"Desempleo en México alcanza a casi 25% de la población: Heath" es el título que lleva la nota que el pasado tres de junio la revista Forbes México publicó en su portal electrónico, en la que habla de las declaraciones de Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México. En la nota se detalla que en la primera Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) que presentó el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática(Inegi) reveló que 12.5 millones de personas perdieron su empleo en abril", más abajo detalla "La ETOE confirmó que en abril se perdieron 2.1 millones de empleos formales versus 10.4 millones de informales" y continúa diciendo "la Población Económicamente Activa (PEA) pasó de 57.4 millones de personas en marzo a 45.4 millones en abril según el INEGI".
La misma nota dice que aunque el INEGI registró la pérdida de empleos formales e informales, estas cifras no fueron consideradas para calcular la cifra de desempleo, solo porque los 12.5 millones de personas se encontraban en estado de suspensión laboral temporal ocasionado por la cuarentena, es decir que para el gobierno las personas que a causa de no poder salir a buscar trabajo o que fueron suspendidas por las empresas sin goce de sueldo no cuentan para el gobierno, que se prefiere maquillar las cifras y dar "números alegres" que solucionar de fondo los problemas que aquejan a los mexicanos.
Así mismo en un artículo publicado por el sitio web wsws.org, titulado "Al triplicarse los casos de covid-19, las élites latinoamericanas avanzan la campaña de regreso al trabajo", que parte de las declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS), habla de la intensificación en la propagación del coronavirus en América, en donde vive el 13 por ciento de la población mundial, pero que cuenta con ya casi la mitad de los 9.1 millones de infectados de todo el mundo, en un mes "América Latina y el Caribe, (pasó) de 690.000 a 2,1 millones. Estados Unidos vio un aumento de 46 por ciento en este periodo a un total de 2,4 millones de casos, el más alto del mundo.".
El documento publicado el 27 de junio crítica que este crecimiento en los contagios es impulsado por el levantamiento de las restricciones a las actividades económicas, impuestas por los gobiernos, que tiene como objetivo acelerar el pronto regreso al trabajo y agresivo aumento de la producción que les reclaman los grandes capitales, "la preocupación central es que los trabajadores están siendo presionados a volver al trabajo eliminando cualquier asistencia económica para los despedidos y los cientos de millones que viven día a día en un "sector informal" diezmado por la crisis.".
Según el documento, en México, los lugares de mayor contagio son las zonas altamente pobladas, en donde hay carencia de servicios de electricidad, agua potable, de comida, en donde no hay clínicas y por lo tanto el acceso a la salud no está garantizado, estas zonas son también las más propensas al subregistro de enfermos y desde luego de muertos; y que mientras no se atiendan las necesidades de los más vulnerables no se superará la crisis.
Durante la pandemia la clase trabajadora ha sido la más castigada, al principio por la reducción de plazas de trabajo que han dejado a millones de familias al borde de la miseria, haciendo que en el mejor de los caso hayan tenido que cambiar sus hábitos de consumo, priorizando productos esenciales de marcas más asequibles; el 91 por ciento de los mexicanos ha visto un impacto negativo en sus ingresos, mientras que el 58% ha visto una reducción en sus ingresos de al menos el 60 por ciento, el 65 por ciento de los consumidores de los niveles socioeconómicos bajos han tenido que reducir su consumo de bienes esenciales debido a sus bajos ingresos de acuerdo con la consultora EY.
Y después en el regreso forzado, como sacrificio inevitable que demandan los grandes capitales, el costo será en vidas humanas; ahora los cierres iniciales son reemplazados con mapas de colores y semáforos con ciertas restricciones para justificar la reapertura "controlada"; mientras el presidente de la república, con todo el poder mediático de su investidura, refuerza la decisión tomada desde la cúspide del poder con llamados a salir del confinamiento, a abrazarse porque no pasa nada, a conformarse con comer solo arroz, maíz y frijol, o que el coronavirus le cayó como anillo al dedo.
Mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador despotrica contra el Movimiento Antorchista porque la gente organizada en él, y que está desesperada por la falta de empleo y comida, ha decidido salir a protestar pidiendo soluciones urgentes; además está harta de que se le oculte la verdadera situación respecto a la pandemia, de que se diga que todo está bien cuando organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) dice que México decrecerá en un 10.5 por ciento su economía y de que todos los pronósticos coinciden en que la situación no va a mejorar, cuando menos en este año.
Los antorchistas tamaulipecos del Altiplano: Tula, Jaumave, Palmillas, Miquihuana y Bustamante, vemos con tristeza que el gobierno morenista está más interesado en realizar campaña política utilizando la tribuna nacional y los recursos públicos, que por medio de las tarjetas con dinero, se han convertido en compra de votos adelantada; por eso nos unimos a la lucha nacional que busca que los más necesitados tengan un apoyo económico básico, por eso invitamos a todos los ciudadanos que se sientan afectados por la crisis a que nos unamos en un frente que luche, que manifieste su inconformidad, que sea un verdadero contrapeso al gobierno y con la fuerza suficiente para revertir el daño ocasionado al pueblo mexicano, tenemos una oportunidad en el 2021, tal vez la última.
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