El actual presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador, ha iniciado una serie de políticas para curar a México de los males que padece. En el ámbito de seguridad, implementó su estrategia a la que llamó “abrazos, no balazos”, argumentando que la violencia no debe enfrentarse con más violencia, es decir, que las medidas coercitivas, la cárcel, las amenazas y las leyes severas no serán la solución para la paz de la nación.
A cuatro años de su administración, ¿su medida ha dado resultados? ¿Los mexicanos ya están más seguros viviendo en territorio mexicano?
De acuerdo con el gabinete de seguridad federal, en las primeras dos semanas de abril, se han registrado alrededor de mil asesinatos en México, un promedio de 70 víctimas por día; eso es lo más reciente. En el ranking hecho por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, AC y Misión Rescate México se dio a conocer que 17 municipios conurbados del país aparecieron en el top de las 50 ciudades más peligrosas del mundo, esto a finales de 2022; entre los que se destacan a Colima, Obregón, Tijuana, Zacatecas y Zamora. Según el Inegi, a través de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) arrojó que el 64.2 por ciento de ciudadanía considera que su ciudad es insegura realizada en 75 ciudades que son consideradas puntos de interés en México.
Las cifras oficiales revelaron que en los primeros cuatros años del periodo de López Obrador se acumularon 140 mil 532 homicidios dolosos, asimismo se dio a conocer que las entidades federativas con mayor incidencia delictiva son Guanajuato, Michoacán, Chihuahua, Baja California, Estado de México y Zacatecas. Esto representa el 131 por ciento más de muertes que los primeros años de gobierno de Felipe Calderón quién implementó la guerra contra el narcotráfico, mientras que el 59 por ciento más de fallecimientos que el primer cuatrienio de Peña Nieto.
El medio digital lasillarota.com en su nota titula: “Sabían desde 2017: AMLO sería “narco-gobierno” escrita por Ricardo Alemán, con fecha del 7 de marzo de 2023, en la que expresa de manera textual: La prensa norteamericana lo dice hoy sin cortapisas: México está en manos de las bandas criminales”. Continúa: Y vale preguntar por qué sólo quienes cerraron los ojos ignoraron que el proyecto político de López Obrador era financiado por los cárteles criminales; incluso muchos se negaron a ver que los 30 millones de votos de 2018 fueron posibles gracias al apoyo de bandas criminales y tampoco vieron que desde el 1 de diciembre en México despacha un “narco-presidente”. Termina: Hoy, seis años después de que aquí empezamos a documentar que López Obrador construía un “narco-gobierno”, el mundo descubre al “narco-presidente” mexicano y la prensa extranjera se escandaliza por las atrocidades del “narco-Estado” mexicano.
¿Acaso el narcotráfico dirige las riendas del país? Los hechos hablan más que las palabras.
Otro aspecto resaltante del gobierno de López Obrador es la inseguridad que padecen los profesionales de la información, en 2022, sumaron 11 periodistas asesinados; además que de la República Mexicana por cuarto año consecutivo se mantuvo como el país más peligroso para los informadores, se dio a conocer el balance anual que publicó Reporteros Sin Fronteras.
¿Y qué hay de los crímenes políticos? Tan solo, en el cuatrienio de López Obrador, han asesinado a 18 alcaldes y 8 diputados en México. Estudios han revelado que la República Mexicana es la nación con el mayor número de asesinatos de líderes sociales en América Latina, con un total de 54 crímenes; el 40 por ciento de las víctimas son de origen indígena.
En los últimos días, el Movimiento Antorchista denunció el crimen de dos dirigentes de la organización social en el estado de Guerrero, Conrado y su esposa Mercedes, quiénes fueron asesinados a golpes, junto con su pequeño hijo, de seis años, quien fue asfixiado, de acuerdo con la autopsia; por ello, el antorchismo exigió a las autoridades esclarecer el asesinato y castigo para los autores materiales e intelectuales.
Este panorama nos refleja que la estrategia impulsada por el Gobierno federal, que encabeza López Obrador, de “abrazos, no balazos” fue un error completo y que, lejos de que el pueblo mexicano viva “feliz, feliz, feliz”, vivimos en un mar de sangre. En cada rincón del país, se vive la inseguridad.
Lo que se ve es que hay un gobierno que forma parte de las filas del crimen organizado por los nexos que se ha dado a conocer a través de los medios de comunicación. La población mexicana sufre de asesinatos al por mayor.
Con López Obrador, México se viste de rojo por la sangre que se derrama a diario. ¿Hay un camino para darle una nueva dirección al país? Sí, es la organización y educación del pueblo para que cuente con la fuerza para que tome en sus manos el poder y pueda tomar las riendas de la nación y la pueda llevar por un sendero de progreso y desarrollo.
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