Todos vemos la atracción que generan las declaraciones de Trump, el nuevo presidente de los Estados Unidos: “Trump cierra la frontera con México a los inmigrantes ilegales”, “Donald Trump firma orden ejecutiva para eliminar nacionalidad por nacimiento”.
Tales declaraciones pasan ante nuestra sociedad como si surgieran de la nada, como si el señor viera los problemas tan graves que tiene su país y el mundo y hablara de solucionarlos pero sin señalar por qué se presentan tales problemas.
Unos pocos multimillonarios a nivel mundial se quedan con la mayor parte de la riqueza generada mientras casi los 8 mil millones de seres humanos se reparten el resto de la riqueza.
Desde mi modesto punto de vista, esta forma de ver las cosas se debe a que los gobernantes estadounidenses siguen sintiéndose excepcionales, como les dicen los rusos a aquellos, es decir, que se sienten destinados para gobernar el mundo porque ellos creen que son superiores al resto de los grupos humanos.
La otra cosa es que nunca hablarán de cuánta es su responsabilidad por imponerle al mundo su neoliberalismo, que solo trae beneficio para unos cuantos oligarcas y males para la mayoría de la población.
Veamos las cosas más de cerca. Según oxfamintermon.org el 1 de enero de 2023:
“El 1% más rico ha acaparado casi dos terceras partes de la nueva riqueza (valorada en 42 billones de dólares), generada a nivel global entre diciembre de 2019 y diciembre de 2021, casi el doble que el 99 % restante de la humanidad, según revela hoy un nuevo informe de Oxfam Intermón. Durante la última década, el 1? % más rico ha capturado alrededor del 50? % de la nueva riqueza.”
Esto significa que unas pocas familias de multimillonarios a nivel mundial se quedan con la mayor parte de la riqueza generada mientras casi los 8 mil millones de seres humanos se reparten el resto de la riqueza.
Esto es la contradicción principal, la desigualdad en el reparto de la riqueza mundial, por eso hay muchas carencias (falta de vivienda, salud, educación, vías de comunicación, trabajo, etcétera) en muchos países, y el problema es, ¿quién genera esta desigualdad?
Aquí es donde los americanos esconden la realidad, no reconocen que su política neoliberal ha provocado esta tremenda concentración de la riqueza y ha dejado en la pobreza a millones de seres humanos.
Esto es lo que pasa en el mundo, y entonces, no se necesita investigar mucho para descubrir que por eso mucha gente de los países atrasados, entre ellos México, quiere emigrar a los Estados Unidos porque cree que ahí encontrará una mejor vida, ya que en sus lugares de origen no hay fuentes de trabajo, la gente se está muriendo de hambre o está huyendo de la guerra, etcétera.
La pobreza de los países de los que migran mucha gente se explica porque los países ricos y poderosos, entre ellos los Estados Unidos, Canadá, Francia, Reino Unido, Japón y otros más, no permiten que ahí se generen las condiciones materiales, culturales y espirituales adecuadas para que la gente viva feliz.
Si en esos países hubiera fuentes de trabajo, si se facilitara la adquisición de vivienda, educación de calidad y salud, la gente no migraría para andar sufriendo y hasta poniendo en peligro su vida, como vemos los mexicanos a hondureños, cubanos y haitianos, que recorren cientos de kilómetros de nuestro país para llegar a la frontera, y que sobreviven gracias a la generosidad de los mexicanos.
Se sabe bien que hay países del tercer mundo, ahora llamado Sur Global, que quieren desarrollar sus países y generar una mejor calidad de vida para sus ciudadanos, pero repito, los países ricos no los dejan desarrollarse, no quieren que aquellos generen su propia industria, no quieren que sean autosuficientes; quieren seguir explotando los recursos naturales y materias primas de esas naciones atrasadas y que estas sigan siendo mercados donde se vendan las mercancías ya elaboradas por las potencias desarrolladas.
Como no hay trabajo en esos países atrasados, la gente es obligada a migrar, este es el gran problema social que se oculta detrás del problema de la migración de la gente hacia los Estados Unidos: la gran desigualdad que se da en el mundo, el sometimiento a que se tiene a muchos países por parte del llamado “mundo civilizado”.
Así que el mundo, pero más los pueblos hermanos de América Latina, deben saber que detrás de las declaraciones y medidas de Trump por impedir que lleguen más migrantes a su país, está la actitud arrogante y el intento por lavarse las manos de su responsabilidad por este problema de la migración.
Los pobres del mundo, todos, deben entender que cada país puede darle una mejor vida a sus ciudadanos y evitar la migración y el sufrimiento, siempre y cuando las riquezas por ellos producidas puedan ser repartidas de manera más equitativa entre su población, para lo cual es condición indispensable destruir el viejo sistema capitalista de producción.
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