En Sonora el trabajo antorchista inició en 1997 en la comunidad pesquera de El Choyudo. A lo largo de estos años esa comunidad ha conseguido con sus luchas diversos apoyos, destacando la construcción de 15 kilómetros en tres etapas de su carretera, esto con apoyo de todo el antorchismo nacional a través de sus diputados federales. Para lograrlo tuvieron que vencer la resistencia de caciques locales que querían que dicha carretera pasara a 15 kilómetros más al Sur, lo cual haría imposible financiar la obra; llegaron los caciques incluso a destruir las obras de la carretera, con grandes maquinarias les hicieron enormes hoyos y zanjas para interrumpir los trabajos. La lucha fue titánica y la organización de los pobres ganó la batalla. Compañeros, esa comunidad empujó su progreso con 22 kilómetros de tubería y cableado para llevar a sus hogares agua potable y electricidad y construyó sus escuelas: vencimos a los caciques y al desierto.
Antorcha ha intervenido en la formación de colonias populares en Guaymas, en Huatabampo y en Hermosillo. La constante de estos asentamientos humanos ha sido desde entonces la lucha social por conseguir sus satisfactores y no mentiremos si afirmamos que su nivel de urbanización es alto, si consideramos la pobreza que caracteriza a sus vecinos: a lo largo de estos años han conseguido drenajes, aguas potables, electrificaciones, mejoramientos urbanos diversos. Los grupos de las colonias antorchistas le han impreso a la vida social de Sonora una dinámica notable de lucha social civil, legal y persistente; los nombres de sus colonias son reconocidos por eso: Humberto Gutiérrez Corona, de Hermosillo y Guaymas, La Antorcha, Cajeme, Manuel Serrano, de Hermosillo y otras las hemos convertido en sinónimos de digna lucha por el mejoramiento de nuestras condiciones de vida. Tampoco mentiremos, pues, si afirmamos que los sonorenses conocen a Antorcha más bien por ser una organización luchadora, y con ese prestigio sigue en la actualidad.
El reconocimiento oficial para las escuelas de esas colonias ha sido una de las razones de su mayor movilización. Durante estas más de dos décadas la estrategia de las diversas autoridades estatales y municipales ha sido boicotear el trabajo de sus maestros a los que no pagaron durante años, dejando a los padres la carga económica de apoyarlos. A pesar de ello, Antorcha se ha caracterizado en Sonora por fundar, impulsar y hasta construir escuelas, consiguiendo aulas y lo necesario para su funcionamiento. Podemos decir con orgullo genuino que en Sonora Antorcha siempre ha impulsado la educación del pueblo más humilde, aún en contra de funcionarios insensibles, por décadas. Como prueba invitamos a visitar las escuelas de los niveles básicos en las principales colonias que Antorcha ha impulsado: no tendrán quizá los mejores edificios, pero sí representan el coraje y la decisión popular inquebrantable de brindar a nuestros hijos cada vez mejores condiciones de estudio.
En el Sur del estado de Sonora Antorcha ha estado presente encabezando luchas para defender tierras campesinas en Tesia, Navojoa, en los años 2014 y 2015; injustamente agredidos, habiendo sufridio el atentado de pretender robarles su propiedad sobre más de 5 mil hectáres, los hombres buenos de Tesia tienen presente con cariño nuestro decidido combate por los intereses populares. Asimismo, nuestra Organización ha estado presente en la lucha constante por agua potable, electricidad, caminos y escuelas en comunidades y colonias de Huatabampo y Etchojoa. También por esas tierras Antorcha es sinónimo de lucha social por la justicia social y el progreso.
Un momento importante de nuestra existencia fue cuando logramos en 2010 que la Comisión Federal de Elecricidad (CFE) detuviera sus agresiones a los bolsillos populares y reajustara las injustas tarifas que impuso a los pobladores de Guaymas, Empalme y Puerto Libertad. Nuestra lucha logró que más de cinco mil familias vieran reducidas las voraces cuotas que la CFE exigía. Esta lucha antorchista probó una vez más el valor de la unión popular; el alto aprecio que tienen miles de familias guaymenses por Antorcha se siente todos los días en las calles.
Otra cosa que podemos recordar en estos momentos de recapitulación es que las colonias que formamos en Hermosillo nunca recibieron tierras de parte de los gobiernos: nos abandonaron, ni una piedra nos ofrecieron, a pesar de ser obligación del estado garantizar el derecho constitucional a la vivienda y de existir oficinas por todas partes destinadas a la vivienda popular, a nosotros nos despreciaron, y los apoyos que conseguimos se los tuvimos que arrancar. Primero, compañeros, tuvimos que comprar nosotros mismos las tierras de las colonias que atrás hemos mencionado. No nos regalaron nada: todas fueron compras legales de tierras, a pesar de ello nos han tildado de "invasiones" por años, para prejuiciar a la población en contra nuestra. Nos cooperamos para adquirir legalmente las tierras y así hemos funcionado hasta el momento: lo que los pobres no hacemos por nosotros mismos, ningún rico o gobierno lo hará, a menos que sea nuestro propio gobierno.
Y finalmente, queremos recordarles a ustedes otro aspecto importante de nuestras luchas en Sonora: la creación, sostenimiento, impulso y defensa de la Casa del Estudiante Sonorense (CES), una de las actividades primordiales de nuestra Antorcha Estudiantil. Este albergue para hijos de trabajadores sin recursos para sostener sus estudios representa en Sonora el más completo proyecto de educación popular, al que Antorcha le ha entregado todo lo que ha podido. Durante más de una década nos han boicoteado este proyecto. No obstante, la CES cuenta con un gran prestigio de lucha entre la población hermosillense y ha logrado arrancarle al Estado subsidios mensuales, apoyos diversos y últimamente, un terreno para la construcción definitiva de la Casa, así como un presupuesto de 9 millones de pesos para la obra.
Compañeros: el desarrollo de Antorcha en Sonora no ha sido todo lo rápido que queremos, pero sí podemos decir con la frente en alto, que los antorchistas de Sonora nos hemos comportado con dignidad, luchando incansablemente por los intereses de los más humildes y olvidados de los cientos de grupos ciudadanos que constituyen nuestro contingente. Hemos construido una historia digna de ser contada y no nos avergonzamos de nada. Compañeros, a pesar de todos los obstáculos que nos han puesto para impedir nuestro desarrollo como organización popular fuerte y poderosa, podemos decir a nuestra Dirección Nacional y a nuestro Secretario General, el Ing. Aquiles Córdova Morán, que a 45 años de nuestra creación, en Sonora Antorcha está bien presente, viva, actuante y dispuesta a crecer y fortalecer su estructura en bien de los trabajadores de México.
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