Si bien es cierto que los males sociales de nuestro país no son de ahora y muchos políticos son los responsables, se debe a que nunca se ha emprendido un verdadero proyecto de nación donde se cree un modelo económico que beneficie a la población entera creando fuentes de empleo, salarios dignos, orientación del gasto social y donde exista una política fiscal progresiva para así poder llevar a cabo una vida más llevadera, más próspera y que no sólo vele por los intereses de unos cuantos, pues son los que han aprovechado y abusado de la riqueza que se produce por todos.
Por eso, la ciudadanía en su justo y libre derecho, buscando un cambio, decidió explorar a lo que a primera vista parecía una nueva ruta, sin mirar bien a donde se conducía, ni que se podrían agravar los males sociales del país; y ante la falta de educación política y la necesidad, una parte del electorado de los mexicanos fijaron sus esperanzas en una salida equivocada que ahora estamos pagando muy caro, error tan grande que incluso, le está costando la vida a miles y miles de mexicanos.
Por cómo han transcurrido las cosas, AMLO y la 4T no cuentan con un verdadero proyecto con estrategias viables que realmente vayan combatiendo los males del país, el desastroso manejo de la actual administración los ha agravado y México se encuentra sin rumbo fijo. Los años han transcurrido y el diagnóstico que se ha hecho ha sido equivocado y por consecuencia el tratamiento también, se tiene más pobreza, desempleo, enfermedad y crimen.
Sus malas políticas empleadas, han sido solamente engaños y fiascos que han traído devastadoras consecuencias eludiendo temas importantes que están afectando terriblemente al país. Hay temas urgentes que deben ser atendidos como el repunte de los contagios de covid-19 que con las variantes más fuertes siguen matando a miles de personas, no se ha terminado de aplicar la vacuna ni siquiera la primera dosis a la mayoría de los mexicanos. Y a eso le agregamos una locura más de nuestro excelentísimo presidente de la república, cuando pretende regresar a los niños a las aulas sin ser vacunados y sin contar con la infraestructura necesaria para poder tener un regreso a clases seguro, poniendo en riesgo su vida porque no se toma el problema con la seriedad que se merece, dejándole la responsabilidad a los padres de familia para lavarse las manos si las cosas salen mal.
Hoy AMLO es un hombre obsesionado, le interesa más el tema electoral, que su partido gane, convirtiéndose en su defensor, utilizando los recursos del estado para justificar las corrupciones de su familia y de la gente que conforma la 4T; que gobernar para todos los mexicanos. El hombre que ha hecho del discurso contra la corrupción y la impunidad su principal bandera, debe pedir una actuación rigurosa para acabar con ese cáncer que tanto agobia a nuestro país, no sólo aplicársela a quien el crea que es pecador y por lo tanto ser juzgado, sino actuar con la misma medicina para sus allegados de la “Cuarta Transformación” que también mucho daño le ha hecho a nuestro México.
Todo mexicano consciente debería cuestionarse sobre la solución del problema y ver que la verdadera solución está en nuestras manos, adquirir conciencia de la desgracia causada por este gobierno y que no podemos permitir que se siga destruyendo nuestro México. Es necesario y urgente un rumbo fijo para el país, con una transformación de desarrollo y bienestar para el pueblo mexicano y eso se logrará cuando exista un Gobierno serio y responsable que se decida a emprender el verdadero proyecto que salvará a todos.
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