Ya en otro artículo hemos referido cómo se vislumbra el futuro para la nueva administración morenista en Baja California Sur, dijimos que, francamente, tendrán todo el poder, todo el control del estado y de los municipios, así como del congreso local. Comentamos también que, hablando en plata (como dicen los argentinos) ellos ya contaban con todas las facilidades para hacer desde hace algún tiempo las mejoras para la gente humilde -demostrar el “primero los pobres”- si así se lo hubieran propuesto, dado que desde hace tres años gobiernan el país entero, el Congreso de la Unión y, los municipios más densamente poblados del estado: La Paz y Los Cabos. Dice un aforismo popular que, “a veces en política, lo que parece no es y lo que es no parece”.
Cuán cierto resulta ante el transitar de los hechos. En La Paz, la administración actual está terminando de la peor manera, con manifestaciones en la dirección de Servicios Públicos, con bloqueos en la dirección del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado, y con escándalos de falta de pago a los trabajadores. Hace agua por doquier y, la inconformidad social ya se hizo sentir. ¿Se referiría a eso Rubén Muñoz cuando aseveraba en junio pasado, “vamos a entregar una administración en orden y caminando”? Aparentemente llegan como vencedores, después de la beligerante pugna electoral, pero, la realidad nos está demostrando que esta afirmación está tan lejana de la realidad como lo está el cielo de la tierra.
Morena está severamente disminuida en La Paz, los hechos, que solo quien deliberadamente se tape los ojos no los vería, lo demuestran: en 2018, Rubén Muñoz ganó el municipio con 104,184 votos; en julio del 2021 la vencedora, Milena Quiroga, obtuvo 51,217 votos; mientras que en la pasada Consulta Popular para “enjuiciar a los expresidentes” (broma aparte), solamente tuvieron capacidad para llevar a votar a no más de 12 mil personas. ¡oh, qué tenemos aquí! Qué distinta fue la votación ahora que no dieron despensas ni realizaron compra ni manipulación del voto. Pero, esta verdad innegable se descubre solo profundizando muy poco en el análisis, como el profesor Lidembrock y Axel descendiendo al centro de la tierra.
Ante esta situación por demás adversa para la 4T, la nueva mandataria municipal se presenta ante la palestra pública de una manera afable y con aplomo, por ese solo hecho ya es digna, como cualquier persona, de cierta consideración. Ella sabe que tiene ante sus manos la posibilidad de enraizar su proyecto o llevarlo al ocaso, porque, además, si tomamos en cuenta que las contradicciones nacionales toman cada vez más fuerza, que los dislates presidenciales y los lapsus brutus de funcionarios del más alto nivel cada vez se hacen más frecuentes, las bases, los niveles medios y bajos del gobierno deben andar con pies de plomo. ¿Qué hará? Lo sabremos muy pronto.
¿Acaso no es un dislate llamar a la población estudiantil a regresar a clases “llueva, truene o relampaguee”, cuando estamos en el nivel más alto de contagios desde que inició la pandemia? ¿Cómo se le llama en lenguaje fanático a esa obsesión por mentir que ha hecho del gobierno de Andrés Manuel “la comedia humana”? ¿Si no es un lapsus brutus, entonces qué es ese irrenunciable afán del capitán por simular que todo va bien, cuando la tripulación completa ha descubierto que están al borde del naufragio?
“La simulación es una actividad parecida a la de los actores y puede expresarse en tantas formas como personajes fingimos. Pero el actor; si lo es de veras, se entrega a su personaje y lo encarna plenamente, aunque después, terminada la representación, lo abandone como su piel la serpiente. El simulador jamás se entrega y se olvida de sí, pues dejaría de simular si se fundiera con su imagen. Al mismo tiempo, esa ficción se convierte en una parte inseparable -y espuria- de su ser: está condenado a representar toda su vida, porque entre su personaje y él se ha establecido una complicidad que nada puede romper, excepto la muerte o el sacrificio. La mentira se instala en su ser y se convierte en el fondo último de su personalidad”, de esa precisión microscópica, que desciende a las profundidades más ignotas son las palabras gigantes de novel mexicano, Octavio Paz.
La mentira tarde o temprano quedará desvelada y la verdad se impondrá. Por ello nosotros no desmallamos nuestro afán de una vida más digna, más justa y más equitativa para todos, porque eso dicta la razón y el sentido común entre los seres humanos; porque la humanidad no siempre ha estado dividida en clases sociales, en explotadores y explotados y, por ende, algún día todo lo mala cambiará para bien, eso nos llena de júbilo y de energía, porque sabemos que algún día el verdadero bienestar reinará entre los mexicanos, y ese no será otro que el que promueve el Movimiento Antorchista Nacional. Vale.
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