MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Explotación, pobreza y desigualdad, la realidad de los trabajadores de México

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En contraste con los países que integran la OCDE, México es la nación que dedica más horas al trabajo según datos del Coneval. Con 2 mil 137 horas de trabajo promedio al año, nuestro país se coloca como el que más tiempo le invierte a esta actividad en comparación con las mil 730 horas promedio (23% más horas que el resto). Una cantidad absurdamente mayor que desgraciadamente no se refleja en la productividad ni en mayores beneficios para la clase trabajadora mexicana. Todo lo contrario, la situación económica de los trabajadores es de las más miserables en la región y en el mundo.

Según datos del Coneval, la pobreza laboral en el país ha venido en aumento, tan solo en entre el segundo y tercer trimestre del 2022, aumentó a nivel nacional, pasando de 38.3% a 40.1%, lo que representa 1.8 puntos porcentuales más, dejando para fin de año a más de 51 millones de mexicanos para quienes el ingreso laboral no es suficiente para alimentar a todos los miembros de su hogar debido a que no les alcanza ni siquiera para costear la canasta básica. Esto ha terminado por generar un círculo vicioso en el que por falta de recursos los individuos no pueden acceder no solo a una buena alimentación, sino que difícilmente les alcanza para educación, transporte o incluso recreación y descanso para poder reponer un poco las energías que le son consumidas durante su jornada laboral extensa y mal pagada. 

De acuerdo con datos de la OCDE, de 2022, el mexicano promedio trabaja el 24.29% de las horas del año; el 5%, que equivale a 432 horas, se la pasa en el transporte público o en tráficos por embotellamiento (datos del IMCO 2022) y mil 40 horas en labores domésticas (12% de las horas del año). Pero esto solo en el caso de los hombres, ya que los datos indican que las mujeres dedican en promedio 2 mil 600 horas anuales a estas actividades (29.7%), lo que vendría a suponer una doble jornada laboral con respecto a los hombres, jornada adicional que al fin de cuentas no es remunerada. Del resto del tiempo el mexicano destina el 33% de las horas del año al sueño, esto suponiendo que se duerman 8 horas diarias, lo cual difícilmente se cumple ya que el 70% de los mexicanos solo duermen 5 horas en promedio al día. Esto deja al trabajador mexicano con un porcentaje muy pequeño de horas al año (a duras penas el 10% para muchas mujeres) para otro tipo de actividades como leer, practicar algún deporte, pasear con la familia, presenciar arte y cultura, etc. 

Es en este panorama, en que el trabajador debe levantarse todos los días con las fuerzas apenas repuestas para alimentar tanto las grandes máquinas de los dueños de los medios de producción como sus bolsillos, solo para recibir, a cambio de la jornada de trabajo más extensa de la OCDE, el salario promedio más bajo de los países que integran dicho organismo. Esta relación sueldo-trabajo de finales del año pasado, con sus respectivas consecuencias, ha dado por resultado un incremento en la pobreza del país del 2.3%, lo cual equivale a 2 millones 500 mil mexicanos que se integran a esta dinámica que poco a poco va minando las fuerzas y energías de nuestro pueblo trabajador a costa de satisfacer la avaricia de unos cuantos millonarios.

Estas condiciones de pobreza y desigualdad en la que viven millones de mexicanos son, en última instancia, el origen de muchos de los problemas que nos aquejan como nación; la delincuencia, la drogadicción, las enfermedades, la desnutrición, los homicidios y feminicidios, el retraso educativo, la  migración en busca de mejores condiciones de vida y trabajo, la violencia intrafamiliar, los secuestros, los robos armados, la inseguridad, altos índices de obesidad, diabetes y problemas cardiacos como dos de las principales causas de muerte entre los mexicanos, etc., son solo el desenlace al que lleva esta vida de miseria y abuso hacia nuestra clase más humilde y trabajadora. 

Antorcha ha manifestado durante más de 48 años que si se quiere acabar con todos estos estos males, el problema debe ser arrancado de raíz. El tiempo ha demostrado que nuestra organización tiene la razón, el paso de los años ha venido evidenciando que no importa el partido y color que nos gobierne, las condiciones en que viven los mexicanos solo han empeorado vertiginosamente. Los datos son escalofriantes y con el tiempo son cada vez peores. Ante este panorama el gobierno en turno solo se ha cruzado de brazos, el partido y persona en la que muchos pusieron su confianza por ser algo distinto a lo usual, lo único que nos ha dejado es el sexenio más violento de nuestro siglo, un aumento considerable de la pobreza y pobreza extrema, su política de apoyo social solo ha terminado por beneficiar al sector más rico del país (datos respaldados por el Coneval) y ha sido catalogado por medios internacionales como el “tirano del año” por la gran cantidad de periodistas asesinados durante su mandato. 

Para erradicar estas condiciones inhumanas de vida, el único que tiene la fuerza es el pueblo, un pueblo inconforme que luche con rigor contra todas estas injusticias, un pueblo consciente que sepa diferenciar entre las reivindicaciones puramente burguesas y la verdadera lucha de clases. Eso es a lo que el Movimiento Antorchista nos ha invitado desde su nacimiento, a educarnos y organizarnos, a luchar por el poder político de la clase proletaria, de lo contrario, seguiremos solamente trabajando para el beneficio de algunos cuantos, sacrificando en todo momento la sangre y vida de nuestra gente.


 

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