vivienda, electrificaciones, agua potable!. ¿Cómo responderán ahora a los pobres, el gobierno de la Cuarta Transformación? Ya veremos.
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