Nuevamente sale a relucir el tema de los migrantes, a raíz de la tragedia ocurrida el pasado 27 de marzo en Ciudad Juárez, Chihuahua, por la muerte de 39 migrantes, quienes se encontraban recluidos al interior de la estación migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM).
Al leer este tipo de noticias, lo primero que uno siente es indignación, y surgen un sinfín de preguntas, ¿cómo es posible que se cometan estos crímenes con gente inocente? ¿Por qué se asesina de esa manera? ¿A quién le interesa la muerte de los que emigran de sus países?
Para contestar todas esas interrogantes es necesario reflexionar lo siguiente. Primero; son varias las razones por las cuales el ser humano decide abandonar su residencia, las más comunes son dos: la pobreza lacerante, es decir, la falta de oportunidades para gozar de un empleo digno y bien remunerado que permita solventar los gastos de él y su familia; otra es la violencia extrema que se vive en el país de origen, los grupos delictivos o las mafias organizadas que se dedican a extorsionar a las personas incluso a familias enteras, que mejor deciden abandonar sus casas y salir huyendo por el miedo de ser asesinados; esas son las causas más comunes por las que la gente emigra a otros países en busca de nuevas oportunidades, de encontrar alguna alternativa que mejore su vida. Pero no se dan cuenta que se enfrentarán a una situación aún más complicada, como dice el refrán salen de Guatemala para entrar a guatepeor, salen huyendo por miedo a morir sin saber que se enfrentarán a nuevos peligros donde muy posiblemente encuentren la muerte.
Segundo. La inmensa mayoría de los migrantes que atraviesan territorio mexicano son centroamericanos y en menores cantidades latinos. Es de llamar la atención que actualmente el Gobierno mexicano que se dice ser de izquierda y que en todo momento dice defender a los pobres, que siendo ya presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en una de sus mañaneras (septiembre 2021), dijo que le iba a brindar todo el apoyo a los migrantes, implementando un plan conjunto con el país vecino del norte, en materia de inversión como de infraestructura; ordenar el flujo migratorio a partir del otorgamiento de visas temporales de trabajo, que contribuyan a incrementar la fuerza laboral en Estados Unidos (EE. UU.) y Canadá.
Llamó a los países de ambos gobiernos a invertir en programas sociales como Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, con el objetivo de ofrecer oportunidades de desarrollo a las personas en sus lugares de origen. También dijo que todas estas propuestas se formalizarían en una Carta que le enviaría al presidente de Estados Unidos, Joseph Biden. Pero lo real es que el resultado fue en vano porque nunca se publicó la respuesta de dicha carta, nunca se hizo un compromiso público por parte del presidente norteamericano.
Tercero. El pasado 10 de enero, hubo una reunión llamada X Cumbre de Líderes de Norteamérica entre Biden, el primer ministro de Canadá, Justin Tradeau y López Obrador para tratar, entre otros temas, la migración, en resumen lo que acordaron es cumplir con una política para abrir canales legales para que los migrantes de Nicaragua, Cuba, Haití y Venezuela puedan llegar legalmente a Estados Unidos, no de otras nacionalidades, ojo, solo de esas. Y se propuso que se buscará un mecanismo para que Canadá sea la alternativa para desahogar los crecientes flujos de migrantes que buscan llegar a EE. UU. a través de México. Y lo que le solicitó el presidente de México a Biden, que se presione al Congreso de su nación, para llevar a cabo una reforma migratoria de millones de mexicanos que ya viven en ese país. (CNN Español, 11/01/23).
Es clara la intención del presidente de Estados Unidos, no permitir que ingresen más migrantes a su país, sólo a los que él considera que le pueden ser útiles en un futuro, para desestabilizar gobiernos como Cuba, Nicaragua o Venezuela por poner algunos ejemplos. Dio embozadamente órdenes precisas de retener en México y no dejar o dejar pasar por ningún motivo a ningún migrante más. Por eso los acuerdos de apoyar con recursos para los programas asistencialistas, con más vacunas entre otros que le propuso López Obrador.
Si analizamos un poco más el fenómeno de lo que sucedió con los migrantes que fallecieron asfixiados, fueron encerrados por órdenes del delegado del INM, Salvador González Guerrero, quien dio la orden de tenerlos bajo llave, según información que brinda el abogado de las víctimas, Jorge Vázquez Campbell, afirmando que dicho personaje recibió la información de haberse prendido fuego en una de las celdas donde se encontraban recluidos los migrantes y contestando por vía telefónica que no se les abriera, que se les dejara ahí. (Reforma / 30 de marzo/ 2023).
Es un acto inhumano, sólo se actúa así cuando se reciben órdenes desde arriba. Quiero dar otro ejemplo similar que sucedió el 9 de diciembre de 2021, se dio a conocer como un accidente, un choque entre un tráiler y un camión que transportaba más de 160 migrantes en Chiapas y que fallecieron 56, no se le dio la cobertura necesaria, no se hizo tanto escándalo en los medios de comunicación como se acostumbra, nunca se detuvo al culpable que se dio a la fuga y esos pobre muertos quedaron en la indefensión. Pero además, este fenómeno crece y crece y no se hace nada por resolver el problema.
Según se informa, los migrantes han presentado numerosas quejas ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en contra del INM por diferentes motivos como: abusos, lesiones, torturas, agresiones sexuales y hasta extorsiones, las cuales van en aumento. De acuerdo con los propios datos que registra dicha comisión pasaron de 714, que se reportaron en 2019, a 2,141, en 2022, siendo las estaciones migratorias con mayor número de quejas recibidas en Chiapas, con 583; Ciudad de México 249; Tabasco 227; Sonora, 187 y Nuevo León, con 142, en menor número Chihuahua, con 30.
En opinión de la directora ejecutiva de Amnistía Internacional de México, Edith Olivares, las 60 estaciones migratorias del INM representan focos rojos por sus malas condiciones, donde se violan permanentemente sus derechos humanos. (El Universal, 30 de marzo de 2023).
Que se desprende de esta reflexión amigos lectores, según mi muy particular punto de vista, todo está calculado, todo está acordado, ya no es posible retener a más indocumentados, hay que cumplir compromisos con las grandes élites del poder, son puras mentiras de los gobiernos que dicen trabajar en favor de los que menos tienen, si existiera esa preocupación no habría migrantes.
El sistema capitalista engendra este terrible mal y tarde que temprano tiene que perecer. Para acabar con éste fenómeno, hay que acabar con la pobreza, la desigualdad, la violencia, la injusta distribución de la riqueza que existe en cada nación, por eso es necesario que el pueblo se una, se organice y luche, cada quien en su lugar de origen y construir una patria más justa y más equitativa para todos.
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