Desde hace varias semanas, la FNERRR se ha manifestado para exigir al Gobierno de México que vacune a todos los estudiantes del país antes del regreso a clases presenciales. Sin embargo, su opinión no ha sido tomada en cuenta para que dicha propuesta sea una realidad. Es más, dicha demanda no está ni siquiera en los planes del Gobierno federal para resolverse a corto plazo.
Por otra parte, el gobierno mexicano aseguró desde el 14 de julio que “llueva, truene o relampaguee” las clases presenciales van para adelante. A mi juicio, dicha afirmación es sumamente peligrosa, pues de regresar a clases los millones de estudiantes sin vacuna en México estarían expuestos a contagiarse y enfermar de covid-19, además de ser portadores del mismo y llevarlo a sus hogares. Y más aún en estos días, pues está comprobado científicamente que las nuevas variantes de coronavirus son más contagiosas, específicamente la Delta que ya está presente en todo el país.
Es preciso señalar también que, durante la primera y segunda ola, era muy raro que gente joven o incluso niños y niñas se contagiaran del virus e ingresaran a los hospitales. Hoy, ese panorama es una realidad. Pues, por grupos de edad, los casos positivos de covid contabilizados tan solo desde la última semana de julio respecto a la semana anterior inmediata, han aumentado 2.7% en el grupo de 0 a 5 años, 2.9% en el grupo de 6 a 11 años y 2.9% en el grupo 12 a 17 años.
En términos generales, cabe mencionar también que, de acuerdo a los datos de la Secretaría de Salud y de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), en lo que va la pandemia hasta el 1 de agosto, 605 menores de edad han muerto a causa del Covid y se han confirmado 59 mil 127 casos positivos. Lo preocupante es que dicha cifra ha aumentado relativamente en las últimas semanas como ya lo expuse líneas arriba.
A propósito de la postura testaruda del regreso a clases este 30 de agosto, cabe recordar el intento fallido del retorno a clases voluntario en la CDMX, donde a una semana después de reabrir algunas escuelas, resultaron 6 casos positivos de menores de edad que cursaban primaria en diversas alcaldías, motivo por el cual 60 menores de edad quedaron bajo observación por haber compartido espacio con los casos positivos. En ese entonces gran parte de padres de familia rechazaban la reapertura de planteles, postura que se reflejo en el número de planteles que operaron, pues de las 7,755 escuelas que hay en la ciudad, solo reabrieron sus instalaciones 1,125, que luego de enterarse de los casos positivos muchas de ellas cerraron sus puertas nuevamente.
Dicho ejemplo de la CDMX es un panorama que se repetirá después del 30 de agosto, pues muchos padres de familia saben que, en caso de mandar a los niños, niñas jóvenes y adolescentes a las aulas sin haberles vacunado, desencadenará una nueva ola de contagios. Si bien es cierto que es más alto el riesgo de que un niño se contagie en la casa a que contraiga el virus en la escuela, debe considerarse con mucha seriedad que habrá niños que asistan a la escuela sin ningún síntoma y sean portadores del virus, y que a su vez contagiaran a más niños que a su vez llevaran el virus a su casa donde puede haber población de riesgo que aun no se encuentra vacunada y por ende resultara infectada con consecuencias quizá lamentables.
Además de todo lo anterior, también se deben de contemplar las pésimas condiciones en las que se encuentran miles de planteles educativos en el país en la ciudad y en provincia, ya que muchos de ellos se encuentran en condiciones deplorables que no son capaces de ofrecer sana distancia a sus educandos y algunas más ni agua para lavarse las manos tienen.
El profesor e investigador del Colegio de México, Manuel Gil Antón, se manifestó en este sentido diciendo que “la pandemia nos mostró un sistema educativo con muchas fallas, de infraestructura, de ventilación, de agua potable en muchos casos y también nos mostró que arquitectónicamente en las ciudades hemos hecho bunkers, derivado de la inseguridad. Si una escuela no tiene condiciones de ventilación no debe abrir y lo que hay que hacer en esa escuela es obrar para que pueda abrir”.
La opinión del investigador dio en el clavo, sin embargo, la necedad del presidente de México no lo ve así. Finalmente, quiero dejar en claro que concuerdo y apoyo abiertamente con la postura de la FNERRR en que es necesaria y urgente la vacunación de los estudiantes antes del regreso a clases para garantizar un clima seguro para ellos y sus familias.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario