A tres años de distancia los habitantes de la zona norte del estado nuevamente han perdido todas sus pertenencias, sus cosechas, el ganado; tres años en los que no terminaban de recuperarse por la enorme inundación que provocaron las lluvias del huracán Willa que dejó más de 200 mil personas damnificadas, más de 3 mil millones de pesos en afectaciones, y ahora, un nuevo desastre azota a varios municipios: el huracán Pamela con categoría 1 concentró una gran cantidad de agua en zonas altas de Durango que, al descender a través de los ríos San Pedro y Acaponeta, provocó la inundación de varios municipios: Huajicori, Acaponeta, Tecuala, Rosamorada, Tuxpan, Ruiz, así como comunidades de Santiago Ixcuintla y San Blas; el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero ha informado que se han detectado 2 mil 500 familias con 9 mil 106 damnificados, así como 8 mil personas incomunicadas con afectaciones graves.
Después de que el país fue testigo del desastre ocurrido en 2018, de las múltiples visitas realizadas por el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, al municipio de Tuxpan como ocurrió en diciembre de 2020, (Regeneración 7 de diciembre 2020) donde anunció ayudas con enseres domésticos, así como la reconstrucción y nuevos empleos; de todo esto hemos de decir que esa ayuda no llegó a todos y, además, la “reconstrucción” ha sido de mala calidad, así lo podemos notar al ver el colapso del puente que comunica Peñas- Tuxpan, pues al ser de reciente hecho y aún con toda la tecnología que se pudo haber utilizado en su realización, no soportó esta nueva inundación.
Veamos. Tanto los ciudadanos como el gobierno estamos conscientes de que los cambios climáticos causan estragos en el mundo, cada vez son más frecuentes grandes huracanes, terremotos, temporadas de frío o calor intensos, inundaciones, tornados, tsunamis, todo eso es muy difícil que lo podamos evitar, sin embargo, hay acciones donde la mano del hombre sí puede y debe entrar, me refiero principalmente al gobierno de nuestro país, pues como todos sabemos, “la austeridad” y la “lucha contra la corrupción” que tanto pregona la 4T sitúan los problemas graves que vivimos lejos de las prioridades de AMLO, pues se han dejado de realizar obras al servicio de la gente, el ejemplo claro está en esta nueva inundación que sufren los nayaritas; el gobierno debería priorizar , como en el caso de Tabasco, obras que ayuden a prevenir las inundaciones, apoyar al sector agrícola y ganadero pues todas las tierras de cultivo están bajo el agua, hay carreteras destruidas como la Ruiz- Zacatecas y hasta hoy no hay una cuantificación de los daños ocurridos.
Considero importante mencionar que a pesar de que el gobernador, presidentes municipales, incluso la presidenta del Congreso del Estado ha acudido a la zona de desastre, es realmente el pueblo trabajador el que está levantando a las familias en desastre, en este sentido, los Antorchistas de los diversos grupos no afectados ayudaremos con lo que está a nuestro alcance.
Los diputados federales y locales, los presidentes municipales, el gobernador, todos ellos salidos de las filas de Morena, tienen un gran reto por cumplir, que sus promesas de campaña se realicen en los hechos, hechos palpables y que perduren por generaciones para evitar nuevos sufrimientos en nuestro pueblo. El presidente de la república tiene también la gran tarea de demostrar su amor por Nayarit, pero en los hechos ya que para eso los mexicanos lo eligieron.
A los habitantes de la zona norte y a los nayaritas, los antorchistas les hacemos un llamado urgente, el de organizarse y luchar con el Movimiento Antorchista para que exijamos con voz firme y alta la reconstrucción de todo lo dañado, la realización de obras en materia de vivienda, educación, apoyo a los campesinos y ganaderos incluso a los pescadores, apoyo para que las comunidades serranas sean atendidas y reconstruidos sus caminos de acceso.
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