En los últimos días se ha hecho “viral” la más “brillante” acción del Gobierno municipal de la Verde Antequera, presidida por el morenista Oswaldo García Jarquín. Sí, me refiero al desalojo de vendedores ambulantes, mismo que han ido incrementando con el paso del tiempo, en los principales cuadros de la “zona centro” de la capital; sin embargo, considero importante que, aunque influyen muchas cosas al hablar del ambulantaje, no debemos verlos solo como “unos montones más”, sino más bien como el reflejo de un problema que aqueja al estado y al país, y por parte de los gobernantes solo hemos visto que han tomado las medidas de criticarlos y desalojarlos con la fuerza policiaca, pero no han mostrado resuelver el problema de fondo que implica entre otras cosas, el desempleo y el incremento de la pobreza en las miles de familias.
Por lo tanto, para tener un panorama de qué tan grave es el problema del ambulantaje, veamos los siguientes datos estadísticos.
Según datos de la iniciativa ‘México, ¿cómo vamos?’ en el mes de mayo de los corrientes, Oaxaca es el primer lugar nacional en informalidad de mujeres, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Además, éstas personas expertas en economía señalan que en Oaxaca, la informalidad laboral, con corte al cuarto trimestre de 2020, es de 77.2%, mientras que la media nacional se ubicó en 54.3%, es decir, de acuerdo esta información, un importante porcentaje de esta informalidad laboral ocurre porque el trabajo del hogar y de cuidados no es trabajo pagado. “La mayor parte del trabajo de cuidado de niñas, niños, personas enfermas, de la tercera edad o con discapacidad, o realizan las mujeres”, indicó la iniciativa.
De igual forma, el trabajo del hogar es principalmente realizado por mujeres, pero suele ser trabajo informal. Es de señalar que después de Oaxaca, los estados con mayor porcentaje de informalidad laboral de mujeres son Guerrero (74.4%) y Puebla (74%) y en el extremo contrario, los estados con el menor porcentaje son Chihuahua (30.8%), Baja California (35.8%) y Nuevo León (38.7%).
Y es que aunque hay datos que bien merecerían el ser “favorables”, por decir que el estado de Oaxaca registró un aumento de 52 mil personas en la población económicamente activa (PEA) en el primer trimestre de 2021, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOEN) del Inegi, no debemos dejar de lado que, a población que se encuentra sin trabajar y que estuvo buscando trabajo en el último mes, fue de 1.5% de la PEA en el primer trimestre de 2021, porcentaje que en igual periodo del año anterior fue de 1.7%. Cuestión que en números absolutos dice que, la población desocupada fue de 28 mil personas, 2 mil personas menos que en el primer trimestre de 2020.
Así tenemos que la mayoría de los trabajadores en el estado están ocupados en actividades terciarias, con una participación del 49.9% en el primer trimestre de 2021, pero registraron una disminución en datos absolutos de 11 mil personas con respecto al primer trimestre de 2020. Lo que también indica, los sectores de servicios diversos, así como el de restaurantes y servicios de alojamiento reportaron una disminución de 24 mil y 20 mil empleos, respectivamente. Aunado a esto, en la ocupación por ámbito y tamaño de la unidad económica, con una proporción de ocupación en el ámbito no agropecuario de 66.3%, ésta tuvo una disminución de 46 mil con respecto al primer trimestre de 2020, en tanto los ocupados en micronegocios son 22 mil personas, excluyen las unidades económicas con establecimiento, en las que la disminución fue de 27 mil ocupados entre el primer trimestre de 2020 y el mismo trimestre de 2021.
Las personas ocupadas que tienen la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual les demanda, pasaron de 280 mil en el primer trimestre de 2020 a 340 mil en el primer trimestre de este año. Y finalmente, la población ocupada informal, que comprende a quienes son “laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, como aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo”, quedó en 15 millones, con un crecimiento de 56 mil personas más en el primer trimestre de 2021,comparado con el mismo trimestre del 2020.
Y así podemos enumerar un y más datos que dicen realmente que el incremento del “ambulantaje”, en tanto tienen razón porque ¿qué más le queda a un padre o madre jefa de hogar para poder llevar el pan de cada día a sus hijos? si los gobiernos del nivel que sea, a la fecha, no han impulsado la creación de fuentes de empleo ni se les aumenta el salario mínimo pero sí, la tortilla, por ejemplo.
Por otra parte, el gobierno morenista ¿qué ha dicho al respecto de ofrecer espacios en donde puedan estar todos los comerciantes, vendiendo sus productos? Nada. Por el contrario, aunque mucho se ha dicho del ambulantaje en el cuadro céntrico, sobre “la contaminación visual” y el “jugoso” beneficio para los que dirigen a algunos, lo cierto es que no se debe generalizar, porque gran parte del ambulantaje es nada más ni menos que la muestra de que la gente tiene la necesidad de comer y tiene la necesidad de trabajar, evidentemente esa es una parte que no se puede negar y por tanto, la responsabilidad de que esto se agrave a diario es responsabilidad mera del de ese desorden son las autoridades y en el caso de los oaxaqueños capitalinos, de la ingobernabilidad del morenista Oswaldo García Jarquín.
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