Desde inicios de la administración del gobernador, Mauricio Vila Dosal (2018), cientos de habitantes de Yucatán hemos acudido a solicitarle apoyos para el campo y para las colonias populares, como insumos agrícolas que beneficiarían a los campesinos más humildes del estado, ya que esto representa para ellos una oportunidad para comer y sobrevivir para sus familias porque muchos de estos no cuentan con los documentos y recursos para entrar a este tipo de apoyos, como, peso a peso.
Lo anterior, deja a estos campesinos todavía más vulnerables, pero esta parte no la ve el gobierno, que la pobreza aumentó a 5.5 puntos según datos del Coneval.
En las colonias populares hemos solicitado agua potable, calles pavimentadas, electrificaciones, ya que si no se cuenta por lo menos con agua y luz no se puede vivir, y esto bien lo sabe usted, querido lector, que para sobrevivir son necesarias estas obras; sin embargo, esto que pedimos dice el Gobierno del estado que es una exageración y que él no apoya a la gente organizada ni a los más humildes de Yucatán. Es una pena que se diga en otros estados que tenemos al mejor gobernador y que por ese motivo quiere ser candidato a la presidencia de la república.
Por este medio, le decimos los residentes de Yucatán que es falso que Vila Dosal sea el mejor gobernador porque las familias de esta entidad viven día a día; padecen hambre, enfermedades, falta de vivienda y servicios básicos.
Desde aquí explicamos al señor gobernador que el estar organizado o ser humilde no es delito, por tanto, tenemos derecho a que usted nos respete y que no infrinja la ley, porque por ser gobernador cree tener todo el poder para pisotear y discriminar a los yucatecos organizados.
Basta, no permitiremos que infrinjan nuestros derechos. Somos pobres, pero sabemos cuáles son nuestros derechos y las obligaciones del gobierno, déjeme decirle que el estar organizado es un orgullo para los yucatecos más pobres, porque es la única forma de ser escuchados y poder tener el valor para decir cuándo un gobierno miente.
Usted piensa que nos cierra las puertas, pero se equivoca, porque muchos más se unen y se dan cuenta de su mal gobierno, no somos enemigos, simplemente vemos y decimos la realidad y eso es lo que no le gusta a usted, que le digan la verdad, que no estamos bien y que en Yucatán no se vive bien, es uno de los estados con el salario más bajo y los productos de la canasta básica cada vez más altos pues la inflación provoca el encarecimiento de los productos, pues datos revelan que hasta mayo ésta aumentó a 7.65 por ciento, esto no lo sensibiliza y tampoco hace nada al respecto, solo se ha dedicado en estos cuatro años a beneficiar a sus amigos y socios, o sea, a los dueños del poder.
Está muy mal su gobierno, que ahora el que quiera educarse lo reprimen, ahora nuestros jóvenes no tienen derechos de luchar por un futuro diferente, ahora usan la fuerza pública para someter y amedrentar a todo joven que tenga el sueño de salir de su ignorancia, como lo hacen con los jóvenes jaraneros de los albergues de Kanasín, no reciben ningún apoyo de ningún gobierno y, sin embargo, luchan día a día para sobrevivir de sus colectas que realizan en diferentes partes de la ciudad.
Ahora resulta que el querer tener una vida distinta es un delito y son perseguidos por sus fuerzas estatales en lugar de estos persigan delincuentes y gente mala, ahora se dedican a perseguir estudiantes yucatecos que tienen sueños de mejorar sus vidas, si no ayuda señor gobernador, ¿Por qué los perjudica?, esto debería ser un orgullo, que éstos jóvenes practiquen su cultura, porque déjeme decirle que en estos albergues se invierte en cultura, deporte y educación para estos jóvenes que vienen desde los rincones más alejados y pobres del estado de Yucatán, y dígame usted, ¿A quién de su gobierno le ha importado la educación y formación de estos jóvenes?, claro, como a sus hijos y familiares de los funcionarios tienen para pagar todo esto, por eso, son insensibles y se les olvida que los hijos de los campesinos también tienen derecho a la educación, pero no se le olvide que gracias a los impuestos del pueblo bueno y trabajador, ustedes cobran sus jugosas quincenas.
Recuerde que el pueblo pone y el pueblo quita.
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