El próximo 24 de junio, de nueva cuenta, los antorchistas de Guanajuato capital se verán obligados a manifestarse por las principales calles para exigir a Alejandro Navarro que cumpla los compromisos hechos desde el inicio del año, que consisten en la realización de algunas obras en las comunidades más humildes.
Son ya varios meses que campesinos han buscado entrevistarse con el presidente municipal, quien, a pesar de haber agendado varias fechas para atenderlos, no se ha presentado a ninguna de las citas, argumentando todo tipo de justificaciones y excusas que lo retratan como una autoridad insensible e indolente ante las necesidades más apremiantes de sus gobernados.
Son ya también varias las manifestaciones las que han tenido que realizar los inconformes a la presidencia municipal para exigir sus derechos y aunque han sido atendidos por funcionarios municipales, estos tampoco han tenido ni la voluntad ni la capacidad, para resolver sus demandas.
La protesta será el Día de San Juan, por lo que coincidirá con la festividad en honor de San Juan Bautista a quien se agradece la llegada de la temporada de lluvias y que está considerada como una de las fiestas más importantes del municipio y para la cual el Ayuntamiento ha destinado una partida considerable de recursos económicos, lo que permite ver que el incumplimiento no es por falta de dinero, sino más bien, a la insensibilidad de las autoridades municipales. Desde ahora señalamos que la protesta será respetuosa, pero enérgica y que lo único que buscamos es que se cumpla la palabra empeñada, por lo que responsabilizamos a Alejandro Navarro de cualquier agresión que se pueda cometer contra cualquiera de los manifestantes.
Bien conocido es el dicho en latín panem et circenses, que refiere “al pueblo, pan y circo”, que muy probablemente todos hemos escuchado alguna vez. La frase fue traída de la Sátira X de Juvenal, en la antigua Roma, y es conocida para referirse al entretenimiento del pueblo mientras padece sufrimiento y era una costumbre de los emperadores romanos para distraer la atención del pueblo de los cruciales problemas sociales o conflictos políticos que azuzaban en su momento a cambio de su obediencia y de su confianza. A pesar de haberse originado hace siglos, no hay duda, esta frase, puede aplicarse a la forma de gobernar en muchos estados y municipios, entre ellos Guanajuato capital, ya que con un poco de entretenimiento pretenden que nos olvidemos de los problemas más importantes que hay en nuestras comunidades.
Hace unos días, se realizaron elecciones en seis estados del país y los resultados todos los conocemos. El partido Morena fue el ganador; de las seis entidades federativas se impuso en Tamaulipas, Hidalgo, Quintana Roo y Oaxaca, mientras que la oposición solo ganó en Aguascalientes y Durango. Sin duda, la alianza Va por México tiene que replantearse la estrategia para las elecciones del próximo año en Coahuila y Estado de México y para la presidencial de 2024.
Aunque las dirigencias de los partidos de oposición han señalado que hay tiro para 2024, deben de reconocer que enfrentan una crisis por lo que es urgente que se armen de un buen proyecto de nación y busquen candidatos que verdaderamente representen a los ciudadanos, para que armados de buenas y novedosas propuestas se comprometan a hacer las cosas de manera distinta sino quieren irse de nueva cuenta al fracaso. Y aunque Morena es una desgracia para México, no hay duda de que la repartición de recursos públicos como limosna social y la popularidad de su mesías, resultado de crear falsas esperanzas al pueblo, le permite continuar engañando y manipulando a varios millones de mexicanos y lo continuará haciendo en sus ansias desmedidas de mantenerse en el poder.
La oposición debe hacer un análisis autocrítico de por qué no está convocando a la gente a las urnas, de por qué su discurso no compite con el de López Obrador y por qué su credibilidad esta por los suelos.
Una de las conclusiones a las que tendrá que llegar, es que muchos de quienes ostentan un cargo de elección popular, de sus partidos políticos, en cualquiera de los niveles de gobierno se continúan comportando como verdaderos reyezuelos a los que no les conmueve la miseria de sus gobernados y como ejemplo, ahí está, Alejandro Navarro en Guanajuato.
Sí Acción Nacional y el Gobernador del estado, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, pretenden conservar el poder en el estado, tendrían que revisar con todo detalle lo que sucede en este municipio, pues con su conducta, el edil, tal parece que no ha entendido la lección y será factor decisivo para la derrota en el municipio y en la entidad. A mis compañeros, les reitero, la lucha forja y educa a quienes con tesón luchan por un futuro más luminoso para sus hijos y no tengan duda de que vamos a ganar.
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