Es del conocimiento de todos los izucarenses y de los pobladores vecinos el mal desempeño de la administración del Gobierno morenista en el municipio. Mencionaré algunos actos y omisiones que han sido relevantes de estos casi tres años de gobierno.
Todos recordamos que, al comienzo de la pandemia y con el confinamiento en el mes de marzo del año pasado, el ayuntamiento repartió únicamente 13,000 apoyos alimentarios, cantidad ridícula de despensas para una población de 82,453 habitantes, en Izúcar de Matamoros. Llovieron las denuncias de que los beneficiarios de estos apoyos eran familiares y gente cercana a los funcionarios, y alguna gente más, con miras a garantizar los votos en las elecciones del pasado 6 de junio. El plan de contingencia nunca pudo llegar por parte de Mayté Martínez Briseño, regidora de salud del ayuntamiento, quien denunció que el actual presidente Benjamín Hernández Lima nunca la tomó en cuenta para tomar decisiones en la prevención de nuevos contagios. También es de notar la poca transparencia en el manejo de los recursos públicos; el aumento de la inseguridad en el municipio, una prueba es feminicidio de Cinthia Itzel N. que indignó a todas la población y que hasta la fecha no se sabe nada del caso ni mucho menos de los responsables; la escasez de medicamentos en los centros de salud, la prácticamente nula solución de demandas de los pobladores, a excepción de algunos grupos morenistas; el desempleo que padece el municipio, y cada día es más mayor el número de persona que se suman al comercio informal, pues al ir al centro del municipio te encuentras a más comerciantes que compradores. Pudiera seguir con la lista, pero creo que con esto queda claro que el gobierno morenista actual, no se ha preocupado por la población.
La virtual presidenta de Izúcar, Irene Olea Torres, es ex regidora del municipio y esposa de Antonio Guevara, secretario particular de Melitón Lozano, actual secretario de Educación en el estado de Puebla. Olea Torres ganó la elección con 7,641 votos que representan el 29% del total de votos emitidos para presidentes municipales, resultados que sorprendieron a todos, pues antes de las elecciones se encontraba en los últimos lugares de aceptación. Y es claro porque en los casi tres años que estuvo en la administración actual, Irene Olea se caracterizó, a decir de los pobladores que llegaron a solicitar algún tipo de apoyo, por ser prepotente, déspota y grosera con aquellos que no eran afines a Morena, pero lo peor de todo es que las peticiones eran desechadas al instante. Antes de la contienda electoral acusaron a Melitón Lozano de haber impuesto a la actual presidenta virtual, también que el rector de la UTIM, Margarito Barbosa alineó a los profesores en favor del proyecto morenista, y los que no estuvieron de acuerdo fueron despedidos; ya durante la campaña electoral utilizó vehículos oficiales del ayuntamiento, al menos en uno de sus eventos de campaña. Si somos realistas no creo que el equipo haya utilizado únicamente vehículos, lo demás se los dejó a su imaginación. Los votos no se obtuvieron por propuestas, trabajo, ni mucho menos por simpatía.
Comenzando las funciones de la nueva administración debemos de presentar nuestros pliegos petitorios, en los cuales se debe de manifestar las carencias de nuestras colonias y localidades, debemos de plasmar pues nuestra inmensa pobreza. No dejemos en palabras o ideas nuestra inconformidad, exijamos nuestros derechos, de lo contrario seguiremos en las mismas, con el agravante, eso sí, de que la culpa ya no será sólo del mal gobierno, sino también de nosotros por la falta de acción. Ya los años nos han enseñado bastante, no dejemos en saco roto las lecciones. La lucha debe der ser de todos.
Los pobladores que hayan votado a favor del proyecto morenista, por los motivos que cada uno de ellos conoce, los votantes de otros proyectos y los habitantes que no votaron por alguna razón, debemos de exigir que la planilla ganadora se ponga a trabajar a favor de todos los izucarenses, sean o no morenistas. Debemos de exigir resultados y no quedarnos en la apatía, no debemos esperar que las cosas se muevan a favor nuestro por si solas; ya quedó demostrado que, si no exigimos resultados, si no nos manifestamos, si no nos organizamos y luchamos por nuestras demandas, los morenistas pasarán con pena, fracasos e ineptitud los próximos tres años en el ayuntamiento. Es posible que algunos cuestionen y hasta estén en contra esta última afirmación y es posible que esté equivocado, el tiempo dará la razón a quien la tenga; aunque debo mencionar que sólo se necesita estudiar una parte para saber de qué está compuesto el todo.
Para todos aquellos que no simpatizan con Morena los vuelvo a invitar a formar y a fortalecer un frente común, a seguir trabajando en un proyecto que convenza a la gente con miras al 2024. Tenemos tres años para realizar el trabajo, parece mucho tiempo, pero no es así. No dejemos que sólo el primer mandatario haga campaña en favor de sus intereses y en contra de sus adversarios políticos. Nosotros, eso sí, debemos apegarnos al Estado de Derecho y no como él que viola la ley con el fin de alcanzar sus intereses mezquinos. Esta enorme tarea no es fácil, pero alguien la debe hacer, seamos todos.
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