Todos sabemos que los que producen la riqueza social en nuestro país y en el mundo son los obreros, campesinos y trabajadores, también sabemos quién se queda con la ganancia, con la mayor parte del pastel, lo que el gran filósofo alemán y padre defensor de los obreros del mundo, Carlos Marx, llamó plusvalía, que es dinero que produce el obrero y que el capitalista se queda con él.
En el México actual, los obreros o campesinos tienen poco tiempo para practicar deporte, el cual es una forma sana para sacar la tensión, sentirse libre, explayarse poniendo todo su empeño y buscar soluciones a los problemas e imprimirle fuerza de voluntad para esforzarse y tratar de ser mejores en determinada disciplina y en la vida; pero finalmente la mayoría cae en las garras de la propaganda capitalista, y ceden al consumo del alcohol y otros males que no ayudan al cuerpo humano.
Sin embargo, hoy en día, el deporte se ha convertido en un lujo. No todas las personas tienen acceso al deporte, los materiales como balones, tenis, tacos, uniformes, pasajes, y dedicarle tiempo implica dinero, esto limita las posibilidades de desarrollo en algún deporte a cualquier obrero y campesino que solo tiene un mísero salario que ni le alcanza para solventar los gastos familiares. Los que llegan a un nivel aceptable en algún deporte es porque tienen mejores condiciones económicas, situación muy complicada en México, y por eso los malos resultados en competencias internacionales en diferentes deportes, como el basquetbol, futbol, atletismo, natación.
Los encargados del deporte en México no han hecho nada por apoyar a los atletas de élite, mucho menos a los jóvenes en edad de desarrollarse, y qué pensar de los niños; a nivel nacional no hay plan estratégico, las instituciones en vez de fortalecerlas por parte del gobierno, las está destruyendo, hay recortes al presupuesto del deporte, los mejores deportistas se quejan de la falta de apoyo desde que llegó López Obrador por la supuesta austeridad republicana, por lo que podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que en materia deportiva en estos casi cinco años de la 4T, es un fracaso.
Los únicos en este país que a pesar de las calumnias y los ataques siguen trabajando sin dar un paso atrás, somos los antorchistas, a lo largo y ancho del país, seguimos firmes en nuestro intento de masificar el deporte, de buscar la libertad como un paso para el desarrollo del ser humano.
El deporte está secuestrado por las grandes empresas capitalistas y se ha vuelto fuente de mucha ganancia para unos cuantos, se han perdido los valores por los cuales surgió el deporte en la antigua Grecia; los más dotados los han vuelto esclavos del capital, como en la época romana antes de nuestra era, como el gran Espartaco que fue esclavo, fuente de inspiración, coraje, valentía, y organizó un ejército de más de 80 mil esclavos, se enfrentó a los mejores ejércitos romanos que fueron terror de su época, derrotó a varios y fue crucificado por buscar la libertad.
Desde hace 49 años, los antorchistas realizamos las Espartaqueadas. Este año, del 6 al 12 de mayo, iniciaremos los eventos deportivos más importantes de México, donde veremos lo más destacado del basquetbol, futbol, atletismo, natación, béisbol; toda una fiesta deportiva con una participación de más de 25 mil deportistas de todos los rincones de la república mexicana, un evento que no te puedes perder.
Allá en la Mixteca Baja Poblana, en Tecomatlán, Puebla, cuna del Movimiento Antorchista, un pequeño pueblo que gracias a la lucha organizada cuenta con todas las instalaciones de primer mundo, veremos el talento de la nuevas generaciones de antorchistas que buscarán un lugar en el pódium, y se medirán las capacidades intelectuales, concentración, inspiración, coraje, hermandad, fraternidad, de identidad nacional, todos los valores que nos hacen ser mexicanos con un solo ideal, el de transformar este país en una mejorar alternativa para todos los mexicanos. Queremos un México diferente donde todos tengamos mejores condiciones de vida.
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