En nuestro país, actualmente predomina una cultura de aceptación a la música y el cine que embellece la vida dentro del mundo del narcotráfico, ya es algo normal entre los infantes y los jóvenes mexicanos el querer tener una vida como la que se describe en las series, en las canciones donde se pinta este mundo como un lugar donde se vive lleno de lujos, dinero y poder.
La infancia mexicana, al igual que la juventud, es constantemente bombardeada con este tipo de música y cine, no sorprende el incremento de jóvenes que entran a formar parte de los grupos de violencia que atormentan la vida civil en el país, en años anteriores se llegaban a escuchar casos sobre jóvenes dentro de estos grupos, es verdad que eran pocos los casos, pero ahora ya la misma sociedad no se muestra sorprendida por la cifra de jóvenes que están dentro de estos grupos. En 2019 la mayoría de las detenciones (el 90 por ciento) realizadas por la policía federal corresponden a niños, niñas y adolescentes. Siendo la parte norte del país donde se da con mayor frecuencia este problema.
La organización Reinserta que se dedica, mediante propuestas, proyectos y modelos sustentables de prevención y protección, a alejar a niños y adolescentes de la violencia, dice que alrededor de 250 mil niños en el país corren el riesgo de ser recluidos por el crimen organizado. Preocupa la cantidad de jóvenes que se encuentran a merced del crimen organizado, jóvenes que se acercan a este mundo pensando que van a tener una mejor vida sin saber que solo son vistos como carne de cañón por estos grupos.
Ante esta problemática no existe una respuesta del gobierno de la 4T para evitar la descomposición de lo que se considera el futuro del país, su juventud. No hay, ni se observa un interés gubernamental por alejar a los jóvenes de este camino, todo lo contrario, pues políticos que buscan actualmente algún puesto traen como promesa en caso de ganar llevarle a los jóvenes a los cantantes que promueven este tipo de música (música que invita a formar parte en los grupos de la delincuencia). Las autoridades no hacen nada por erradicar esta aceptación errónea en los jóvenes de este tipo de vida, al contrario, la promueven.
Tenemos el problema de una educación pésima, una educación que no busca educar realmente a los niños y a los jóvenes y solo les pide un mínimo esfuerzo para que egresen de las escuelas. No hay un interés por educar a nuestros jóvenes, las autoridades educativas del país mantienen olvidada a la infancia y juventud mexicana.
Hay que reconocer que el problema con el bajón del nivel educativo nacional se dio con la llegada de la 4T al poder (no estoy diciendo que antes de su llegada la educación tuviera un nivel elevado), pero cuando Morena llega a la presidencia se dedicó a tirar y cancelar proyectos que de alguna manera subsanaban y ayudaban a los niños y jóvenes a estar concentrados en sus estudios. Uno de estos programas era el llamado Programa de Escuela de Tiempo Completo, que mantenía a los estudiantes realizando actividades deportivas y culturales que sirven y ayudan a los jóvenes.
No debemos normalizar la falta de calidad educativa, ni mucho menos normalizar el acercamiento de los jóvenes a los grupos del crimen organizado, tenemos que exigir al gobierno una educación de calidad, programas deportivos y culturales que jalen a los jóvenes, necesitamos que los jóvenes hagan cultura, practiquen deporte y se centren en estudiar y no en querer tener una vida de novelas con un final que no se cuenta pues no es a como lo dicen. Para que todo esto suceda el gobierno tiene que regresar los apoyos.
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