El pasado lunes 12 de agosto se celebró el Día Internacional de la Juventud y, como todos los años, se conmemora para llamar la atención de la comunidad internacional sobre los problemas de la juventud y para “ayudar a desarrollar el potencial de los jóvenes como socios de la sociedad actual”. Sin embargo, no hubo noticias de algún acto oficial, es decir, organizado por el gobierno de la 4T y, en concreto, en Oaxaca, por parte de la Primavera Oaxaqueña para dar un mensaje de felicitación y aliento a la juventud.
Tampoco se dio algún pronunciamiento de la Secretaría de Educación Pública, ni un balance de la situación del país en materia educativa. Por ejemplo: del estado físico de los edificios escolares, del material didáctico para una mejor enseñanza en el aula, en los laboratorios y en los campos experimentales, del mobiliario escolar, del equipo de oficina y, en fin, de los servicios básicos como: energía eléctrica, drenaje y agua potable.
Los jóvenes juegan un papel muy importante en la transformación de México, pero para lograrlo hay que darles las condiciones necesarias; el Movimiento Antorchista les ofrece esas oportunidades: sólo así podremos combatir los problemas del país.
Pero, sobre todo, nada se dice de problemas más graves y fundamentales como: el desempleo, la desigualdad y la pobreza que permea entre las juventudes y, por ende, de las medidas eficaces para revertirlas en los casos en que sea posible hacerlo.
Estas cuestiones no las menciono por curiosidad malsana ni por andar en busca de argumentos contra el proyecto de la 4T, como repite el presidente cada vez que alguien critica algún aspecto de su actividad gubernamental.
No quiero enfadar con el viejo dicho común de que “los jóvenes son el futuro de México” porque creo que resulta obvio que la velocidad con que avanzan la ciencia y la técnica en el mundo, la digitalización de la vida social, la automatización y robotización del aparato productivo de todos los países exigen irremediablemente personas capacitadas que cada vez manejen mejor la compleja maquinaria económica.
También requieren investigadores, creadores e inventores de alta calidad científica y elevada productividad para garantizar que no se detenga el perfeccionamiento de la capacidad productiva de la sociedad, y ahí es donde la juventud no tiene escapatoria.
Sin embargo, es necesario que conozcamos cuáles son las herramientas y oportunidades reales con las que cuentan nuestras juventudes para realmente hacer honor a ese “Día Internacional de la Juventud”. Veamos, entonces, algunos datos.
El pasado 13 de agosto, El Universal Oaxaca publicó una nota titulada: “Sin seguridad social ni salarios dignos: 40% de jóvenes tienen empleos informales en Oaxaca”. Esto, luego de que el Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad exigiera al gobierno de Oaxaca que implemente políticas públicas integrales que no estén marcadas por perspectivas adultocéntricas.
Ello, basado en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que arroja que el 40 % de los jóvenes en Oaxaca tienen empleos informales que los priva de derechos como la seguridad social, salarios dignos y condiciones laborales seguras.
Tal precariedad no sólo vulnera sus derechos, sino que perpetúa la desigualdad social y limita sus oportunidades de desarrollo integral.
Es así como el Consorcio, en el marco del Día Internacional de la Juventud, hizo un llamado urgente a todas las autoridades estatales, a las instituciones responsables de garantizar trabajo digno, así como a los particulares y empleadores que contratan a las juventudes, para que se comprometan con la creación de empleos dignos.
Estos empleos no deben sólo satisfacer las necesidades económicas, sino que también deben garantizar la seguridad social y prestaciones como seguro médico, salarios y horarios justos, condiciones laborales seguras, libres de violencia, sin acoso ni hostigamiento sexual.
Es decir, que ofrezcan oportunidades reales de crecimiento personal y profesional, con perspectiva de género e inclusivos, sin exigencias de experiencia previa excesiva, que respeten y protejan los derechos de todas las juventudes oaxaqueñas. Este compromiso debe reflejarse en acciones concretas que permitan a las juventudes acceder a un empleo.
