MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¡En Balcones se vive bien!

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En la ciudad de Puebla, hablar de Balcones del Sur es hablar del sur de la ciudad porque se ha convertido en un referente por el alto grado de desarrollo que ha alcanzado en 40 años este importante núcleo poblacional en la capital poblana.

Cuando se formó esta importante colonia popular no era, ni de lejos, lo que es hoy; sin embargo, ese alto grado de desarrollo no es resultado de la buena voluntad de las diferentes administraciones gubernamentales: por el contrario, aun en contra del acoso y la embestida de varios gobiernos, Balcones del Sur ha salido adelante por su principal cualidad: la gente está organizada.

Al inicio, las familias que fueron defraudadas por una inmobiliaria y que habitaban en lo que supuestamente serían casas de interés social, tuvieron que enfrentar, antes que nada, dicho problema legal y como no hallaron apoyo de las autoridades en turno, aun con desconfianza buscaron el apoyo de una organización que aún no se escuchaba mucho en la ciudad: Antorcha Campesina.

Las pocas familias que habitaban las casitas de lo que hoy es Balcones del Sur, para llegar, debían caminar más de una hora, pues no había caminos, carreteras y mucho menos transporte público. Al llegar a la colonia se encontraban siempre con sus vecinos, quienes hacían guardias diarias para evitar ser víctimas de la delincuencia, pues tampoco había energía eléctrica y, por lo tanto, tampoco había alumbrado público.

Una vez que conocieron al Movimiento Antorchista, este los asesoró y encabezó en su justa demanda de que se les reconociera la propiedad de las casas por las cuales habían realizado ciertos pagos y las que se comprometían a pagar en su totalidad. Entonces comenzó la verdadera lucha para ellos: transformar el entorno de aquellas casas que se encontraban en medio de la nada.

No fue sencillo; siempre tuvieron que nadar contra corriente, pero entendieron que organizados y luchando como un solo hombre, podrían ir avanzando paso a paso para mejorar sustancialmente sus condiciones de vida.

Gestionaron transporte público, alumbrado público, sistema de energía eléctrica para sus hogares, agua potable, pavimentación de calles; todo esto llevó años de lucha diaria.

Por Palacio Municipal desfilaron muchos presidentes municipales, con todos se hizo la gestión correspondiente, que llevó meses y años. Muchos de ellos se fueron sin resolver una sola demanda; otros, después de incontables marchas y mítines tras haber agotado el diálogo, apenas y brindaron atención a una o dos demandas.

40 años después, Balcones se ha transformado descomunalmente. No hay en la ciudad de Puebla colonia popular que se le compare en su alto grado de desarrollo. 

Hoy, Balcones del Sur no es lo que fue hace 40 años. Aquel Balcones del Sur árido y olvidado queda sólo en la memoria de los primeros colonos; quizá en la de algunos de sus hijos, esos que fueron niños que jugaban y corrían entre calles de tierra y lodo, y hoy luchan por defender una colonia ejemplo que cualquiera envidiaría.

40 años después, Balcones se ha transformado descomunalmente. No hay en la ciudad de Puebla colonia popular que se le compare en su alto grado de desarrollo. Cuenta con la cobertura de todos los servicios básicos: agua potable, energía eléctrica, todas sus calles están pavimentadas y varias de ellas con concreto hidráulico; tiene una cadena educativa completa en donde los hijos de los colonos pueden acceder a estudios profesionales en la Escuela Normal Superior “Margarita Morán Veliz”.  

Gracias a la lucha del antorchismo y de su dirigente capitalina, Soraya Córdova Morán, quien fue diputada federal en la LXII Legislatura del Congreso de la Unión, se logró etiquetar en el Presupuesto de Egresos recursos para la construcción de la magna Casa de Cultura “Ing. Aquiles Córdova Morán” y de la imponente Unidad Deportiva “Lenin Campos Córdova”, las cuales ofrecen sus servicios de forma gratuita a la ciudadanía para desarrollar sus habilidades culturales y deportivas. Es decir, el antorchismo de Balcones del Sur no sólo se ha preocupado por atender sus necesidades materiales, también va más allá en la transformación del hombre. Cuando habla de fomentar el deporte y la cultura en la vida diaria del pueblo trabajador, estas obras son la muestra tangible de lo que se dice en el discurso.

Balcones también cuenta con un auditorio para el uso colectivo, donde los vecinos se reúnen para realizar periódicamente sus asambleas, además de otras actividades de interés colectivo como exposiciones escolares, conferencias, atención de servicios, entre otros.

El Centro de Salud Urbano es también un importante logro que con la lucha tenaz ha ido ampliando sus servicios y su capacidad de atención para que los colonos puedan curarse oportunamente.

¿Qué colonia popular puede presumir de tener, no digamos toda esta infraestructura cultural, deportiva y educativa, tan sólo la cobertura total de servicios básicos? Ninguna; incluso en las zonas más exclusivas, las personas deben pagar cuotas para tener derecho a utilizar este tipo de infraestructura deportiva, por mencionar un ejemplo.

Sin embargo, el alto grado de desarrollo y progreso por el que han luchado las familias de Balcones no se ha quedado encapsulado, por el contrario, ha irradiado y ha provocado que las colonias aledañas también se beneficien de estos logros obtenidos; esto también revela que la falta de vivienda es un problema que las autoridades se niegan a resolver, pero cuando la gente pobre busca opciones, le niegan toda la ayuda posible.

En Balcones del Sur, como resultado de 40 años de incesante lucha de los colonos organizados en las filas del antorchismo, ahora sus hijos ya no caminan en calles polvorientas, disfrutan de calles pavimentadas, con guarniciones y banquetas; muchas de ellas hechas en las faenas de los domingos. Asimismo, pueden estudiar todos los niveles educativos sin necesidad de trasladarse fuera de su colonia; tienen un lugar para curarse, tienen espacios de esparcimiento, para practicar arte, cultura y deporte.

En Balcones del Sur las familias son humildes y trabajadoras, no son ricas, pero viven bien.

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