En nuestro país, el 10 de mayo es la fecha en la que se celebra anualmente el Día de las Madres, y es motivo para que mujeres y hombres se reúnan con sus progenitoras y les demuestren su afecto, dicho sea de paso, también es un día en el que la mercadotecnia inunda los mercados.
En diferentes espacios y medios de comunicación se ha fomentado la construcción simbólica de un solo tipo de madre en México personificada en la mujer abnegada que sacrifica todo por sus hijas e hijos. Sin embargo, éste y otros estereotipos no corresponden necesariamente con la enorme diversidad y pluralidad de visiones y posturas que hoy existen en México.
Aquí algunos datos estadísticos acerca de esta realidad, pues en estos años de pandemia hubo un aumento considerable de madres solteras porque una de las causas fue el abandono de su pareja: en el año 2020, en el país residían 48.6 millones de mujeres de 15 años y más; de estos, 72.4 por ciento tenían al menos un hijo nacido vivo; es decir, 35 millones 200 mil mujeres son madres solteras. De este total 7.1 por ciento; es decir, 2 millones y medio son hablantes de lengua indígena.
En su mayoría, las madres solteras en México viven con rezago educativo. Los datos del INEGI indican que el 53 por ciento no cuenta con un nivel escolar máximo de secundaria. El 44.3 por ciento cuenta con estudios completos de primaria o al menos algún grado aprobado de secundaria. Además, el 8.7 por ciento no concluyó la primaria, sumado a esto tenemos que el nivel que tiene el sistema de enseñanza académica no ayuda en mucho.
Se necesita capacitación en todos los niveles de educación básica y superior, incluidos el arte, la cultura y el deporte, para lograr un ser humano integral.
En cuestiones de empleo, las madres solteras no son completamente apoyadas. El INEGI establece que el 41.8 por ciento de las mamás de 15 años o más trabaja; de ellas, el 31.2 por ciento labora en el sector informal, el 12.2 por ciento en el doméstico (informal también) y el 6.6 por ciento no recibe ningún salario por su trabajo (ayudan a familiares o conocidos por comida, techo y ropa).
No existen muchos datos acerca de las madres solteras pues no hay sector que se ocupe de velar por sus intereses.
En México, el 34.5 por ciento son declaradas jefas de hogar; sin embargo, esto no implica que cuenten con redes de apoyo por parte de su trabajo o el gobierno. El INEGI señala que no reciben apoyos económicos provenientes del algún programa de gobierno o de alguna persona que vive en un hogar distinto al suyo, ya sea el padre de los hijos (obligación por ley, sin alcance por desconocimiento o falta de dinero para contratar un abogado) o familiares, entre otros.
De acuerdo con las cifras, del total de las mamás solteras, solo el 11.4 por ciento tiene el beneficio de cuidados maternos por parte de su trabajo y el 12.5 por ciento cuenta con la prestación de guardería (por trabajo formal), el resto de las mujeres son despedidas al saber que serán madres. Las empleadas de talleres clandestinos constituyen la mano de obra más barata.
Lamentablemente es cruel la realidad que viven millones de mujeres, quienes no reciben el mismo festejo que corresponde al Días de las Madres.
La injusta situación que viven las madres solteras de México debe abrir nuestra opinión sobre lo mal que está el sistema económico de nuestro país y la desigualdad que vivimos no solo porque el gobierno federal no aplica recursos públicos en: educación, empleo y apoyos asistenciales, sino porque vivimos en un sistema de producción en que la riqueza social es acaparada por unos cuantos ricos, los cuales dejan en la miseria a millones de mexicanos. De acuerdo con la publicación de Oxfam México del 21 de enero de 2021, “seis de las personas más acaudaladas concentran mayor riqueza que la mitad de la población, 62.5 millones, quienes viven en la pobreza. Esta brecha gira en torno a un sistema económico injusto y patriarcal, que recarga el trabajo no remunerado en las mujeres…”.
Debemos hacer conciencia de esto y revisar con cuánto o qué estamos dispuestos a hacer para solidarizarnos con la humanidad doliente, entre las que se encuentran las madres solteras. Hay que unir fuerzas para cambiar de raíz esa realidad. Cambiemos el modelo económico capitalista por uno que realmente favorezca al pueblo, volteemos a ver e Rusia y China como países que brindan una vida digna a su gente y están en camino, sobre todo China, de erradicar la desigualdad y la pobreza de su territorio.
Unamos fuerzas, todos los sectores (trabajador, pequeños empresarios, educativo, partidos de diferente color, todos podemos lograr un futuro diferente para todo México.
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