Me llamó la atención el contenido de una nota aparecida en los portales de varios medios de comunicación en donde se da a conocer que según el Inegi, en Jalisco hay 443 personas sin vivienda, con lo cual la entidad se coloca en el nada honroso tercer lugar por el número de personas que se encuentran en esta situación después de la Ciudad de México y Baja California. De con acuerdo el organismo, en el país hay cinco mil 778 personas en esta condición. Además, se reveló que hay 237 personas en situación de calle que se encuentran en albergues en Jalisco.
Como cada 10 años desde 1900 y a pesar de las complejidades que impuso la pandemia, el Inegi llevó a cabo, durante el año pasado, el Censo de Población y Vivienda 2020 y este fue el primer censo de personas sin techo llevada a cabo en el país para obtener registros que determinen las condiciones de esta población. Hasta antes de este último censo del Inegi, no había registros oficiales cuando menos en Jalisco se desconocía el número de personas que viven en situación de calle. Se tenían cifras aproximadas que variaban dependiendo de los contextos políticos y sociales, así como del clima de la temporada. Según algunos especialistas no había un documento oficial que detallara el estado actual de este grupo vulnerable.
Es necesario destacar que los datos de personas sin vivienda que por primera vez presenta el organismo oficial, no se refiere a las familias que no tienen una vivienda propia; es decir, las que viven pagando renta o arrimadas con familiares o amigos de las cuales si se tienen números oficiales cuya magnitud es preocupante. Las personas sin vivienda que acaba de censar el Inegi son las que habitan en las calles, también denominadas poblaciones callejeras que viven por debajo de la línea de pobreza, la calle es su vivienda habitual o transitoria, las que sufren abandono familiar y social, entre otras características que las orillado a crear como consecuencia de su situación una cultura callejera de sobrevivencia.
No hace falta ser especialista en temas sociales para darnos cuenta de que, en el contexto jurídico, si es cierto que todas las personas somos sujetos de todos los derechos previstos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los Tratados Internacionales y las leyes las personas en situación de calle o poblaciones callejeras no ejercen ninguno de sus derechos que como mexicanos. Y como parte de los grupos vulnerables de la sociedad, requieren de la protección de la sociedad y de la ley, o sea, del Estado.
Asimismo, para los que hemos tratado de conocer la historia del desarrollo de la humanidad sabemos que el problema de la existencia de estos grupos extremadamente vulnerables no es nuevo y sobre todo es inherente al sistema de producción capitalista. De acuerdo con organismos internacionales, las grandes ciudades de los países más prósperos de Europa como Londres, Berlín Paris, entre otros tienen en común que no han podido resolver el problema de los sin techo. Como se ve se trata de naciones en los que está en todo su apogeo el modelo económico neoliberal.
Por otra parte, hay información en algunos sitios digitales que otros países les ofrecen a los sin techo soluciones temporales y condicionales de vivienda, les otorgan apartamentos estables, sin mayores condicionamientos, y con acompañamiento posterior de trabajadores sociales para ayudarles a enderezar sus vidas en temas como la adicción a sustancias y el desempleo. Lo que implica que el problema puede ser resuelto.
Sin embargo, en nuestro país estamos viendo todo lo contrario. Desde que Morena arribó al poder, AMLO eliminó 12 programas sociales que incidían en la pobreza. De los eliminados y que estaba comprobado, mediante evaluaciones de política pública, que eran relevantes por su contribución en la disminución de la pobreza, se encuentran el de Apoyo a la Vivienda, operado por Sedatu; el de Atención a Jornaleros Agrícolas, de Bienestar; el de Empleo Temporal, de Bienestar, SCT y Semarnat; el de Comedores Comunitarios, de Bienestar, el de Apoyo a la Comercialización, de Sader; el de Formación de Recursos Humanos basada en Competencias, de la SEP; el de Apoyos para la Protección de las Personas en Estado de Necesidad, de Salud y el de Consolidación de reservas Urbanas, de Sedatu.
Creo que, para muchos mexicanos, hasta el cansancio hemos escuchado que el presidente de la 4T, Andrés Manuel López Obrador y algunos de sus fanáticos seguidores repetir, una y otra vez, que el neoliberalismo quedó en el pasado y ahora ya no estamos como antes, entre otras desgastadas afirmaciones. No hay duda los morenistas tratan a toda costa de hacer que los mexicanos no veamos los graves problemas de nuestro país, pero el informe del Inegi de las personas sin vivienda en pleno 4T, es la mejor prueba de que sus políticas no son viables, además, de que al buscar que el pueblo no vea la realidad que reflejan las mismas estadísticas oficiales, le hacen mucho más daño a México. La salida está el 6 de junio, para que votemos en contra de los que nos están engañando sin dar resultados.
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