Por otra parte, el mismo 13 de agosto, el periódico El Imparcial de Oaxaca publicó: “Juventud capitalina enfrenta rezago educativo, pobreza y desempleo”. Esto, luego de que Fernanda Paola García, directora del Instituto Municipal de la Juventud, detallara que en la capital oaxaqueña son cerca de 64 mil los jóvenes (de 18 a 29 años de edad) que se tienen que enfrentar a las condiciones de pobreza, desempleo y rezago educativo.
“Ha sido todo un reto porque lamentablemente en materia de perspectiva de juventud, en los tres niveles aún no se reconoce que existe la discriminación por edad. Y que en cuestión de línea de pobreza, de acceso al empleo y a la educación aún hay un gran rezago”, externó la directora del Instituto Municipal de la Juventud.
En Oaxaca de Juárez, la población adulta tiene once años de escolaridad. De ahí que muchos inicien la preparatoria y muchas veces no la concluyan.
Fernanda Paola García, como la primera directora de uno de los cuatro institutos creados en la actual administración municipal, señaló que el instituto también tiene entre sus retos el poder contar con un mayor presupuesto y personal.
De acuerdo con los presupuestos de egresos del ayuntamiento capitalino, en 2022 al instituto se le asignaron 2 millones 534 mil 785.83 pesos; en 2023, 2 millones 930 mil 583.29 pesos, y en 2024, 2 millones 685 mil 82.16 pesos. Ante ello, la directora refirió que en poco más de dos años de trabajo han impulsado diversas actividades y acercamientos con la juventud, entre ellas las de tipo académico, deportivas, de recreación, de impulso al emprendimiento económico a través de ferias junto con el Instituto Mexicano de la Juventud.
A este impulso de las juventudes y para honrar su día, se han sumado acciones y trabajo arduo del Movimiento Antorchista, con su proyecto educativo, social, cultural y deportivo. Pues, como muchos de ustedes seguramente han escuchado o conocen, nos hemos dado a la tarea de organizar a los jóvenes y estudiantes para luchar por mejorar las condiciones educativas en los distintos centros del país, a la par de que se les va preparando, no sólo en la cuestión académica sino en la formación de verdaderos estudiantes cultos, en el área de las ciencias, de la cultura y el deporte.
La muestra de que el antorchismo ha venido realizando un trabajo en favor de los estudiantes está materializada en Oaxaca. Por ejemplo, la Preparatoria Lázaro Cárdenas del Río y el Centro Universitario Tlacaélel, instituciones que ofrecen a los jóvenes una alta calidad educativa y un acompañamiento personalizado en cada una de sus asignaturas para que, una vez que concluyan sus estudios, no sean parte “del montón”, sino que se abran paso en el ámbito laboral.
Por otra parte, también en la capital oaxaqueña contamos con los albergues estudiantiles “Rufino Tamayo y Clara Córdova” (para estudiantes del nivel bachillerato) y “Tlacaélel” (para estudiantes universitarios), que brindan hospedaje gratuito y alimentación a bajo costo.
En fin, podemos abundar más en acciones de otras asociaciones u organizaciones —quizá no sean muchas—
que se suman a velar por el desarrollo e impulso de las juventudes.
Pero quisiera finalizar haciendo énfasis en que no hay duda de que los problemas del país sólo los podremos combatir los mexicanos unidos y guiados por una concepción clara y precisa. Y, como podemos apreciar, los jóvenes juegan un papel muy importante.
Para ello, hay que darles las condiciones, mismas que el antorchismo les ofrece, porque somos partidarios de que solo así podremos llegar a la verdadera transformación de México, y de que son las nuevas generaciones las que jugarán un papel muy importante. Por ello, la juventud debe tomar la bandera de la lucha social.
Llamo pues, respetuosamente, a todas las juventudes de Oaxaca, sin distinción alguna, a que se interesen por el proyecto del Movimiento Antorchista, que se acerquen a conocer su programa de educación y lucha, sin prejuicios ni ideas preconcebidas y, si coinciden con su esfuerzo, los invito a sumarse.
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