Las noticias que a diario escuchamos en Oaxaca y en México, no dejan lugar a dudas de que a pesar de que se diga que a nuestro país llegó la transformación impulsada por un mecías, eso no es más que demagogia; la realidad se impone al hecho de no poder ocultarse, tal como lo decía Miguel de Cervantes en su obra máxima, El Quijote de la Mancha, "la verdad adelgaza y no quiebra, y siempre nada sobre la mentira como el aceite sobre el agua".
Todos somos testigos de que a nivel mundial vivimos una crisis económica que afecta a millones de familias que son víctimas del encarecimiento de productos y del aumento de desempleo, esto conocido en los últimos días como estanflación.
Considero que por el término estanflación, lo que debe preocuparnos es la problemática de raíz que nadie quiere analizar más allá, pues el escenario pinta que la situación económica de las familias podría ahondar la pobreza en estados como Oaxaca, donde las condiciones de desigualdad están más acentuadas en cada pueblo y región.
No debemos olvidar que la entidad, a finales del año 2021 se registró la carestía más alta en 22 años, con una inflación de 7.14 por ciento, en la ciudad de Oaxaca y su zona metropolitana, conformada por 22 municipios. Además, de acuerdo con una consulta realizada por El Imparcial de Oaxaca a la calculadora de inflación del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), “desde 1999, con 9.37 por ciento de incremento en la canasta básica, los bolsillos de los consumidores oaxaqueños no enfrentaban un quebranto tan elevado en su poder adquisitivo”. Con esta se demuestra que los oaxaqueños, desde el año pasado, han tenido que cargar con una inflación muy alta, con riesgo de que incremente la pobreza laboral que se refiere a la pérdida de poder adquisitivo que tienen las familias, puesto que a pesar de que tienen un empleo formal no logran cubrir las necesidades básicas de la familia.
Para colmo de males, es evidente que se está exhibiendo un desempleo coyuntural por la llegada de la pandemia, a la par de la contratación en empleos precarios, es decir, con sueldos bajos, que no tienen prestaciones laborales, sin garantía de otras prestaciones laborales. Aunado a esto, existe un bajo crecimiento económico que deduce a grandes rasgos el aparato productivo del estado de Oaxaca no está generando los empleos suficientes, lo que lleva a los ciudadanos que tras no haber otras alternativas se refugien en el mercado informal.
En general, el hecho de que no exista crecimiento económico se debe a que hay una economía que no está produciendo sino subsistiendo de las remesas, cuestión de la que muchos fuimos testigos el Presidente de la República “se siente orgulloso”, cuando lo que debería darle es vergüenza pues eso refleja que durante la pandemia que ha sido complicada para las familias, la gente está emigrando de las comunidades porque no hay empleo.
El subsistencia de familias por las remesas, demarcan la profundización de la pobreza sobre todo en una entidad como Oaxaca en donde el rezago social y económico es alto, pues sí es de gran ayuda porque lo cierto es que existen familias que viven al día o que no les alcanza para pagar la luz, para pagar la renta, el agua o tienen la deuda acumulada de los prediales y la llegada del dinero de un familiar de E.U. por ejemplo, no les cae nada mal.
Finalmente, debido a que nuestra realidad no se separa a la situación internacional, lo que se avisora es que debido a que México no tiene una economía propia, sino que depende del exterior porque no somos autosuficientes para darle de comer a nuestra población, y lo que se viene es un alza de todos los productos.
Esto nos lleva a reflexionar que en Oaxaca, como todos los ciudadanos debemos saber, se viene la elección del próximo gobernador, y como todo está unido, no debemos dejar de lado que el impulso de políticas progresivas ayudarán a darle un giro distinto a nuestra situación económica, por ello, pensar en nuestra unión y fuerza como oaxaqueños afectados debe ser frente a los atropellos, a esto es lo que invita Antorcha, una organización que no busca solo la solución de demandas, sino plasmar un proyecto de país alternativo para México pero de la mano de las mayorías.
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