El pasado septiembre, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dio a conocer el Paquete Económico 2024, en el que se precisa en qué se gastará el dinero público que ponen en sus manos los mexicanos que pagamos impuestos.
Este presupuesto marcará el fin del sexenio y abre las puertas a la transición de la siguiente administración. Por ello es muy importante que los mexicanos estemos atentos de adónde se destinará el recurso y el nivel de gasto que el gobierno pretende realizar el próximo año.
El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) plantea un total de gasto público federal histórico de 9.07 billones de pesos; 4.23 % más en términos reales que en 2023, y 18.3 % más que en 2019.
Expertos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria advierten que este presupuesto público del Gobierno de México, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, está basado en deudas para el país y el riesgo mayor de que la economía siga sin crecer como en los últimos años.
Sin consultar a nadie, endeudarán más al país; una promesa más que hizo AMLO en su campaña y que no será cumplida. ¿Dónde está la austeridad republicana que prometió el presidente?
Ahora con respecto a las asignaciones planteadas para el 2024, los ramos que reflejan mayores incrementos porcentuales son:
La Secretaría de Energía (Sener), con un monto de 193,179 millones de pesos, 273.2 % mayor al del 2023.
El Instituto Nacional Electoral (INE), que el próximo año tendrá que atender el tema de las elecciones presidenciales, con un presupuesto planteado de 37 mil 770 millones de pesos; 78.2 % más que en el periodo pasado
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) con 14 mil 245 millones de pesos; un aumento de 37.7 %
La Secretaría de Gobernación, a la cual se le plantea un incremento de 31.8 %, para ubicarse en 10 mil 869 millones de pesos
Y por supuesto, no podía faltar, la Secretaría del Bienestar, que proyecta un plan de gasto, nada más ni nada menos, que de 543 mil 933 millones de pesos, que es 25.2 % más que en 2023.
El presupuesto del Gobierno federal está lejos de resolver las necesidades de la población vulnerable, pero cínicamente se destinará a buscar la preferencia electoral de alrededor de 13 millones de beneficiarios de los programas de bienestar social.
No es casual que la dependencia de la Secretaría de Bienestar vaya a disponer de un presupuesto elevado, pues el gobierno federal garantizará la entrega de dinero, con el programa de pensiones destinado a adultos mayores, el cual tendrá un incremento del 30 % y ocupará la mayoría de los recursos que manejará esa secretaría (el 85.5 %, que es el mayor porcentaje en toda la historia de los presupuestos federales, según el análisis elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad. A.C). Esto convertirá a ese sector de la población, formado por cerca de 12 millones de personas, en el eje de las operaciones electorales de Morena,
Por otro lado, los programas que no dan votos de inmediato recibirán recortes sustanciales, o bien se tendrán que conformar con lo que se les asigne para sostenerse.
Por ejemplo, la Secretaría de Salud tendrá un recorte de 55.8 %; 122 mil 668 millones de pesos menos, debido a la reasignación de programas para Bienestar.
¿Qué pasará con las medicinas para la gente, para los diabéticos, para los enfermos, con las hospitalizaciones, con los esquemas de vacunación de los niños, y qué pasará si requieren alguna cirugía? No, que el pueblo se aguante y busque la manera de pagarlos para curarse.
El rubro de infraestructura tendrá un recorte del 11.1 % respecto al año pasado, lo que pone en riesgo la continuidad de proyectos de infraestructura.
El presupuesto que el Gobierno federal entrega a estados y municipios, con los cuales estos pagan sus estructuras administrativas y realizan algunas obras y programas, en 2024 tendrá apenas un pequeño incremento de 0.5 %, lo que significa que los gobernantes de estados y municipios tampoco podrán hacer grandes cambios en las condiciones de vida de los habitantes, y destinarán la mayor parte del presupuesto a pagar salarios de burócratas.
La educación tendrá un raquítico incremento de 2.7 %, que se ocupará en su mayor parte a pagos de nómina y apoyos administrativos. Disminuye el gasto en educación media superior, ciencia, tecnología e innovación, no hay ningún incremento al programa para mejorar la infraestructura escolar.
El presupuesto del Gobierno federal está lejos de resolver las necesidades de la población vulnerable, pero cínicamente se destinará a buscar la preferencia electoral de alrededor de 13 millones de beneficiarios de los programas de bienestar social. Estos serán obligados a votar por la candidata de Morena a través de los “servidores de la nación”, quienes irán casa por casa a amenazar a los beneficiarios con el dicho de que esos programas “desaparecerán si no gana la candidata del partido en el poder”, y si no votan por Morena ya verán en las siguientes elecciones.
Una vez más, la política de Morena está lejos de resolver la necesidades del pueblo mexicano, pero continúa girando en torno a lo que sí le beneficia: entregar dinero a los mexicanos más pobres engañándolos con promesas de grandes transformaciones, pero en los hechos hará que se siga agudizando la pobreza y la falta de una vida digna para los mexicanos. No se tendrá infraestructura básica, educación, salud, vivienda, promoción de la cultura y muchas otras más, lo cual mantiene al país en el atraso y el conformismo.
Los males de México se siguen agravando con Morena en el poder, y por eso se requiere un cambio real que atienda las necesidades de la gente; que construya un México más justo y próspero para todos.
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