MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El insulto a la razón

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El filósofo marxista Georg Lukács, húngaro de descendencia judía, en 1954, en su obra “El Asalto a la Razón”, a la luz de la teoría marxista-leninista, al abordar el irracionalismo filosófico, señalaba el papel que tuvo en el tránsito hacia la instauración del nacionalsocialismo y este, hacia la instauración del nazismo encabezado por Hitler.

En esa importante obra, se resalta la degradación de la filosofía como manifestación de la justificación del tránsito de la conciencia social, como condición para preparar el terreno que permitirá la instauración de un régimen totalitario que permita a las clases poderosas mantener el poder, con el régimen del terror, en épocas de inconformidad desbordada.

Guardando las proporciones, puesto que no sólo no se trata de un país que se caracterice por algunas luces filosóficas, sino más bien de un país atrasado y dependiente de las potencias que ha habido en la historia que nos ha tocado vivir. Tenemos un ejemplo de ese fenómeno en el que no solo se asalta la razón, sino que se insulta al raciocinio de la sociedad mexicana.

No se puede llamar de otra forma a las argucias mediáticas con que el inquilino de Palacio Nacional sigue buscando mantener su prestigio y aceptación de las masas mexicanas. Durante mucho tiempo lo hemos visto sostener verdades aplastantes como viles mentiras, amparado en su poder absoluto y el control o temor que tienen los medios del poder del estado. Pero cada vez ese paso es inevitablemente inútil; por lo tanto, ha llegado al ridículo.

Mientras esto sucede, se reforma la Constitución, se aumenta el número y presupuesto de la Guardia Nacional y se aplican reformas a las fuerzas militares que ni siquiera han sido presentadas formalmente al Congreso de la Unión, se ataca a las instituciones autónomas, se ataca a la Suprema Corte de Justicia y al Tribunal Electoral. Es decir, se instala el autoritarismo para evitar el crecimiento de las protestas ante la 4T que se sostiene sobre ideologías y no proyectos de corte progresista y científico.

No se trata de planteamientos filosóficos, se ha continuado el abaratamiento de la argumentación y el cultivo de la racionalidad en contra del desarrollo científico de la humanidad misma, es ahora el grado extremo de distorsión del significado de los conceptos más elementales y comunes, la falsificación con todo descaro que consiste en sostener que no se es tal o cual cosa con naturaleza dogmática y doctrinaria: yo soy honesto porque ellos son corruptos, cometieron estos delitos y yo soy distinto porque yo lo digo y eso me permite cambiar la ley, para combatir esos excesos sin importar que se viole la ley o se cometan excesos que resultan peores o que conducen al autoritarismo de aplicar sus verdaderos fines con lo que lo que se ataca se convierte en un mero pretexto, tras lo que se esconde en el fondo una doble guerra, primero entre facciones de una misma clase, no siempre delimitadas por el estrato de la clase a la que pertenecen, que en su combate insisten en la etapa superior es el ajuste administrativo del neoliberalismo.

Poner que, dado que la burguesía, necesitaba desarrollarse, impulsó la ciencia y con ella la cultura y el conocimiento, dentro de los que se encuentran la filosofía; una vez que el desarrollo científico se convirtió en una traba había que atacar a la ciencia filosófica, que es la teoría del conocimiento de la realidad, ya no se busca hacer ciencia, se busca ocultar el desenvolvimiento dialéctico de la realidad. Por eso la discusión era en el terreno de la realidad, ahora, en nuestro país inculto porque así ha convenido a las clases que han mantenido el poder, la distorsión no es ya en la ciencia, sino en el sentido común, que es el que rige la forma en que interpretan la realidad las mayorías empobrecidas, por eso se recurre a falsear la verdad evidente, se atreve a sostener que mentir dogmáticamente con un fanatismo que raya en el insulto, lo que todo mundo tiene pruebas documentadas de que es mentira. Es el irracionalismo del sentido común.

La historia de las ideas filosóficas o de las personalidades que las sustentan es el del desarrollo de las fuerzas productivas, el desarrollo social, el desenvolvimiento de la lucha de clases.

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