MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El doctrinario plan de estudios de la 4T

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Las consecuencias en el sistema educativo mexicano, que dejó la pandemia de covid-19, requerirán de profesionales de la enseñanza y especialistas educativos que rediseñen al ser humano que se quiere formar con asignaturas como Diseño Curricular y Filosofía de la Educación, que expliquen la manera de aprender del estudiante, desde procesos de enseñanza efectivos y creativos en la evaluación de los saberes. 

Esto, porque la pandemia de la covid-19 ha puesto de relieve cuestiones arraigadas que se remontan a 200 años en el sistema educativo global, desde la desigualdad de financiación entre las escuelas hasta la falta de enfoque en el bienestar emocional, con muchos matices de por medio. 

Entonces conviene preguntar: ¿Volveremos al aprendizaje pasivo tradicional frente a un tablero, o nos moveremos a un nuevo camino centrado en el bienestar de los estudiantes y en la reducción de las profundas desigualdades del aprendizaje? ¿Qué camino tomarán los educadores y las escuelas, los padres y los estudiantes, los gobiernos?

Otra consecuencia que dejó en evidencia son las mayores fragilidades del sistema: las muchas deficiencias e inequidades en los sistemas educativos, desde la banda ancha y las computadoras necesarias para la educación en línea, pasando por los entornos de apoyo necesarios para enfocarse en el aprendizaje, hasta las dificultades encontradas para alinear los recursos de enseñanza con las necesidades de alumnos y maestros.

En palabras de Andreas Schleicher, director de Educación en la OCDE: “Los estudiantes privilegiados consiguieron sortear rápidamente las puertas cerradas de los centros y encontrar vías hacia oportunidades de aprendizaje alternativas apoyados por sus padres y deseosos de aprender; los de familias desfavorecidas se quedaron fuera cuando las escuelas cerraron”. 

Entonces, ¿Cuál debe ser el rol del sistema educativo en este momento? Mantenerse, en la mejor de sus posibilidades, como un espacio de cuidado y protección y poniendo el foco en la continuidad del aprendizaje de los grupos más vulnerables y salvaguardando los aprendizajes ya logrados.

Sin embargo, el nuevo plan de estudios que la Secretaría de Educación Pública (SEP) quiere implementar en el país se funda en una visión sectaria, doctrinaria y fantasiosa, pues no es lo que actualmente necesita el estudiantado. La SEP se adopta una idea mítica de la comunidad que responde a una fantasía comunitaria más que a la realidad social objetiva y subjetiva. Además, los documentos están redactados en una confusa retórica frecuentemente incomprensible, y no tiene medios pedagógicos a utilizar. 

El proyecto de la SEP establece: 

1- Que la escuela se integrará a la comunidad y maestros y alumnos trabajarán en proyectos que vinculen a aquella con ésta

2 -Desaparecerán asignaturas 

3- El maestro no evaluará a los alumnos con exámenes ni pondrá calificaciones, los alumnos se calificarán a sí mismos 

4 -Desaparecerán los grados y la escuela se organizará por fases 

5-  Los maestros no están estrictamente a seguir los planes de estudio oficiales, deberá transformarlos para ajustarlos al contexto.

Lineamientos que, a mi parecer, pertenecen a un proyecto oscuro y conceptualmente impreciso, que deja muchas preguntas sin responder pues el proyecto educativo de la Cuarta Transformación está en crisis, aun cuando apenas lleva muy poco tiempo de su anuncio se ha tornado en un híbrido, el cual ha tomado cosas de aquí y de allá, sin tener claro el proyecto de origen, ni tampoco el punto de llegada de hacia dónde se pretende arribar. 

Existen cuatro grandes inconsistencias en la propuesta educativa de la 4T, pues le ha faltado un método adecuado para escuchar y consensuar y, más aun, porque desde esa esfera del gobierno no tienen claro que quieren ni hacia dónde pretenden caminar. Por un lado, el titular de la SEP trae su proyecto, igualmente los subsecretarios también traen proyectos específicos y, para terminar de completar, el presidente trae un proyecto diferente. A quién creerle, a quién hacerle caso. ¿Qué tipo de reforma educativa quieren proponernos?

México necesita promover una educación que sea promotora del cambio a favor de quienes más lo necesitan. La educación debe ser igualitaria y un instrumento que ayude a combatir la profunda desigualdad que tanto ha dañado a nuestro país. Para este propósito es sensato no despreciar los logros educativos del pasado, sino construir a partir de ellos, para una mejora continua por una educación, crítica, científica y popular.

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