Han pasado tres años desde que llegó al poder el morenista Armando Quintero a la alcaldía de Iztacalco, CDMX, respaldado por el tsunami morenista que arrasó con las elecciones en aquel año.
El panorama que vivimos hoy los habitantes de esta demarcación es decepcionante. Las promesas de campaña quedaron en el olvido. En su plan de “renovar Iztacalco”, en el que planteaba tres ejes fundamentales para mejorar la calidad de vida de los habitantes de esta demarcación, queda al desnudo el rotundo fracaso con sus objetivos.
En el eje número uno, prometió combatir la pobreza y la desigualdad. En 2018 según la secretaría de bienestar en su informe anual, el 20% de los iztacalquenses se encontraban en situación de pobreza y rezago social, para 2021 esta cifra aumentó al 26%, no podemos dejar de tener en cuenta la lamentable situación de pandemia por covid-19 que sufrimos en México y en el mundo. Situación que elevó considerablemente este porcentaje. Sin embargo, responsabilizamos al gobierno de Quintero por su mal manejo de dicha pandemia en Iztacalco, siendo ésta una de las alcaldías con mayor tasa de mortalidad en la ciudad de México según cifras del Gobierno federal.
En su eje número dos, disminuir la falta de oportunidades en educación salud y vivienda. En 2021 las principales carencias de los iztacalquenses son: rezago educativo con 21,863 personas, sin contar las deserciones escolares por causa del covid-19 y precisamente otra carencia importante es el acceso a los servicios de salud con 72,820 personas, que equivale a un 20.3% de la población. Otra fatal promesa incumplida.
Por último, en su tercer compromiso, garantizar seguridad pública y paz para los iztacalqueses. En 2020 aumentaron considerablemente los delitos cometidos en Iztacalco relacionados a actividades delictivas como homicidio, robo, secuestro, extorsión referente a esta situación el edil declaró en una nota para el universal septiembre 2020: “hay mayor actividad delictiva en dos colonias para obtener recursos ante la pandemia”. Quintero no sabe manejar los crecientes índices delictivos en la demarcación.
Me atrevo a decir que este panorama tan ruin solo puede desarrollarse cuando la cabeza del gobierno local no está interesada en el bienestar del pueblo que dirige. Iztacalco merece un gobierno justo y sensible. Actualmente el señor Armando Quintero busca la reelección, se necesita una ración elevada de cinismo para pretender esta acción, sin embargo, solo el pueblo puede hacer justicia con su voto este 6 de junio. La desigualdad, la pobreza y todos los padecimientos sociales derivados de estos problemas medulares, demandan que el pueblo se organice que tome en sus manos la administración y la política de Iztacalco.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario