Varios son los grupos que se darán cita en uno de los foros más emblemáticos del Estado de Oaxaca: el teatro Macedonio Alcalá, foro que ha albergado un sinfín de eventos de altísima calidad, eventos que desde luego se pueden apreciar pagando el respectivo boleto de entrada que oscila entre los 2 mil 890 pesos y los 4 mil, de acuerdo con el lugar que podamos pagar.
A fines del presente mes, en concreto el domingo 23 de octubre, este recinto albergará el VI Concurso de folclor internacional que organiza el Movimiento Antorchista Nacional, con la finalidad de que grupos dancísticos representativos de estados donde realiza trabajo Antorcha, rindan un merecido homenaje a diversos países ya sea para enaltecer las tradiciones de un pueblo o, como en otros casos sucede, para reconocer el trabajo de determinados gobiernos que han trabajado para beneficio de sus pueblos.
Han sido cinco ediciones de este Concurso internacional de folclor internacional. En ellos, cientos de personas han desplegado un arduo trabajo para concretar montajes esplendidos, llenos de color y alegría.
Todo gran proyecto inicia con un ideal, tan fuerte como el que tiene el Movimiento Antorchista Nacional, un ideal que consiste en regresarle al pueblo lo que una sociedad dividida en clase le ha robado a lo largo de los años, como es la cultura que ese mismo pueblo produce.
Los maestros de los grupos de bailarines amateurs realizan una titánica labor para investigar y fundamentar sus montajes, pero igual realizan una ardua labor con los ejecutantes para realizar lo mejor posible las puestas en escena.
Los jóvenes, cuyo único interés es bailar, se disciplinan de tal manera que de ser necesario se concentran días enteros para entregar su mejor esfuerzo. En esos momento es cuando apreciamos la abnegación de nuestra clase trabajadora, que pese a las dificultades existentes en casa son varios los padres de familia que permiten que jovencitos y jovencitas practiquen tan bella disciplina, como el baile o danza. La clase trabajadora muestra que es la más desprendida en cualquier asunto, no solo en el trabajo sino cuando de aprender se trata.
Otra muestra clara del desprendimiento del pueblo, es que las madres de familia, sin salario alguno de por medio, son las que se encargan de preparar los alimentos hasta para 60 personas. Así, los familiares de los bailarinse se involucran en el montaje. Ellas se encargan de hacer las compras, de preparar, de cocinar y de poner ese toque de amor a fin de que sus hijos desarrollen los talentos que anters estaban dormidos.
Asimismo, la comunidad estudiantil también se involucra con la preparación artística de los jóvenes al donar diversos víveres. Hay que subrayar que estos actos de nobleza no suceden en las grandes agrupaciones donde el interés primario es sacar ventaja económica del talento de los bailarines. Esos grupos, lamentablemente están corrompidos por la ambición y vanidad. Por el contrario, los grupos formados y alentados por el antorchismo está basada en el trabajo colectivo y el apoyo del pueblo.
El 90 por ciento de los maestros de danza y baile, egresaron de escuelas de artes promovidas por el antorchismo; los cuales, al culminar sus estudios decidieron abrazar la bandera de la noble causa de llevar las disciplinas artísticas a los que menos tienen y con cariño comparten su arte con otros jóvenes artistas, a quienes les inculcan actividades colectivas para sensibilizarlos.
Entre las actividades que los ayudan a para sostenerse y producir su vestuario, son las colectas públicas en donde, por unas monedas, exhiben su arte. Seguro estoy que miles son los mexicanos que los han visto bailar en cruceros, plazas publicas o lugares concurridos. Si tuviéramos un gobierno federal sensible y que verdaderamente apoye el desarrollo del talento de los mexicanos, apoyaría estos proyectos con el único fin de promover el arte en el pueblo.
Pero eso no pasa: cuando presentamos solicitudes para que los gobiernos municipales, estatales o federal nos apoyen para adquiriri cosas elementales como zapatos de danza o transporte para llevar alegría a alguna comunidad marginada, generalmente recibimos un rotundo “no” como respuesta. Suena cruel, pero de ese tamaño es el insensible pensamiento de los gobernantes en nuestro país.
Pero los artistas antorchistas vencen todos los obstáculos con el apoyo de la gente del pueblo, y así es grande la satisfacción de ver desarrollarse en el arte a jóvenes de escasos recursos económicos.
Todo el trabajo que durante un año realizan los jóvenes bailarines (ensayos extenuantes) se sintetiza en los diversos cuadros dancísticos que podremos apreciar en el VI Concurso Nacional de folclor internacional.
Si tú, al igual que estos jóvenes artistas, quieres que en tu comunidad se forme un grupo de baile y danza para que niños y jóvenes desarrollen su talento artístico, organízate en el Movimiento Antorchista, única organización social empeñada en desarrollar el trabajo cultural con la finalidad de alimentar el alma y el espíritu de los seres humanos. Tal es la grandeza de la querida organización de Antorcha.
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