Han pasado casi tres años desde que asumió la responsabilidad de presidente de la Republica, el licenciado Andrés Manuel López Obrador, el presidente cumple la función de representar el Estado y sus funciones y una de ellas es respetar y hacer respetar las leyes plasmadas en la Constitución mexicana, pero muchos nos damos cuenta de que no ha sido así, López Obrador desde su investidura presidencial ha pisoteado y violado los derechos de todos los mexicanos.
Históricamente el pueblo ha tenido siempre a su lado la Constitución para la defensa de sus derechos, las leyes mexicanas son las que deben de estar por encima de los gobiernos de cualquier color en turno, pues son los derechos legítimos de los mexicanos. Por lo tanto, debemos exigir que se cumplan las leyes al pie de la letra, y para exigir esto, nuestra misma carta magna nos ampara en dos de sus artículos para defender nuestros derechos; en el artículo 8, dice textualmente: “Los funcionarios y empleados públicos respetarán el ejercicio del derecho de petición, siempre que ésta se formule por escrito, de manera pacífica y respetuosa. A toda petición deberá recaer un acuerdo escrito de la autoridad a quien se haya dirigido, la cual tiene obligación de hacerlo conocer en breve término al peticionario; y en el artículo 9, dice: "no se podrá coartar el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier objeto lícito; pero solamente los ciudadanos de la República podrán hacerlo para tomar parte en los asuntos políticos del país. Ninguna reunión armada, tiene derecho de deliberar”. Los mexicanos estamos amparados en estos dos artículos para defendernos ante los gobiernos que se dicen distintos y mejores que los demás.
Desde la llegada al poder un grupo encabezado por López Obrador, un hombre con una buena aceptación entre el pueblo de México, la manera en que se comunicaba con el pueblo y las declaraciones de este, generaban confianza de que iba a cumplir lo prometido, de que ahora sí, los mexicanos íbamos a gozar de un gobierno a la altura que requiere la historia.
Luego de los resultados electorales del pasado 6 de junio es inevitable el ánimo de los mexicanos por asimilar e intentar definir a ciencia cierta el cambio que se nos ofreció. Las promesas fueron muchas, pero, si alguien sabe y entiende bien lo que son las promesas de campaña, es precisamente el pueblo quien las sufre. Hoy todavía a unos días de la sacudida de las campañas, ya sólo nos queda esperar lo que viene. Como dicen en mi pueblo “No hay mal que por bien no venga”, esperemos entonces para ver las buenas nuevas que nos prometieron, de no ser así, debemos estar dispuestos a defendernos con la Constitución por delante.
No hay duda, López Obrador tenía razón al decir que “el pueblo es sabio”, ya se está dando cuenta de su situación y está sacando sus propias conclusiones y se está organizando para exigir lo que por años le prometieron y nuca cumplieron los políticos de siempre.
El Movimiento Antorchista Nacional, la organización de los pobres que trabaja muy de la mano con la gente más desprotegida, con los que carecen muchas veces de todo como vivienda digna, quienes de material reciclado se compone su casa; sin agua potable, que sufren de abuso en los precios de la canasta básica y tiene que racionar, privando a sus familia de lo necesario para una vida saludable; las velas se consumen en las noches, con el peligro siempre latente de un incendio; la falta de electrificación, drenajes, escuelas, centros de salud, centros deportivos y culturales. Éstas son las necesidades básicas por las cuales el Movimiento Antorchista organiza y lucha por el bien de la gente.
El pueblo de México tiene las leyes que la amparan para organizarse y exigir la solución a sus demandas, además tiene al Movimiento Antorchista que lo orienta y gestiona con él. Debemos pues organizarnos para salir de la miseria en que nos encontramos y así, de ese modo, impulsar a verdaderos líderes populares para que nos representen en los diferentes niveles de Gobierno. Dentro de la ley y con la ley en la mano, todos podemos vivir mejor
0 Comentarios:
Dejar un Comentario