En el 2013 me tocó leer un artículo del Secretario General de Antorcha, el maestro Aquiles Córdova Morán, el cual tituló “El arte de cobrar impuestos”, en el que se explica de manera detallada cómo se amañan los funcionarios para cobrar impuestos, imponer a la ciudadanía un incremento para sacarle los míseros pesos que se ganan durante su jornada laboral, y el artículo comienza así:
“Ciertamente que no hay tarea más ingrata (ni más indispensable al mismo tiempo) para cualquier gobierno del mundo, que la imposición y la recaudación de las contribuciones que cada ciudadano, cualquiera que sea su condición económica, tiene que pagar a la hacienda pública para el sostén del mismo aparato de gobierno y para hacer frente a los gastos e inversiones que no corresponden, no pueden o no deben efectuar los particulares”.
Muchos repiten aquella apología del expresidente de la república de que “no puede haber pueblo pobre con gobierno rico”, pero en los hechos esto no se viene haciendo en la realidad.
Así, recordar cómo a lo largo de los años los impuestos han ido desapareciendo, desde los impuestos por puertas y ventanas hasta por tener mascotas, pero hoy parece que en la historia vamos regresando, pues a pesar de que muchos repiten aquella apología del expresidente de la república de que “no puede haber pueblo pobre con gobierno rico”, en los hechos esto no se viene haciendo en la realidad, pues pareciera que lo primero que se quiere hacer es exprimir al pueblo.
Tecate es un claro ejemplo de aquello. Este municipio, donde pareciera que nada pasa, es “pueblo chico, infierno grande”, entre inseguridad, incendios, ahora con la cobranza del servicio de basura y con el nada “simbólico” del aumento al impuesto predial que, se escuchó, va desde el 22 al 400 por ciento. Nada es poquito aquí en Tecate, donde en efecto, parece pueblo mágico, pero sólo para un sector de la sociedad.
Pareciera que esto cambiaría la forma de vida de los tecatenses, tal vez sólo para algunos, pero no para los más pobres, pues en esta ciudad, donde por años ha gobernado la izquierda (llámese izquierda a los multicolores que por la silla han pasado), estos no han dado siquiera un avance de desarrollo al municipio, tal vez porque no está a la vista de todos o porque a pocos les interesa lo que pase en Tecate; por eso no van más allá de componer una calle, de eventos de aniversarios y demás (que acá entre nos, sí cuestan una millonada) y de quedar bien con el sector empresarial, pero no con el pueblo, no con la gente de a pie que los puso en el poder y en donde se tendría que ver el desarrollo y compromiso de los gobiernos.
Cuando en su discurso de toma de protesta, el alcalde dijo “en mi gobierno serán primero los pobres”, nunca señaló que era a los pobres a quienes primero les iba a subir los impuestos, se les iba a cobrar el servicio de la recolección de basura o que era a los pobres a los que se les iba a tener olvidados, pues hoy en día no existe una sola colonia nueva promovida por el ayuntamiento; no existen obras que realmente mejoren la calidad de vida de los tecatenses.
Al día de hoy sólo se entregan apoyos, que si bien es cierto, son de ayuda, nunca podrán sacar de la miseria a los miles de tecatenses que se encuentran en ella. Cobrar impuestos a los pobres es un error, pues resulta que a nosotros, nos llueve sobre mojado, y aguas que viene la temporada de lluvias.
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