En realidad, lo que se nota a simple vista no es lo que realmente se pretende, lo que se ve no es precisamente lo que se pretende, lo que se dice no es realmente el objetivo, lo que se actúa no es realmente la verdad; es decir, dista mucho lo que se dice de lo que se hace y mucho más de lo que se tiene como intenciones tras la cortina, hablando en específico de la política y sus actores.
Es sin duda, un contexto o realidad lo que se vive, de lo que se habla por parte de los políticos y gobernantes, incluso se tiene como percepción errada de los políticos cuando hay campañas políticas, ya que los ciudadanos conocen que es un número pequeño o nadie entre los políticos quienes tienen intenciones reales de cambiar lo que se vive y mejorar, simplemente porque esas promesas y proyectos nunca o pocas veces se hacen realidad.
Este tema de la realidad con el discurso es realmente una distancia enorme, ya que la ciudadanía tiene una idea muy adversa hacia los políticos y líderes sociales, ya que no es impactante el trabajo de éstos hacia la ciudadanía y no se han notado cambios notorios, debido a que el cambio ha sido por los ajustes globales, pero los cambios de carestía y de un cambio en la estructura física de cada población es mínima, simplemente porque los políticos y gobernantes tienen un objetivo contundentemente diferente, ya que la mayoría tienen intenciones y visión muy lejos de lo que la ciudadanía quiere, porque en cada uno de los aspectos que se ve envuelto el gobernante o político, se ha avanzado nada o muy poco.
La seguridad, servicios, salud, educación, economía y demás, son ámbitos en los que la ciudadanía ha observado que se ha frenado y los estragos son contundentes en la sociedad, por lo que son detalles que los mexicanos se ven decepcionados de la política, y esto también se refleja en las elecciones, no solo en el malestar diario, sino que el día de la contienda electoral para elegir algún gobernador, presidente o legislador, la participación es poca, y los que llegan a acudir a la urna, es más pequeño el porcentaje que lo hace de manera voluntaria o por convicción, ya que muchos solo acuden por un incentivo, y esto mancha esa democracia, reiterando que solo se tiene una percepción muy negativa del sector político, esos políticos que la mayoría buscan obtener beneficios o cumplir sus objetivos personales, dejando a un lado lo que es su objetivo real, de gobernar por y para los ciudadanos. Es necesario que las nuevas generaciones de políticos se formen entre la población y no entre los viejos políticos que solo han dejado un mal sabor de boca en los mexicanos.
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