Hace apenas unos días se aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF 2025), lo que equivale a gastar 9.2 billones de pesos de todos los mexicanos. Lo interesante es saber en qué se va a gastar el actual gobierno todo ese dinero. Lo que el gobierno dice es que todo se gastará en beneficio del pueblo bueno.
Y es interesante porque en el país hay muchas carencias, por ejemplo, nuestro sistema de salud que dejó Obrador como el de Dinamarca, sigue igual o peor que el de los países menos desarrollados: no hay médicos, no hay especialistas, no hay medicinas, las citas las dan hasta seis meses después, los hospitales se están cayendo a pedazos, los tratamientos para los niños con cáncer siguen sin ser de calidad. Por otro lado, tenemos un sistema de educación deficiente, malos salarios para docentes, escuelas sin baños, sin agua potable, sin luz, sin aulas. Y los que circulan por las carreteras se podrán dar cuenta de que están peor que las terracerías. El campo está totalmente olvidado, a los productores se les persigue, se les deja a su suerte. También tenemos un país secuestrado por la delincuencia, gracias a la fallida estrategia del anterior gobierno de “abrazos no balazos”.
A simple vista pareciera entenderse que el presupuesto del año próximo estaría encaminado a resolver todas las fechorías que dejó el anterior presidente, pero la sorpresa que nos llevamos todos los mexicanos fue muy diferente.
Y no hay que olvidar que los mexicanos sí le dimos un voto de confianza a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, pensado que sería más razonable que su antecesor, el mesías de los pobres, el que ahora ya está disfrutando en su rancho, en Tabasco, viendo como dejó al país, disfrutando de sus sobres amarillos.
Pero aquí viene lo interesante, el dinero del pueblo será utilizado para seguir regalándolo, alimentando al ejército de votantes de Morena, dejando un margen financiero muy limitado para crecer y desarrollar al país.
Y no lo digo yo, según el análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), a partir de lo que se plantea en el Paquete Económico 2025, el espacio fiscal para el próximo año sería de 1.7% del PIB, 0.7 puntos porcentuales más respecto del 2024, pero muy por debajo de los niveles que se requieren para financiar nuevos programas y políticas que generen bienestar y atiendan desigualdades.
Este mismo análisis resaltó que desde el 2015, el espacio fiscal se ha venido reduciendo debido a que el gobierno decide recortar el gasto en distintos rubros, en lugar de realizar una reforma fiscal integral que incremente los ingresos públicos. Todos sabíamos que en el 2025 el gobierno tenía que sacrificar algo para seguir manteniendo sus transferencias monetarias, y sí lo hizo, hubo recortes a lo más importante, provocando que la pobreza y desigualdad sigan avanzando y sumiendo al país en la miseria.
El proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2025 no resuelve los problemas de salud, educación, seguridad, infraestructura carretera, medio ambiente o cultura que vivimos todos los mexicanos y afecta, sobre todo a los más pobres; es opaco, centralista, arbitrario e incongruente. En 2025, el presupuesto del sector salud sumaría 918.4 mil mdp, lo que representaría un recorte de 11.0%, respecto a 2024. La inversión para el sector salud sería equivalente a 2.5% del PIB y la brecha presupuestaria para avanzar hacia la Cobertura Universal de Salud (CUS) se ampliaría; ahora se requieren, al menos, 3.5 puntos del PIB adicionales. Al campo, por séptimo año consecutivo, se le siguen quitando recursos como en la modernización y rehabilitación de riego temporal tecnificado, que se le disminuyó un 89 por ciento.
En educación, evidenciaron que para Morena no es una prioridad la educación superior, ya que a las universidades e instituciones educativas públicas de todo el país les recortaron más de 10 mil millones de pesos, situación que también sucede en “La Escuela es Nuestra” que afecta a la educación básica.
Así las cosas, con el nuevo presupuesto de egresos, los mexicanos no salimos ganando, salimos perdiendo al no haber desarrollo y crecimiento, al seguir estancados con millones en la pobreza, al ver como se le destinan millones de recursos a obras que simplemente no funcionan.
La 4T se queja del neoliberalismo, pero se han convertido en lo que tanto criticaban, en un neoliberalismo pervertido, cuidan a los más ricos y engañan a los más pobres.
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