El estado de Nuevo León con más de 6 millones de habitantes, la mayoría concentrados en su zona metropolitana de Monterrey, sin duda una población citadina. Gente trabajadora e impulsora del crecimiento en todos los sentidos.
En los pasados comisos electorales, el hoy gobernador Samuel García les dio la vuelta a varios candidatos ya conocidos y con cierta experiencia en el trabajo público, pues la gente de Nuevo León decidió darle la confianza para generar nuevas expectativas en otra persona y partido diferente, muy parecido lo que sucedió con el Bronco, el anterior gobernador.
El domingo 3 de octubre Samuel García Sepúlveda rindió protesta como gobernador en el congreso local de Nuevo León para gobernar el estado por los siguientes 6 años, la gente una vez más con nuevas ilusiones para que hora si se hagan las cosas bien.
Ojalá que si haga lo que prometieron en campaña y le cumplan al pueblo neoleonés, sin duda gobernar no es lo mismo que solo opinar desde afuera. A título personal felicito al nuevo gobernador del estado Samuel García, pero también le recuerdo que no se olvide de los más necesitados en el estado, el sur de la entidad por ejemplo que es una de las más olvidadas por todas las administraciones estatales, las colonias de la periferia de la ciudad que carecen de lo elemental como agua y drenaje, luz eléctrica y servicios de salud. Apoyar sin escatimar a la educación que es pilar fundamental de desarrollo de la sociedad, pues todavía en nuestros tiempos hay escuelas que carecen de infraestructura adecuada para desarrollar bien la educación. Si se olvida de la clase trabajadora ella misma lo enterrará y depositará la confianza en otro lado, el pueblo de Nuevo León evalúa por los hechos, no por las palabras.
Es tiempo del pueblo organizado, es necesario que la gente se organice y no espere que las autoridades resuelvan nada más porque son buenas gentes, hay que exigir lo que por derecho le corresponde al pueblo. Es urgente y necesario que nos unamos para cambiar a este país y a nuestro estado en particular. Tal vez el gobernador tenga buenas intenciones d cambiar lo viejo por lo nuevo, pero lo que necesita nuestro país es un cambio de sistema, un cambio de raíz. Solo así se logrará el verdadero cambio para gente.
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