MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La feria de los cheneros en Hopelchén, Campeche

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Le nombran la feria de la miel y el maíz. Con gran entusiasmo esperan los cheneros estas fechas, para celebrar su tradicional feria del pueblo. Hopelchén, lugar de los 5 pozos, recibe en estos días a más de 5 mil personas que asisten a los festejos.

Del 3 al 8 de abril es la jornada de fiesta, bailes regionales, corrida de toros, juegos mecánicos y música regional. Cerró el domingo 8 de abril con la reconocida banda “El Recodo” que se presentó de manera gratuita en la Unidad Deportiva de la cabecera municipal.

La cabecera del municipio de Hopelchén es una ciudad del estado de Campeche cercana a la frontera con el estado de Yucatán, en la denominada región de los chenes. Se le denomina "Región Chenes" no precisamente por el municipio que tiene la terminación chen, sino que en esta región, sobre la carretera que comunica Hopelchén con la capital del estado existen muchas comunidades con esta terminación: Kancabchén, Bekabchén, Pakchén, Dzibalchén, Komchén, Dzibalchén y Sahkabchén.

Por doquier encuentra uno esa frase que los caracteriza: “Soy mero chenero…” con la que orgullosamente muestran su origen, y hablan maya, aunque, desgraciadamente, las nuevas generaciones ya no lo practican.

En la región de los Chenes a sus habitantes se les llama "cheneros". La región donde se asienta la ciudad de Hopelchén fue una importante zona de la cultura maya, por lo que desde antes de la colonia ha estado muy poblada, Hopelchén cabecera fue fundada aproximadamente en 1621 como un pueblo de congregación, es decir un asentamiento para atraer y evangelizar a los pobladores mayas de la región.

Pronto llegó a conjuntar a más de 20 mil habitantes. Como en el resto de la península, los mayas fueron sumamente reacios a aceptar la conquista española y Hopelchén fue uno de los centros de esa rebeldía: por su posición fue una población intermedia entre las zonas plenamente conquistadas del camino que unía a San Francisco de Campeche con Mérida y el interior de la península donde se refugiaban los mayas rebeldes.

Pronto Hopelchén constituyó un importante centro de intercambio comercial donde diversos grupos mayas intercambiaban los productos que producían en diversas regiones.

Hacia inicios del siglo XVIII, la población se acrecentó con españoles, datando de esta época los principales monumentos arquitectónicos coloniales de la ciudad, que se convirtió en el centro de la llamada región de los Chenes, es decir, región de los Pozos en maya, conocida así por los pozos o aguadas que existían y que se convirtieron en focos de población.

Tal situación continuó a lo largo de las primeras décadas de la independencia de México, hasta que en 1847 estalla en toda la península la Guerra de Castas, en la cual los mayas se rebelan contra los mestizos debido a los abusos sufridos, desde las poblaciones orientales de Tepich y Tihosuco, donde se inició el levantamiento. Este pronto se extiende al centro de la península y a los Chenes, y en mayo de 1848, un grupo maya liderado por Juan de Dios May atacó Hopelchén, sufriendo tanto atacantes como atacados grandes bajas.

Durante la guerra de castas se agudizaron los conflictos entre Mérida y Campeche, que llevaron finalmente a la creación del estado de Campeche como nueva entidad el 6 de agosto de 1857. El 29 de enero de 1858 Hopelchén y las poblaciones que dependían de ella declararon pertenecer al nuevo estado.

Tras la Intervención francesa y con el inicio del Gobierno de Porfirio Díaz, Hopelchén ganó en prosperidad económica, principalmente como asiento de haciendas agrícolas y con ellas llegaron diversos avances técnicos, como la línea telegráfica que unió Hopelchén con San Francisco de Campeche y con Iturbide.

La clase hacendaria asentada en Hopelchén causó que tras la Revolución mexicana fuera uno de los principales focos de lucha antiagraria, aunque esta sería finalmente derrotada. En 1915 fue elevada a cabecera municipal del municipio de Hopelchén, y en 1959 fue declarada ciudad.

Por esta historia del municipio, todos los lugareños festejan con gran algarabía; por doquier encuentra uno esa frase que los caracteriza: “Soy mero chenero…” con la que orgullosamente muestran su origen. Hablan maya, aunque, desgraciadamente, las nuevas generaciones lo conocen, pero ya no lo practican.

Pese a esto, los Chenes, y los cheneros han destacado por defender con orgullo su origen maya, por luchar y defender los intereses de los campesinos y de las familias más humildes, identificados con su origen prehispánico, con la Revolución mexicana, con la lucha agraria y esa historia es todavía, sobre todo entre los más adultos, motivo de orgullo y distinción, que no van a desaparecer por mucho que se integre al desarrollo y se modernice.

Pues tocó en esta ocasión, a ellos y a todos los que se quisieron y pudieron sumar, disfrutar de su fiesta, su corrida de toros, mostrando sus mejores ejemplares los ganaderos del estado de Campeche, Quintana Roo y Yucatán.

Gran colorido con su embajadora, la joven Laila Yoselina Dzib Moo quien fue coronada el jueves 4 de abril. Su tradicional cabalgata, mostrando sus mejores atuendos, sus huipiles y ternos, en un recorrido que se realizó desde la casa de la cultura hasta las instalaciones de la feria.

No cabe duda de que, si de festejos se trata, echan la casa por la ventana, como dice el famoso refrán… una vez al año. Enhorabuena para los cheneros; felicidades por su festejo.

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