Llegó enero y con él la tradicional rosca para celebrar el Día de Reyes. De distintas formas, tamaños y sabores, este alimento no puede faltar en la mesa cada seis de este mes para degustarlo con toda la familia reunida, conmemorando la epifanía de cuando tres reyes de oriente, de nombre Melchor, Gaspar y Baltazar fueron guiados por una estrella para visitar a Jesús en el lugar de su nacimiento.
Por lo anterior, en la panadería Super Mass de La Laguna se preparan para recibir esta fecha con una producción aproximada de dos mil roscas, elaboradas con todos los ingredientes completos sin saborizantes y conservadores, a comparación de las tiendas comerciales, según lo explicó el panadero Octavio Hernández López quien además reveló el secreto que hace único su producto: el sabor a nuez.
“La Rosca de Reyes es una costumbre que ya se tiene en la panadería. Se elabora dependiendo de la solicitud de los clientes, básicamente desde el dos de enero hasta el seis, abarcando un tiempo de elaboración promedio de 20 minutos. Nuestra receta es propia. Las roscas de otros lugares se elaboran con sabor de naranja, aquí es de nuez y los invito a que las prueben para que vean la diferencia”.
La tradición de comer pan con dátiles e higos viene de la festividad de la saturnalia romana, celebración donde honraban al dios Saturno y que tenía lugar del 17 al 23 de diciembre. Con la llegada del cristianismo se intentaron revocar este tipo de tradiciones paganas cambiándolas por festividades cristianas. De esta manera pasó a convertirse a lo que ahora se conoce como Navidad y se estima que desde el año 354 D.C. se comenzó a festejar el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre. Poco después, la epifanía de los Reyes empezó a celebrarse el seis de enero.
Fue en Francia y España donde hubo variaciones. La llegada de los colonizadores a México trajo esta tradición en el siglo XVI, donde el haba dentro del pan se cambió por uno o varios muñecos de porcelana. En México, la tradición marca que a quien le ‘sale’ el niño Dios automáticamente se convierten en madrina o padrino y debe festejar el acontecimiento con tamales y atole el 2 de febrero, Día de la Candelaria.
¿QUÉ SIGNIFICA LA ROSCA?
La forma ovalada de la rosca simboliza el amor de Dios, sin un principio ni fin; las frutas como el ate simbolizan la gracia traída por Jesucristo. Otras personas señalan que son las joyas de los reyes que significan amor, paz y felicidad. Mientras que la figura del niño Dios, que sustituyó al haba, dentro del pan simboliza cuando José y María escondieron a Jesús de Herodes.
“La forma redonda de la Rosca simboliza la unión de la familia, en la religión católica. Aquí en Coahuila, es menos elaborada en cuanto a sabor a diferencia del sur. Por el intercambio de culturas es un poco más básico. Esta, simboliza la corona de los reyes magos y los frutos que lleva son las joyas. Los 'monitos' representan cuando se escondió al Niño Dios de Herodes, el Día de los Inocentes, fecha en la que se mandó a matar a todos los menores esa edad. Encontrárselo es una bendición y se convive aportando los tamales el Día de la Candelaria. El número varía de tres a cuatro hasta de seis a ocho, dependiendo de las personas. Nosotros buscamos ofrecerle una buena calidad a la gente para que vea la diferencia”.
LA EPIFANÍA DE LOS TRES REYES MAGOS
Una epifanía es una manifestación, aparición o revelación. Según las sagradas escrituras se tiene registro de tres:
-La epifanía del Río Jordán, cuando Jesús fue bautizado.
-La epifanía de las bodas de Caná.
-La epifanía ante los Reyes Magos.
Esta última es la que se conmemora el seis de diciembre de cada año. El Evangelio según Mateo cuenta que “Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: “¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle”.
Según distintos expertos citados por la Revista National Geographic los tres magos tenían conocimientos de Astrología y navegación, ya que fueron guiados por una estrella. Fue el teólogo Orígenes, del siglo III, quien propuso por primera vez que fueran tres magos en razón de los tres dones ofrecidos al niño: Oro, Incienso y Mirra.
A partir del siglo VIII los reyes recibieron nombres: Bithisarea, Melchior y Gathaspa. Llegando a ser venerados como santos. Mientras tanto, los nombres que conocemos actualmente, Melchor, Gaspar y Baltazar, fueron dados por el historiador Agnello, en su obra “Pontificalis Ecclesiae Ravennatis”, del siglo IX.
Así pues, la imagen que se tiene de los reyes magos varía pero se mantiene una base tanto en apariencia como en el significado que su regalo tiene: Melchor se representa generalmente como un anciano blanco con barba, por las personas provenientes de la zona Europea y ofrece al niño el oro por la realeza de Cristo; Gaspar representa a la zona asiática y porta el incienso por la divinidad de Jesús; y Baltazar es negro en representación de África y regala al Salvador la mirra, sustancia que se utilizaba para embalsamar cadáveres y símbolo de la humanidad del Señor.
La escena de los reyes magos visitando a Jesús se convirtió en un tema predilecto para la población, por lo que comenzaron a colocar decoración y cosas alusivas a los reyes en los nacimientos para la época decembrina.
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