Lejos de que el uso indebido o delictivo de los recursos públicos se haya desterrado en el actual gobierno -autollamado de la “CuartaTransformación”, el cual ha tenido como eje de toda su oferta política y su publicidad la “lucha contra la corrupción”, la “austeridad republicana”, “primero los pobres”, etc., ahora el mal uso de los recursos públicos, el dispendio, la opacidad y la misma corrupción han seguido manifestándose de forma alarmante con la complacencia del presidente de México y su partido, Morena. Las consecuencias perjudiciales de esta política son para el pueblo trabajador, pues un gobierno que no gasta realmente en elevar el bienestar social es un gobierno que sale caro y que termina canalizando los recursos hacia propósitos que nada tienen que ver con el bienestar del pueblo.
Resulta un espectáculo grotesco ver como se desgarra las vestiduras el presidente de la República al acusar a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) -órgano autónomo de la Cámara de Diputados que se encarga de auditar la cuenta pública que manejan los distintos niveles de gobierno-, de haber dado a conocer las pérdidas -quebranto en realidad-, que trajo la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM). El enojo de López Obrador es porque en el informe que dio a conocer la ASF, se estableció que el monto de las pérdidas generadas por tal cancelación de dicho aeropuerto fue de 332 mil millones de pesos (cuando en las estimaciones anteriores se dio a conocer que fueron de 110 mil millones. López Obrador poco después de emitido el informe de la ASF dijo en una de sus mañaneras: “yo tengo otros datos”. Por su parte, el auditor principal de la ASF, David Colmenares, reculó ante la catarata de ataques en la prensa y en las redes sociales (el gobierno de la 4T echó andar sus granjas de bots). A tal grado es el disgusto de López Obrador que ya solicitó a la Cámara de Diputados “se investigue” con el propósito de destituir al titular de la ASF.
Sin embargo, la prensa crítica al gobierno de la 4T y de López Obrador ha señalado con oportunidad y puntualmente que esta “pifia” no es una simple casualidad -producto de la “utilización de metodología equivocada”, como señaló Colmenares-, sino que es un plan bien ejecutado por el gobierno lópezobradorista para desviar la atención de los fuertes señalamientos sobre el desvío de recursos, posible malversación y corrupción que la misma ASF da a conocer en el mismo informe sobre el ejercicio de la cuenta pública de 2019. Algunos ejemplos de la posible desviación de recursos, de la opacidad y mal manejo del presupuesto públicos son:
1.-La revista Proceso en su edición última del 28 de febrero señala en su artículo “Servidores de la nación, un desastre administrativo de 3 mil millones”, que el gobierno federal no ha podido aclarar el gasto de más de 3 mil millones de pesos utilizados en Los Servidores de la Nación, pues este dinero se ha “extraviado en una maraña de inconsistencias, omisiones e irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación”.
2.-El periódico Milenio en su edición del 20 de febrero dio a conocer una nota titulada “Proyecto de Tren Maya, en riesgo de perder rentabilidad: Auditoría Superior”. En el subtítulo de la nota, señala que: “El desembolso para la edificación del proyecto ferroviario es de 161 mil 356 millones de pesos, lo cual ha significado un aumento del 16 por ciento”. Y ya en el cuerpo de la nota se dice: “Debido a los incrementos que ha registrado la inversión inicial… su tasa de rendimiento inmediata (TRI) se encuentra en 10.2 por ciento, cuando el límite para aprobar un proyecto es 10 por ciento, por lo que, de incrementarse más el costo de la obra, existe el riesgo de que se pierda la rentabilidad, informó la ASF.”
3.- En otra nota de la Revista Proceso, de la edición ya señalada arriba, titulada “En Becas del Bienestar, un boquete millonario”, se dice en el cuerpo de la nota que: “Entre las observaciones encontradas por la ASF en el programa de becas están: Uso de recursos para fines distintos de los autorizados o establecidos en la normatividad; pagos improcedentes o en demasía, y carencia o desactualización de manuales, normativa interna o disposiciones legales. Más adelante la nota dice “El Programa Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez inició su operación con irregularidades: una auditoría identificó que, en 2019, año de su creación, la coordinación a cargo de operarlo ejerció recursos de manera indebida por 567 millones de pesos.
Como puede apreciar, amigo lector, la ASF se ha dedicado a evidenciar las omisiones, la ineptitud, las irregularidades, los desvíos y la corrupción de los programas del Gobierno federal. Ante el inminente inicio de las campañas electorales, López Obrador y Morena no quieren que quede evidenciado el fracaso rotundo de su supuesta lucha en contra de la corrupción; el gobierno de 4T está cometiendo más actos de corrupción que los gobiernos “neoliberales”, a los cuales tanto criticó el actual presidente de la República.
Mientras la población pobre se debate en el aumento de la pobreza (vario millones de nuevos pobres y más de 10 millones de nuevos desempleados); pérdida del poder adquisitivo en la mayoría de familias trabajadoras, una educación de niños, adolescentes y jóvenes que es un gigantesco desastre; una pandemia que nunca se logró controlar por un sistema de la salud al que se le hicieron recortes mayúsculos; una delincuencia desbordada que ha dejado un promedio de 100 asesinados al día, un ataque a la ciencia, la cultura y el arte, con la ominosa cancelación de los fideicomisos que apoyaban la labor de científicos, investigadores, artistas, etc.; en fin, un verdadero desastre nacional, y ante esa dura y brutal realidad, López Obrador tiene que buscar chivos expiatorios y sobre todo seguir con sus espectáculos distractores para seguir alimentando su narrativa llena de falsedades que tanto le han redituado y le seguirán redituando mientras el pueblo trabajador no adquiera una educación política y tenga una organización clasista. El gobierno de la 4T es el gobierno más opaco, pues no quiere que el pueblo conozca la verdad sobre los malos manejos, sobre probables desvíos, hurtos al erario público, nepotismo y compadrazgos que permiten la corrupción. De esta realidad se desprende cuál es la tarea de los que luchamos por un México justo, un país cuyos gobernantes no se dediquen al engaño, sino que resuelvan los grandes problemas construyendo un modelo económico y social nuevo.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario