En voz del creador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, se propone una Reforma Electoral para garantizar la democracia y evitar un posible fraude en los próximos comicios a realizarse en 2024, cuando se elegirá al nuevo presidente de México. A simple vista parece un planteamiento que pretende mejorar lo que no funciona, en este caso el Instituto Nacional Electoral (INE), porque a su decir, este tiene bastantes irregularidades o es un organismo autónomo no confiable que perjudica y obstaculiza la vida político electoral del país.
Pero, para la gran mayoría de los mexicanos que conocemos y muy bien a López Obrador, este, deliberadamente lanza un amago disfrazado de reforma, ante la posibilidad real de que no gane una de sus hermanas corcholatas, y como consecuencia su proyecto de trasformación se esfumara, mismo que en su momento subió como la espuma al calor de las inconformidades de los ciudadanos, quedando Morena orillada y relegada de los votantes, sin seguir gozando de los enormes privilegios que da tener el poder del gobierno federal.
Los morenistas, que no paran de hacer campaña, ya por una de sus propuestas ocurrentes, ya por otra, y envalentonados por imponer la reforma que aprueba la permanencia del ejército en las calles, se lanzan con todo contra el INE, argumentado que es el Instituto más caro del mundo, que es un organismo de sabotaje a la democracia, como declaró la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, pese a que esa comisión nada tiene que ver en el tema electoral, y la propia constitución le impide hacer recomendaciones en el terreno electoral.
Desfigurando toda independencia de poderes, los amlovers concentrados en la Cámara de Diputados y Senadores insisten en que esta reforma es urgente para bajar los sueldos de los funcionarios del instituto electoral por la desigualdad económica que se vive en México, implicando bajar la prerrogativas o el financiamiento legal que reciben los partidos políticos, que no mencionan o lo hacen muy bajito, porque el principal partido perjudicado sería Morena, que actualmente recibe la módica cantidad de mil 500 millones de pesos.
Dentro de las modificaciones que también contempla la propuesta de Reforma Electoral están, que las decisiones electorales serán centralizadas, es decir, el número de diputados locales y regidores serían definidos desde la federación; que no habría diputados de representación proporcional sino sólo de mayoría relativa, que de acuerdo al número de votos obtenidos en cada circunscripción, el partido tendrá derecho a una determinada cantidad de diputados.
Con todo ello,se busca convertir al INE en el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas INEC (más consultas patito), que convertiría al organismo en la única autoridad electoral en el país, absorbiendo completamente las funciones de los organismos electorales locales. Respecto a la elección de estos funcionarios hasta el momento son propuestos por los ciudadanos y deben contar con un perfil en derecho electoral y aprobar todos los exámenes internos del instituto. Obvio, para nada menciona Morena que al tener ellos la mayoría relativa en la Cámara de Diputados, podrá, de aprobarse la reforma, proponer y decidir quiénes serán los nuevos funcionarios; es decir, quienes serán los árbitros que les darán el triunfo.
Con todo ello, prácticamente se estará terminando con la autonomía de dicha institución, y la misma suerte correrá, aunque por el momento no lo externen, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), encargado de resolver controversias en la materia; todo es cuestión de tiempo. El peligro de retroceder en materia electoral es más que evidente y tiene una clara tendencia a que se imponga, sobre todo porque por algunas razones, varios diputados y senadores de otros partidos, en perjuicio de México, se han hecho muy proclives aceptar acuerdos, por lo que hasta donde se ve, la lucha por la defensa del INE, no deja de ser endeble.
Los mexicanos conscientes, que deseamos un país más democratico y más soberano, debemos respaldar con todo al INE y trabajar juntos para mejorarlo, pero no para ponerlo al servicio de la mafia morenista en el poder.
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