La primera Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE), del INEGI señala que la expectativa de no poder sufragar los gastos del hogar, un indicador de pobreza subjetiva, afecta a 43.4 por ciento de la población adulta en México. Eso significa que a 4 de cada 10 personas en el país no les alcanza para cubrir sus gastos de la despensa, renta de vivienda, agua, luz, gas, teléfono, colegiaturas y medicamentos.
El estudio señala que, en algún momento de los últimos 12 meses, más de un tercio de la población, el 36 por ciento, tuvo que pedir prestado para poder sufragar su presupuesto. Y dicho reporte revela además, que, en el mismo tiempo, el 14.8 por ciento de la población perdió su negocio o trabajo. Dichos datos demuestran que la situación económica de todas estas personas es de precariedad, con niveles de bienestar por debajo de los necesarios para vivir.
Más datos. En su estudio sobre pobreza a nivel municipal del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), se señala que, de los 2,469 municipios del país, mil 697 tienen más del 50 por ciento de su población en pobreza. 173 municipios concentran más de la mitad de los mexicanos en esta situación. En 2020, los cinco municipios con mayor proporción de población en pobreza se ubicaron en los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas y la mayor concentración de la pobreza se da en regiones rurales con rezagos históricos: la del Nayar, la Tarahumara, los Altos de Chiapas y la Mixteca.
Es de llamar la atención que, en el estudio de CONEVAL, se coloca a León, como la ciudad con más pobres de México. Como contexto, León es el tercer municipio más poblado del país con un millón 721 mil habitantes. En 2015 había 522 mil 736 personas con algún grado de pobreza, que colocaba a la ciudad en cuarto lugar a nivel nacional y para 2020, se detectaron 816 mil 934 personas en esta situación. Esto significa un crecimiento de 56.3 por ciento en la población considerada como pobre en este municipio. Con 115 mil 943 personas, León es el segundo de los municipios con mayor número de personas en situación de pobreza extrema, el primer lugar lo registra Acapulco con 126 mil 672 personas. Y la explicación de este alarmante crecimiento de la pobreza debe preocuparnos a todos ante este estrepitoso fracaso de los planes de gobierno .
No debe perderse de vista que son muchas las causas del incremento de la pobreza en León. Los tres niveles de gobierno: federal, municipal y estatal no han tenido una respuesta al reto del crecimiento de la población; los nuevos centros industriales emigraron a otras ciudades y nos quedamos con una industria obsoleta que vive en la informalidad; los trabajadores fueron condenados a vivir lejos de sus fuentes de empleo, y sus salarios no alcanzan para satisfacer sus necesidades básicas; han crecido las colonias populares, sin que haya un plan de infraestructura para todas ellas; entre muchas otras más.
Y a esto hay que agregarle que León está entre las 10 ciudades donde más inseguros se sienten sus habitantes. Así lo reflejan los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), que se realiza de manera trimestral. La percepción del 73.7 por ciento de los leones considera que la delincuencia seguirá igual de mal o empeorará en los próximos 12 meses, mientras que ese indicador a nivel nacional fue de 58.9 por ciento.
Ante esta lamentable situación, a los leoneses les debe quedar claro que los grandes cambios que requiere México y en particular su ciudad, no pueden derivarse de un gobierno de ocurrencias o de la creencia que el principal problema de la nación es la corrupción. Tampoco de un partido que por más de 25 años ha gobernado al Estado y al municipio, aunque se diga ser el cambio. Desde hace 46 años, Antorcha señalo que, la gran cantidad de riqueza del país se concentra en unas cuantas manos, mientras la inmensa mayoría de los mexicanos vivimos en condiciones deplorables, a pesar de que es esta gran masa, con su trabajo tesonero, quien crea esta riqueza social. Y que es precisamente el pueblo trabajador, educado y organizado, el que será capaz de crear un nuevo modelo económico y una nueva forma de gobernar en beneficio de todos. Y está es la tarea del momento, convencidos de que un mundo mejor es posible y necesario.
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