MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¡Hay bálsamo de amor, para tu herida!

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Vida llena de encantos y de penas.

Vida llena de amor y desengaños.

Con insidia fatal pasan los años,

Y tú; ¡oh, vida! No rompes sus cadenas.

 

¿Qué esperas corazón que así palpitas?

Esperas la ilusión que da la vida.

Las flores del jardín no están marchitas,

Y hay bálsamo de amor para tu herida.

Así suenan, junto al piano, las letras del zacatecano Manuel María Ponce. Nacido en Fresnillo, Zacatecas, el 8 de diciembre de 1882, su hermana Josefina, al darse cuenta de sus aptitudes, empezó a darle clases de piano, en el año de 1900 ingresó al Conservatorio Nacional de Música, de la ciudad de México, para posteriormente especializarse como pianista en Italia y Alemania, al finalizar, retorna a México y se dedica a la docencia.

Aun cuando su especialización se da fuera de México, sus letras, melodías… ¡Su música! Tienen ese sentido mexicano y folclórico, que hizo que en el año de 1934 se le reconociera en Francia por ser el primero en recoger la música popular de su país, y estilizarla con fidelidad.

El nacionalismo fue un movimiento revolucionario de tipo social, ideológico, político, artístico… Que se da en el siglo XIX, como una acepción “anti-españolista”. En la música, este periodo coincide con la etapa del romanticismo (1820).

Las obras nacionalistas musicales llevan implícitos ritmos, melodías, armonías… Que son consideradas como folclóricas o nacionales, José Pablo Moncayo, Blas Galindo, Salvador Contreras y por supuesto el gran Manuel María Ponce, entre otros, formaron parte de este gran periodo, importantísimo para la música mexicana, entre ellos quiero destacar hoy a Manuel M. Ponce.

Las letras de Ponce tienen ese sentir de la cotidianidad en el México del siglo XX.

“Cuánto te quiero bien de mi vida,

Cuánto he sufrido sin poderte ver

¡Si bebo vino es por ti, oh mujer!

Nada les importa,

¡Cuiden su vida

dejen la mía padecer!”

 

Se lee en su canción “Cuiden su vida”.  Compuso piezas para guitarra, canciones, música de cámara, orquesta, piezas para piano (como el bellísimo “Intermezzo”) entre otras grandes composiciones… En aquellos años que se da un gran florecimiento en nuestra música, las letras y melodías de Ponce sobresalen y siguen siendo reconocidas en la actualidad. Se dice que algunas canciones como “A la orilla de un palmar” o “La pajarera” eran de dominio popular, que Ponce recogió, estilizó y regresó al pueblo, para que no se perdieran con el tiempo. (Algo semejante a lo que le sucedió a Mozart con su “Tema y variación”).

Una de sus piezas más conocidas es “Estrellita” la cual, lamentablemente, no fue registrada por su autor, haciendo creer a la gente que este tema es de dominio popular.

En la actualidad, la música de Ponce es fundamental para conocer al México de aquel siglo, para entender el nacionalismo, para asomarnos un poco a la forma de vida que se tenía, en fin… La música de Ponce nos ayuda a esbozar la realidad de nuestra sociedad hace apenas un par de siglos atrás, y hoy forma parte del gran repertorio de concierto mexicano, que es obligación de todos los mexicanos conocer. Y de todos los estudiantes de música, interpretar con la misma pasión con la que fueron escritos cada uno de estos temas. Seguro estoy que el nacionalismo musical mexicano perdurará con el tiempo, mientras en algún sitio se interprete a Ponce, con todas sus dinámicas…

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