Demagogia y palabras huecas, sin obras y sin servicios para los guaymenses: así estamos a casi la mitad del mandato del gobierno morenista que encabeza la munícipe Sara Valle. Sus gobernados siguen esperando a ver cumplidos sus compromisos de campaña; muchos aseguran que estamos peor que antes; ni extraña ni sorprende de los gobiernos que se montaron en el caballo de Morena para llegar al poder, pero que ya sabíamos que eran cascajo y desecho político de otros partidos; por eso el actuar de los ayuntamientos actuales es parecido, igual o peor a lo que ellos tanto criticaron. Todos sabemos que el municipio está sumido en la basura, la inseguridad, falta de programas sociales que amortigüen el hambre, la falta de servicios sociales, las calles polvosas o llenas de baches, colonias sin el servicio del vital líquido, calles sin drenaje, espacios públicos abandonados, calles obscuras sin alumbrado público, en una palabra un municipio sin un proyecto integral de desarrollo que en corto o mediano plazo, convierta a este importante puerto en el modelo de desarrollo que tanto prometieron. Nada, todo fue una falsedad.
Desde el inicio de la administración morenista los vecinos guaymenses organizados en el Movimiento Antorchista acudieron al Palacio Municipal a entregar su pliego de peticiones, para que las obras solicitadas fueran contempladas en el plan de desarrollo municipal de obras de los años 2019, 2020 y 2021, pero no fue así. Lo mismo sucedió con los servicios y programas asistenciales. Después de varias reuniones con las direcciones de las áreas municipales y dos reuniones con la alcaldesa, en las que se comprometió a darle seguimiento a nuestras demandas y atenderlas —que en su mayoría son servicios básicos de incuestionable necesidad—, después de horas de esperas y reuniones infructuosas con los funcionarios, sin lograrse concretar nada, nos vimos en la necesidad de manifestarnos, con comisiones ciudadanas y mítines frente al Palacio Municipal, para exigir cumplimientos a las demandas sociales planteadas desde el año 2018. Como sabemos, no somos los únicos inconformes por la falta de atención y solución de nuestras necesidades, hay muchos más que no se atreven ni se arriesgan a denunciar, pero es hora de iniciar.
Algunas de las obras sociales que solicitamos son: electrificaciones para varios ejidos, bardas escolares, techumbres, pavimentos, drenajes, arreglo de caminos, bacheo de calles, alumbrado público, paquetes de mejoramiento a la vivienda, paquetes alimenticios, funcionamiento de Centro de Desarrollo Comunitario, lotes para vivienda, peticiones que se han realizado por años y que hasta ahora están sin solución.
Los ciudadanos organizados solicitantes de todo ello tienen los mismos derechos que cualquier otro ciudadano de exigir que se les resuelvan favorablemente sus peticiones de obras y servicios, en el entendido de que es obligación del gobierno municipal dotar a los ciudadanos de estos servicios. Pero así se las gasta el ayuntamiento de Guaymas, sin solucionar nada, resultando no sólo igual, sino peor que los anteriores: han caído más abajo de lo que criticaron, ahora se lamentan que no tienen dinero en las arcas municipales, que el pueblo pide mucho y no pueden con tantas necesidades. Pero nadie les dijo que gobernar era fácil, que encontrarían las arcas del erario público llenas.
Es vergonzoso ver cómo cae a pedazos la expectativa que el pueblo ilusionado tenía de lo que haría Morena cuando tomara el poder en sus manos: nada se ha cumplido, nada de eso se ha materializado, todo sigue en veremos. Sin embargo, el tiempo es el mejor juez, que todo lo juzga y pone las cosas en su lugar y el tiempo se agota, porque se avecina una nueva contienda electoral en la que a los gobernantes locales se les juzgará por sus hechos y obras que hayan realizado en beneficio de sus conciudadanos, el pueblo no puede seguir creyendo en promesas de campaña, el pueblo debe aprender de su pasado y no volver a creer en falsos cantos de sirena, el pueblo debe exigir compromisos serios de políticos y que dejen de ver los cargos públicos como un negocio, como una forma de vida, un modus vivendi. Necesitamos políticos que firmen compromisos con su pueblo y los cumplan a las primeras de cambio, que hablen de frente y con la verdad, de políticos que se quiten la camisa por su pueblo no sólo como candidatos sino como gobernantes, que conozcan y vivan con el pueblo las problemáticas sociales que le aquejan.
Nuestro verdadero enemigo no es el funcionario sino el rezago social, la pobreza, la inseguridad misma que tienen que ser combatidas por los gobiernos de los tres niveles. Compañeros antorchistas y vecinos de Guaymas llegó la hora de denunciar a los malos gobernantes con todo lo que esté en nuestro alcance y en todos los lugares de nuestro Estado necesitamos y tenemos derecho a vivir mejor; por eso hay que exigir que los gobierno honren y cumplan su palabra, basta de seguir esperando acuerdos sin cumplir y vivir en colonias sin servicios. Con este documento hacemos saber a la opinión pública lo que pedimos los guaymenses organizados en el Movimiento Antorchista, que como todo ciudadano tenemos derechos que corresponde al ayuntamiento respetar y hacer cumplir, no infringir; pero cuando estos se nos niegan, se nos pisotean, tenemos la libertad de denunciar los atropellos y violaciones a las garantías individuales. No daremos ni un paso atrás por el cumplimiento de nuestras justas demandas. Adelante, pueblo humilde organizado, vamos a seguir exigiendo, no hay gobierno eterno ni pueblo que lo aguante, con nuestra lucha aguerrida está asegurado nuestro triunfo.
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