El Gobierno federal encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador tomó la determinación de cancelar proyectos carreteros de vital importancia para México y reducir el presupuesto a otros, afectando sobremanera y principalmente a los estados fronterizos o del norte del país, que se verán estancados en su ya de por sí endeble economía tras el constante arrebato de recursos económicos por parte de la federación.
Es innegable que la agresión económica para entidades como Coahuila y otras ha sido permanente por parte del Gobierno llamado pomposamente de la Cuarta Transformación, sumando hasta hoy cuatro años sin inversión federal para carreteras.
Por supuesto que son sumamente necesarias para el progreso y el avance de esos estados que desde hace años se tienen que rascar con sus propias uñas, tanto en la construcción de ese tipo de vías de comunicación como para su mantenimiento, además de que con recursos propios se hacen milagros para invertir en otros aspectos de vital importancia, a decir de la salud, la educación, la seguridad y la atención a los grupos de migrantes que llegan para tratar de cruzar a Estados Unidos en busca del sueño americano.
En contraparte, la 4T contempla una reducción presupuestal en este año para lo que considera sus principales proyectos carreteros, donde no están Coahuila ni otras entidades del norte de México.
Las seis carreteras prioritarias para López Obrador recibirían recursos por un monto de 7 mil 41.6 millones de pesos, o sea 5 mil 172.3 millones menos que en 2023.
De los seis proyectos carreteros prioritarios que considera la Federación para 2024, cuatro estarían presentando disminuciones anuales, en medio de un escenario en donde se busca que las zonas centro y sur-sureste sean más competitivas para el nearshoring y mejore la dinámica logística.
De acuerdo con el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, en el Paquete Económico 2024 se plantea que las carreteras prioritarias para recibir inversión son las ubicadas en su mayoría en el centro y sur-sureste, con un monto por 7 mil 471.6 millones de pesos.
Supuestamente, los principales proyectos de inversión que resalta el Gobierno federal se ubican en su gran mayoría en las regiones centro, sur y sureste del país, las cuales, de acuerdo con Coneval, históricamente registran el mayor rezago económico y social, además de que al interior de esta región se concentra el mayor número de hogares que se encuentran en situación de pobreza, por lo que las obras propuestas servirán como detonante para el crecimiento regional.
La 4T contempla una reducción presupuestal en este año para sus principales proyectos carreteros, donde no están Coahuila ni otras entidades del norte de México.
Sin embargo, el monto planteado para 2024 significaría 5 mil 172.3 millones menos que el año pasado; en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 se proyectaron 12 mil 643.9 millones de pesos.
Cabe precisar que en el sexenio federal actual, Coahuila y algunas otras entidades del norte de México estarán sumando cuatro años sin que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) invierta recursos en el desarrollo de nuevas carreteras, mientras que vías como la 54 a Zacatecas, la 57 en “Los Chorros” y la Saltillo-Monclova se encuentran abandonadas, sin remodelaciones de ninguna especie.
En 2021 no se destinaron recursos para infraestructura carretera en Coahuila; misma situación para los presupuestos de 2022 y 2023, mientras que para en el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2024, el rubro también viene en ceros.
De acuerdo con el periodista Edgar González, uno de los proyectos prioritarios es la carretera a Zacatecas, que requiere de la ampliación de seis kilómetros en el tramo de La Encantada al entronque con Derramadero, pero en lugar de los cuatro carriles, los conflictos legales por el derecho de vía subsisten por más de cinco años, lo que también ha impedido avances en el proyecto.
En el caso de la carretera 57, en su tramo “Los Chorros”, en Arteaga, se presentan múltiples accidentes de tráileres y particulares en la pendiente de descenso saliendo del túnel, y tampoco hay inversión ni certeza de que este proyecto al menos se inicie en la actual administración federal.
Lo mismo sucede con la carretera 57, en su tramo de Coahuila, de Saltillo a Monclova, que es de un solo carril más acotamiento, y necesita mantenimiento a la carpeta asfáltica y ampliación a dos carriles por sentido para agilizar el tráfico interior y garantizar la seguridad de los automovilistas.
Es así como se puede advertir que de nueva cuenta el plan carretero para el norte del país se verá estancado con reducciones para algunas entidades y con nulos recursos para otras, incluyendo vías alimentadoras y caminos rurales, así como reconstrucción y conservación de la infraestructura existente.
Partiendo del elemental principio de que los inversionistas extranjeros o nacionales buscan contar con la suficiente infraestructura carretera para la movilización de sus productos, es evidente que el Gobierno federal asesta un nuevo descalabro para todas aquellas entidades que dejó sin recursos para cubrir ese importante rubro.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario