Arturo García Mendoza, de 73 años de edad, llegó a vivir a la colonia Tlacaélel desde que esta se fundó y asegura que el Movimiento Antorchista le ha dado las facilidades para obtener una vida más digna.
¿Qué tiempo lleva viviendo en la colonia?
Yo empecé desde que se fundó la colonia Tlacaélel, pero por parte de mi hijo, ahora me quiero independizar, quiero una casa para mí y la organización me ha ayudado mucho para lograr este objetivo al no dejarme desamparado. Tengo 73 años y quiero obtener por mí mismo una casita con lo que me queda de fuerzas, por eso conocí a la organización y hoy lucho con ellos.
¿Qué es lo que más le gusta del movimiento antorchista?
Me gusta todo de Antorcha, principalmente el apoyo, el compañerismo. Vuelvo a lo mismo, no me han dejado desamparado. Considero que en la organización soy de los primeros en dar y en los últimos en recibir, pero me siento bien porque me han proporcionado una casita en donde vivir.
“Me sumo a todos los llamados que nos hace la organización. Los que vamos lo hacemos contentos; yo lucho para sobrevivir, yo lucho con ellos”.
¿En qué actividades se ha involucrado desde que está en la organización?
Yo participo en todo: marchas, faenas, salidas. Me sumo a todos los llamados que nos hace la organización. Los que vamos lo hacemos contentos; yo lucho para sobrevivir, yo lucho con ellos.
¿Cómo se ha transformado la colonia Tlacaélel al pasar de los años?
Cuando empezamos la organización nos apoyó con el terreno, el costo y los pagos de éstos fue muy accesible, luego, luchamos por más cosas. Yo, como te comento, llegué aquí desde el principio y la lucha en conjunto ha sido siempre la solución para resolver nuestros problemas y así adquirir mejores canciones de vida. Con decirte que ahora contamos hasta con drenaje. He tenido el apoyo de todos, hasta de los vecinos. Y es que, aunque todos tengamos que hacer muchas cosas, muchas actividades, cuando se necesita la fuerza, nos unimos.
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