¿Qué son las guerras psicológicas? Se le da este nombre al conjunto de acciones que se destinan para destruir emocional o simbólicamente al adversario. En el libro El Arte de la Guerra, de Sun Tzu, propuso que se debe “someter al enemigo sin disparar un arma", enunciado que más adelante se siguió utilizando como táctica de guerra con un resultado eficaz por Genghis khan y otros, pero que generaciones de hombres han conocido y aplicado como forma de propaganda y que actualmente se emplea en la política, religión, familia; aquí algunos ejemplos.
En Estados Unidos, en la doctrina de defensa, hay capítulos dedicados a la guerra psicológica resumidos en destruir la voluntad y capacidad del enemigo, privar al adversario del apoyo de sus aliados e incrementar la moral y voluntad de sus propias tropas.
El papel de la propaganda fue decisiva para el avance de los nazis, en Alemania; en su época lograron el máximo control de los medios de comunicación y los usaron para sus propios intereses, recordemos aquella máxima de Joseph Goebbels: “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”, estrategia que hoy se usa por occidente entre el conflicto Ucrania-Rusia.
La reciente pandemia de covid-19, que azoró al mundo, tiene indicios de que si no fue un invento de las naciones poderosas, si fue utilizada como una guerra psicológica. El presidente Donald Trump mencionó, en 2020, que la covid-19 surgió en un laboratorio de Wuhan; en 2021 Joe Biden acusó a China de ocultar la verdad, mencionando que esa nación inventó el famoso virus, mientras que los asiáticos aplicaban la política cero covid-19 e implementaba vacunas, a la vez que brindaba apoyos de salud a diferentes países, al mismo tiempo que seguían creciendo económicamente y expandiendo sus mercados.
Ante el virus que se extendió por todo el mundo, Estados Unidos acusó a China de utilizar un arma biológica contra la humanidad y utilizó la propaganda para realizar una guerra psicológica contra aquella nación, para de esa manera crear un desprestigio contra el gigante asiático. Ante ello es reconocible que el engaño es natural en los servicios de inteligencia y las operaciones psicológicas son más frecuentes en la actualidad.
Recientemente,ha crecido la especulación sobre los ovnis y se dijo incluso que se hizo el derribo de una nave extraterrestre por parte del ejército estadounidense, lo que fue tendencia en los noticieros y las redes sociales; a ello se sumaron los supuestos globos espías chinos que aparecieron en Estados Unidos, algunos ciudadanos pensaron que se trató de una cortina de humo ocultando la crisis de Ohio, misma que se compara con el desastre nuclear de Chernóbil.
Estados Unidos promueve la idea de dictadores locos a presidentes de otras naciones, les acusa de producir armas de destrucción masiva, luego los declara culpables y los ejecuta; ya lo vimos con Sadam Husein, desde entonces esa nación próspera por el petróleo está ocupada por los “libertadores”.
Pero eso no para, la guerra psicológica sigue usándose para derrocar gobiernos (revoluciones de colores), se ha promovido la ruso fobia, hoy en día se libran batallas en diferentes frentes: la guerra comercial, la guerra de información, la ciberguerra, la guerra de monedas, la guerra financiera, la guerra judicial (lawfare), la guerra cognitiva, la guerra híbrida; son distintas modalidades con la intención de no dejar llegar un nuevo orden mundial que sea contrario al imperialismo, (que intenta mantenerse como el único capaz de dirigir los destinos del mundo), y para eso dispone de muchos mecanismos, como la invasión armada directa a países que se han atrevido a defender sus recursos naturales, acudiendo al principio de libre determinación de los pueblos y cuestionar su política de hegemonía mundial.
Así que no se dude, los poderosos del mundo dirigidos por los gringos, han aplicado operaciones psicológicas de forma permanente para “someter al enemigo sin disparar un arma”, pero cuando alguien les estorba no han dudado en invadir a otras naciones libres en nombre de la democracia y la libertad.
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