Después de la euforia que provocó la caída del Muro de Berlín en 1989, se le vendió al mundo la falsa idea de una nueva realidad que garantizaría al mundo el predominio de leyes democráticas, un desarrollo próspero para todas las naciones, una solidaria y pacífica cooperación internacional, un nuevo orden internacional que beneficiaría a toda la humanidad. Sin riesgo a equivocarnos, la obra más acabada de esa errónea percepción se resuma en la obra de Francis Fukuyama, El Fin de la Historia y el Último Hombre, donde se plantea que superado el conflicto ideológico que daba sentido a la carrera nuclear y graves conflictos antes de 1989, ahora las Naciones Unidas y otros organismo internacionales creados por occidente, podían cumplir su rol para la que habían sido creados, resolver los conflictos entre naciones e implementar la paz en el nuevo orden internacional. Al finalizar la Guerra Fría, se quedó como única potencia hegemónica en el sistema internacional a los EU. Al percatarse que no era posible por la vía de un proceso natural la adopción de los pueblos del nuevo sistema político y económico preconizado por ellos, para reafirmar y extender su dominio, sino que era necesario el uso de la fuerza, la coerción y las armas, de tal forma que así se evitaría la creación de una nueva nación con la fuerza suficiente que los desafiara, pasando en los primeros años de una hegemonía suave a una hegemonía basada en la fuerza. Después del acto terrorista del 11 de septiembre creado por las elites norteamericanas, en nombre de combatir el terrorismo internacional, fue la mentira perfecta que habría que difundirse para invadir por vía de las armas a varias naciones que se resistían a alinearse. Ahí se agudizaron las atrocidades del imperialismo yanqui que hasta el día de hoy sigue derramando sangre por varias regiones del mundo.
Pronto, más rápido de lo que muchos pensamos, varios conflictos en el orden internacional hicieron que esa percepción prometida de bienestar, paz y armonía, se relativizara, que las guerras armadas seguían siendo la vía para intentar resolver los conflictos, como la intervención en los Balcanes, el apoyo incondicional a Israel en su invasión contra Palestina, la intervención fallida en Somalia. Entonces los ideólogos norteamericanos labraron el concepto de pasar de la hegemonía suave a la hegemonía dura, que al desaparecer su contrincante, nadie impediría la imposición de su modelo económico, político y militar en muchas regiones del planeta, las élites norteamericanas y sus aliados asumían, conscientemente su predominio sobre la mayoría de la humanidad, vendiendo la idea de derrotar al terrorismo internacional y llevar la democracia donde había gobiernos dictatoriales; sus dos banderas falsas del neocolonialismo norteamericano y sus aliados, por medio del cual han ido tomando por la fuerza control estratégico en varias regiones del mundo, tanto comercial, militar, industrial, control de malas materias primas, hidrocarburos, maderables, etc., ahí están como ejemplos los conflictos provocados en el Cáucaso, Asia Central, el Golfo Pérsico, Centroamérica, entre otras regiones del mundo hasta hoy controladas por EU, construyendo más de 850 bases militares. La guerra de hoy en Ucrania, Líbano, Palestina son el resultado del despojo de tierras, la intromisión en la soberanía de las naciones, el saqueo de recursos naturales, la violación de los derechos humanos, torciendo las leyes internacionales a sus intereses y con sus poderosos medios de comunicación manipulando la verdad de acuerdo a sus conveniencias, todo esto orquestado, diseñado y ejecutado por los que se sienten dueños del mundo, que en nombre de la democracia, dios y la justicia, han hecho las peores atrocidades en las últimas décadas en varias partes del planeta, esos son los verdaderos delincuentes disfrazados de víctimas. No podemos seguir creyendo en la propaganda de las naciones que han provocado, inventado, diseñado y hecho las guerras en nombre de la democracia para seguir manteniendo el poder mundial.
Entonces la hegemonía de un Estado o grupo de estados que controlan la política internacional a través de su poder económico, militar y normativo, por medio de la fuerza y métodos coercitivos para someter a los más débiles convirtiéndolos en sus subordinados, debe terminar y ser sustituido por un mundo multipolar, donde se respete la soberanía y autodeterminación de los pueblos, la solidaridad y la cooperación para el desarrollo plenos de los seres humanos debe ser el eje rector. Por ahora, no sabemos con qué rapidez se configura un mundo multipolar, pero se desarrolla y se vislumbra en el devenir más rápido de lo que muchos creían. Hoy, surgen otras potencias emergentes encabezadas por los BRICS, encabezados por Rusia, China y Brasil, que pugnan por un mundo multipolar, donde se defiende el derecho de todos los países de buscar las vías para el desarrollo político, industrial, comercial, tecnológico, militar, cultural, educativo, deportivo de sus pueblos, las naciones subdesarrolladas no deben seguir permitiendo, ser víctimas durante siglos de esclavitud, explotación, saqueo y sometimiento militar, económico e ideológico por unos cuantos países que se creen dueños del planeta y el sistema solar e incluso el universo.
Lo que está sucediendo en el mundo debería de ser de interés de todas las clases trabajadoras de los diversos sectores productivos, organizarse, educarse y luchar para liberarse de las garras de los falsos demócratas, los terroristas de cuello blanco, los delincuentes de estado, los que hoy se sienten dueños del mundo y obligan a las naciones débiles a obedecer sus condiciones a punta de bombas y cañonazos, esclavizándolos y apoderándose de sus riquezas naturales. Hoy se necesita una sociedad con igualdad de derechos en los hechos y no solo en los discursos, donde el desarrollo y progreso de las naciones sea equitativo, ya nos dimos cuenta que los EU y sus aliados le mintieron al mundo entero y han fracasado con su sistema económico y político mundial, ahora debemos de creer firmemente que debe practicar un amplio comercio con países como Rusia, China, India y todas las naciones que estén dispuestas a cooperar por el bien de la humanidad entera y no solo en beneficio de unos cuantos como hasta ahora.
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