Tras el paso del huracán “Kay” en Baja California Sur, miles de familias mexicanas han sido olvidadas por las autoridades, pues carecen de plan y estrategia para enfrentar los estragos causados por el huracán y las tormentas venideras en esta temporada de ciclones.
Las colonias populares de la entidad volvieron a ser las más afectadas, pues la mayoría carece de pavimentación, drenaje y alcantarillado y viviendas dignas, poniendo en riesgo a las familias más humildes de nuestro país.
La desaparición del Fondo Nacional para los Desastres Naturales (Fonden) por parte de Morena tras su arribo al poder federal vulneró aún más la mala calidad de vida de los mexicanos.
Especialistas han defendido la integridad de dicho fondo, pues afirman que era un programa que permitía la recuperación inmediata de las condiciones de vida de los damnificados por cualquier fenómeno natural en México.
Más de cuatro mil millones de pesos fueron eliminados en el 2020, recurso que permitía responder con mayor oportunidad para la protección de la vida y la salud de la población. Familias del norte del país, afectadas por las recientes lluvias exigen a las autoridades estatales y federales la creación de un nuevo plan que ayude a enfrentar los desastres naturales y que no ponga al descubierto las carencias y necesidades extremas de que son objeto.
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