Estos últimos días fueron sumamente difíciles para muchas familias de la comunidad de Atotolco Chinanco en Tláhuac, pues sufrían una problemática grave al haber sido víctimas de inundaciones con aguas negras.
Nuestra organización, el Movimiento Antorchista, y todos los activistas que la integramos, estuvimos muy preocupados por esta situación tan lamentable, porque incluso el problema estaba escalando, ya que se estaban presentando cuadros infecciosos y brotes de dengue por la permanencia de las aguas pestilentes. La afectada fue la población más vulnerable: niños, enfermos y personas de la tercera edad.
En primer lugar, muchas veces el drenaje colapsa debido a la falta de mantenimiento: o sea, las autoridades simplemente no invierten los recursos en obras necesarias.
Pero, como nos ha enseñado nuestra querida organización, no debemos simplemente cruzarnos de brazos y actuar como observadores de las calamidades y problemas sociales.
Antorcha emprendió la lucha por defender a todas estas familias que necesitaban una mano amiga y, sobre todo, alguien que sacara la cara por ellas, ya que prácticamente lo han pedido todo.
La lucha continúa: primero por el seguimiento al envío de oficios para solicitar atención para que las autoridades enviaran un vactor para desazolvar las aguas negras y que las casas pudieran estar más habitables, pues muchas familias ni siquiera podían ingresar a sus viviendas.
Sin embargo, la respuesta fue negativa, pues las autoridades, emulando a los que están más arriba, simplemente aplicaron la de los oídos sordos. Ellos, desentendidos de los problemas, hacen como que no les toca y argumentan una serie de situaciones que en nada explican la falta de empatía por socorrer.
En vista de la negativa, nos vimos en la necesidad de marchar por Paseo de la Reforma, donde las familias afectadas y vecinos de otras comunidades solidarios exigieron con energía que las autoridades voltearan a verlos y ayudaran a los damnificados. La respuesta, una vez más, fue negativa, con todo descaro.
Sin embargo, no se desistió, pues existe la necesidad de apoyar a los más desvalidos, y los ideales de Antorcha son grandes y firmes. Uno de ellos es no hacer de lado a los que sufren, por lo que nuevamente se marchó hasta que los funcionarios de Gobierno se comprometieran a atender el problema.
Los funcionarios que despachan en Sacmex prometieron acudir a la zona del desastre para revisar el problema, y así fue.
Logramos que el Gobierno de la ciudad interviniera a través de esta dependencia operadora del agua para realizar maniobras de retiro de aguas negras de los hogares afectados, así como para que atendiera a las familias damnificadas y las apoyara con la entrega de artículos de limpieza.
Sabemos que esto no es el final, sabemos que falta mucho más, pero al final de cuentas es el producto de la lucha que la propia ciudadanía, de la mano del Movimiento Antorchista, ha emprendido con valentía.
Lo que sí debe quedarnos claro, y sobre todo a la gente, a los afectados, es que la solución a todos los problemas radica en la propia organización; en la unión con nuestros semejantes.
¿Por qué se dan las inundaciones? En primer lugar, muchas veces el drenaje colapsa debido a la falta de mantenimiento: o sea, las autoridades simplemente no invierten los recursos en obras necesarias.
Además, todas estas familias padecen el no contar con calles pavimentadas, por lo que las lluvias las convierten en lagunas, y se suma la precariedad de sus viviendas, con techos de lámina.
Todos estos problemas y muchos más son los que debemos enfrentar y resolver. Debemos hacer que las autoridades no se desentiendan.
Asimismo, debemos luchar para cambiar el sistema de cosas existente, para implementar un sistema en el que sean prioridad los más necesitados, que son la mayoría; donde haya vivienda, salud, educación y bienestar para todos, y donde todos los mexicanos puedan contar con una vivienda digna y empleos bien remunerados.
No es un sueño guajiro. Es todo un proyecto que Antorcha viene encaminando desde hace 50 años, e invitamos a todos los mexicanos a sumarse a este proyecto de nación.
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