El artículo 4º de la Constitución establece desde 1983 el derecho de toda familia a disponer de una vivienda digna y decorosa; sin embargo, a casi 40 años de haberse promulgado este derecho, sigue pendiente de cumplirse, decenas de millones de mexicanos continúan en espera de que la constitución de 1917 les haga justicia. Actualmente 36 millones de mexicanos carecen de vivienda o la habitan con un tipo de rezago, esto representa el 36% de la población total, es decir, más de una tercera parte de los mexicanos padecen este problema, sumándole que 2 millones 250 mil mexicanos viven en hacinamiento, habitando 2.5 personas por cuarto. La Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) establece criterios para evaluar la calidad y espacios de la vivienda, donde incluye dos subdimenciones; el material de construcción y sus espacios, primera, que el piso de la vivienda sea de tierra, el techo sea de lámina de cartón o desechos, los muros de la vivienda sean de materiales de la región, laminas o materiales de desecho, la segunda, en cuanto al espacio, vivan más de 2.5 personas por cuarto. ¿Qué está haciendo el gobierno de la 4T al respecto?
En nuestro país, el parque habitacional total es de 35 millones 219 mil141 viviendas, de estas 8,504,424 presentan algún tipo de rezago, representado el 24.37% del total de las viviendas. En Sonora hay 876,552 viviendas en total; de estas 236,917 presentan algún tipo de rezago habitacional, equivalente a un 27%. Del total de la población de 125 millones 515 mil 554 mexicanos se identificaron a 33,284,723 que viven en condición de rezago habitacional, lo que equivale al 26.5%. En Sonora, de 2,916,079 del total de habitantes, 830,261 personas viven en viviendas con rezago, lo que representa el 28.5% del total de su población. Cabe destacar la situación crítica de cuatro estados donde más de la mitad de su población vive en condiciones de rezago: Chiapas 71.7%, Tabasco 61.2%, Oaxaca 54.9% y Guerrero 54.6%. Más de tres entidades: Veracruz, Campeche y Baja California donde un poco más del 40% de su población tienen este rezago. Estos son datos oficiales que el Coneval 2020 sube a su plataforma, es información que puede ser consultada por todos, pero ya sabemos que la realidad es más cruda y los datos son más elevados
Hasta ahora, sumando el primer trienio de gobierno, son raquíticos e insuficientes los recursos destinados para vivienda popular, en el 2019 se destinó un monto de 1,278 millones de pesos sumando a 119,000 acciones, beneficiando a 211,423 personas, en el año 2020 se asignaron 6,733 millones de pesos, sumando 160 mil acciones de vivienda, beneficiando a 398,000 personas y en el año 2021 no hubo asignación de recurso a CONAVI para ampliación, mejoramiento o construcción de vivienda popular. Si tomamos como referencia los datos que aportó el Inegi 2020 en faltantes y rezago de vivienda, que son bastante conservadores y optimistas, si estos los comparamos con el monto de recurso que destinó el actual gobierno federal para vivienda popular en los años 2019, 2020 y 2021, nos damos cuenta que el problema de vivienda no es prioridad para el gobierno actual de la 4T. Ante los discursos oficiales huecos, la verborrea populista y el manejo de datos inciertos, confusos y lleno de buenos deseos, no nos queda más que denunciar esta vil demagogia, es inaceptable el monto de recursos que se han destinado para vivienda popular, afirmamos sin temor a equivocarnos que hoy se destinan menos recursos que en gobiernos anteriores para apoyo a la vivienda, una mentira más de la 4T. Para este gobierno lo prioritario es que los sectores sociales marginados sigan recibiendo transferencias monetarias directas, eso es lo redituable política y electoralmente a corto y mediano plazo, por ahora, que los humildes sigan viviendo en pésimas viviendas, hacinados, mientras tengan un dinerito para consumir lo que gusten, se deduce que el pueblo entretenido con las mañaneras y manipulado con unos cuantos pesos no pedirá mejor vivienda. Así es de perversa la política gubernamental de AMLO.
La falta de vivienda es un problema agudo que afecta a millones de mexicanos de la clase trabajadora, en la mayoría de las colonias o comunidades está presente la crisis y se percibe el hacinamiento en pequeñas habitaciones rentadas construidas con materiales reciclados de mala calidad. No se habla de este problema en los medios de comunicación, porque no lo padecen los ricos, lo padecen los humildes, por eso no hay soluciones definitivas para erradicarlo. La vivienda es una mercancía, como todos los bienes de consumo que se compra y se vende, en un país capitalista hay vivienda o materiales para construirla solo para quien la pueda adquirir; los que no están en capacidad de adquirirla o comprarla que vivan en espacios insalubres o pocilgas. Uno de los rubros sociales donde es más palpable y visible la desigualdad económica es en el tipo espacio en el que se vive, aquí es donde se manifiesta la pobreza de unos y la opulencia de otros, realidad que cada vez es más desgarradora y terrible, aunque muchos funcionarios quieran ocultarla, negarla y maquillarla.
Es inaceptable que en lo que va del año 2021 el gobierno federal no haya asignado un solo peso a Conavi para el Programa Nacional de Vivienda, ante esto, nuestra postura debe ser valiente, consecuente y luchadora, los ciudadanos que no contamos con vivienda o que requerimos materiales para rehabilitarla o ampliarla, debe ser tocar puertas de las oficinas encargadas de darle seguimiento y resolver este rezago social, presionar con comisiones, marchas y si es posible plantones hasta encontrar soluciones. Decían que venían mejores tiempos para los de abajo, pues deben materializarse en mejores espacios para vivir. A una solo voz, todos a exigir apoyos de vivienda, en ampliación, mejoramiento o lotes, llegó el momento de hacer valer artículo 4º de nuestra Constitución. Vivienda para quien no la tenga.
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