Recientemente se acaba de aprobar en la Cámara de Diputados el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el ejercicio fiscal 2022 después del tira y afloja entre la oposición y la 4T. El domingo pasado se le dió tramite a las poco menos de dos mil controversias interpuestas por la oposición para intentar modificar el documento enviado desde palacio nacional, que desde su creación ya deja fuera al grueso de la población en el desamparo y a su suerte, como lo ha sido en los últimos tres años de López Obrador como presidente y una vez más, el grueso del dinero del pueblo va a ir a parar a las obras tan criticadas del presidente. Aunado a esto, se consumó los recortes por más de ocho mil millones a órganos y poderes autónomos, principalmente al INE con una reducción de cuatro mil ciento noventa y tres millones y el poder judicial con una disminución de tres mil millones de pesos.
Contrariamente, como digo, se le aumentó el dinero a las obras insignia del presidente. Se le asignaron 640 mil millones de pesos para los proyectos: en primerisimo lugar al Tren Maya con 62 mil millones, lo que representa el 96% de todo el gasto de la secretaría de turismo, la cual recibirá un aumento presupuestal 73 por ciento con respecto al presente año (2021), creo que todos sabemos el por qué fue así. La refinería Dos Bocas le tocan 45 mil millones, programa integral del istmo de Tehuantepec 10 mil millones; tren interurbano México-Toluca 7 mil millones y tren sub urbano Lecheria-Jaltocan; Aeropuerto Felipe Angeles mil 658 millones esto es en cuanto a las obras capricho del presidente y en cuanto a los programas clientelares el asunto esta más o menos parecido, se le asigna más dinero a estos programas que solo buscan comprar la conciencia de la población y con esto preparar las bases para el 2024. Tres billones cuatrocientos tres mil millones de pesos, de ese total, doscientos treinta y ocho mil millones se van a destinar a la pensión de adultos mayores, ochenta y dos mil millones a becas para el bienestar y 29 mil millones a sembrando vida, además de diez y ocho mil millones a pensión para personas con discapacidad. Así el panorama para el 2022.
De aquí se desprende lo que hemos repetido constantemente acerca de las prioridades del presidente de la república, sus caprichos y la necesidad de asegurar un puesto de su mal llamada Cuarta Transformación, porque queda claro que los pobres de México no lo son, por lo menos en lo que importa, en los actos. En el discurso le ha funcionado bien esa campaña de primero los pobres, pero realmente, en la realidad solo queda claro que López Obrador no gobierna para el pueblo, porqué y donde queda el apoyo al campo, a la salud, a la educación, ¿donde queda también el apoyo a los damnificados por los pasados terremotos, huracanes que dejaron tantos y tantos damnificados? Simple, ha quedado en el discurso solamente, porque por mas que lo repita y repita en todas sus tribunas publicas, la realidad nos demuestra que el pueblo sigue siendo el eterno olvidado.
Y podríamos citar muchos casos más, dónde se reflejan los verdaderos intereses de López Obrador y vuelvo a repetir, el pueblo pobre no es una prioridad para el mandatario y pese a las carencias que se viven a diario en el país Obrador no opta por qué estás sean menores, no se sensibiliza ante los males de la sociedad.
Creo yo que como ciudadanos debemos luchar por un gasto público más justo y que tome en cuenta la escasez de servicios en miles de zonas rurales del país que es donde radica gran parte de personas que no satisfacen sus necesidades básicas y se encuentran en situación de pobreza. Mi llamado es a exigir que se respete la Constitución Mexicana, dónde claramente está escrito que el bienestar de los ciudadanos es una obligación de los gobernantes.
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